"Aloud pillan nuestro estilo muy bien”
EntrevistasBones Of Minerva

"Aloud pillan nuestro estilo muy bien”

Fernando Acero — 18-11-2022
Fotografía — Aldara Zarraoa

Carismáticas y magnéticas, sobrias y desenfadadas, pero ante todo valientes y honestas. La nueva promesa del metal en España tienen nombre romano y una actitud imparable: el cuarteto madrileño Bones Of Minerva edita su segundo trabajo de estudio, “Embers” (La Rubia/Aloud Music, 22), con una apuesta de producción audaz liderada por Alex Cappa y una gira nacional que nos dará muchas alegrías.

Hoy mismo lo estarán presentando en Madrid (18 noviembre, Sala Independance; junto a Ánteros) y mañana en Tolosa (19 noviembre, Bonberenea; Fiesta Aloud). El 26 de noviembre pasarán por Mungia (Sala MungiRock) y a partir de enero protagonizarán más fechas por todo el territorio.

Primero de todo, quería felicitaros por el disco y por el hype que estáis teniendo. Tengo la sensación de que ha sido una cosa de los últimos meses. ¿Cómo lo estáis viviendo vosotras?
(Ruth) Uah, yo esto no lo sabía [risas]. Pero sí, es súper emocionante. Con nervios y emoción, un poco de las dos cosas.

(Blue) Sí, estamos como cualquier banda. Cuando tienes algo en las manos que te quema por sacarlo.

(Ruth) Y con más nervios a lo mejor porque es el segundo, porque ya se espera algo de nosotras. Aunque lo de soltarlo y ver la recepción que ha habido de “Swamp” y luego “Fuego” y la gira con la peña pidiéndonos que vayamos a más sitios es como un subidón enorme.

(Blue) Totalmente.

Tengo que deciros que la primera vez que supe de vosotras –y creo que es el caso de la mayoría de la escena en Barcelona– fue justamente con vuestra actuación en el Parèntesi del AMFest de 2021. Creo que en el caso de muchas de las que asistíamos, que era especialmente por Toundra y lo que caiga, y lo que cayó fuisteis vosotras.
(Ambas) [Risas]

Quedé muy impactado con vuestra propuesta, tenéis un magnetismo y un carisma muy especial. ¿Cómo lo recordáis desde vuestra perspectiva? Creo recordar que era vuestro primer concierto en muchísimo tiempo, ¿cierto?
(Blue) Fue súper especial. Nos hace mucha ilusión que nos digas que nos descubriste ahí y te moló, porque llevábamos mucho tiempo queriendo venir a Catalunya y la recepción fue acojonante. Además fue nuestro primer contacto con el mundo exterior después de la pandemia.

(Ruth) La última fue en las Canarias en enero de 2020. Y desde entonces. A muchos niveles era especial: la primera incursión en Barcelona después de mucho tiempo queriendo venir, y en el castillo [de Montjuïc], que eso era una pasada, tocando ese día con Toundra, que para nosotras son enormes. No habíamos cerrado con Aloud la edición del disco y entrar en el sello, por lo que íbamos con muchas ganas de poner toda la carne en el asador.

(Eustaquia) Había presión, pero el subidón fue…

(Ruth) Había como un ambiente muy mágico, ¿no? El público de repente se levantó, a pesar de que se suponía que debíais estar sentados, pero alguien ahí incitó [risas]. Pero eso, muy especial. Un nivel de adrenalina increíble.

Viendo un poco lo que habéis probado en “Embers”, vuestro primer álbum en cinco años desde “Blue Mountains”, veo que hay una dimensión muy performática en la producción. Habéis hecho una apuesta bastante heavy con el hecho de grabar directamente en vivo en el estudio. Me gustaría saber un poco más sobre esto, porque no sé si tiene que ver con que disfrutáis mucho el directo o si la decisión viene de otro lugar.
(Ruth) Sí, porque el metal suele ser un género tan producido siempre… Fue una decisión que tomamos como un reto personal, una decisión artística por tal de capturar la esencia de la banda. Y también era una forma de ponernos presión, porque no es fácil grabar así y, bueno, nos lo propuso [Alex] Cappa, ¿no?

(Blue) Sí. La meta era capturar esa esencia, y tuvimos que meternos mucha caña a nivel técnico. También la idea era que en directo pudiésemos tocarlo casi tal cual. No hay mucho truco; hay cosas, pero en general…

(Ruth) Sí, sobre todo partes en la que había que cambiar de guitarras y que están dobladas. Pero por ejemplo la voz no está doblada en casi ningún tema. No hay casi coros y son las tomas tal cual.

De hecho me impresionó bastante el salto al vacío en algunos momentos, como por ejemplo los guturales en “Swamp”, que son crudísimos.
(Ruth) Pues es una sola línea, que eso para el metal es raro. Sí que tiene un poco de efecto y cosas así. No me quiero meter mucho, pero ella se ha pegado un curro con la voz. Los rasgados los ha omitido, el golpe que le has metido a los growlings a nivel de técnica… Porque eso es así, a eso no le puedes meter autotune. Sí que por ejemplo “Flood”, que es un tema muy cañero, tiene voces dobladas.

(Blue) Sí, porque lo necesitaba. Pero es el único, los demás nada.

(Ruth) En “Fuego”, por ejemplo, ella al final le mete un melódico agudo en “negro” al growling, que suena como una voz normal más distorsionada.

(Blue) Sí, son como unos growlings más agudos.

(Ruth) Y se oye un poco de distorsión, pero es la del micro.

Por la propia saturación.
(Ruth) Eso es. Quisimos dejar cosas así.

(Eustaquia) No es bueno ni malo, pero donde quiera que vaya, el micro peta [risas].

(Ruth) En el disco también puedes oír partes en las que se me oye a mí cambiando el pedal, o lo de empezar con los cuatro golpes de baqueta… Nos molaba dejar todo eso, que sonase orgánico.

Quería preguntaros justamente por el papel de Alex Cappa en todo esto, porque ya trabajasteis con él en “Blue Mountains”. ¿Cómo surgió el hecho de que él mismo os hiciera esa propuesta?
(Blue) Cuando grabamos “Blue Mountains” con él íbamos sin tener ni idea siquiera de cómo sonábamos en el ensayo, tocábamos en el trastero de mi madre. Fuimos a Alex y el pobre dijo “¿pero vosotras cómo queréis sonar?”. Y nosotras le poníamos una canción y le decíamos “¿ves este momento que suena así?”, y decía “no sois esto” [risas]. No teníamos ni idea de lo que éramos. Ahí se mojó un montón con nosotras porque no había hecho un sonido así antes. Ha probado cosas nuevas en este disco y nos ayudó a buscar el nuestro. Lo guay de todo es que este disco nos ha servido para aprender un montón. Lo primero que nos dijo es “para el próximo disco vais a ensayar en el estudio, os los grabo para ver cómo suena, hacemos unas demos y a partir de ahí vemos qué hacer”. Y así lo hicimos. Estas tres tocaron la parte instrumental en una sala y yo en una pecera al lado para las voces, a tirar las tomas.

(Ruth) Luego para las mezclas nos dejaba ir de vez en cuando, por lo que está coproducido por nosotras. Tenemos una simbiosis muy guay con él. Fue el primero que nos propuso ese salto al vacío. “¡Haced esto! Vais a mejorar como banda haciéndolo”. Y nosotras aterrorizadas del palo “venga vale”. Es muy buen productor en ese sentido, nos ha ayudado a sacar lo mejor de nosotras y a empujarnos de la mejor manera.

Has comentado algo muy interesante sobre el hecho de no saber a qué sonabais. Es algo que en varias entrevistas habíais comentado, esta cierta indefinición en cuanto a qué género tocáis. Escuchando vuestros temas tengo un viaje de Elder al deathcore pasando por Gojira o Toundra, por ejemplo. En temas tan orgánicos como “Merula” se hace muy evidente. ¿Cómo habéis enfrentado la composición en ese sentido? Es decir, ¿es algo que os planteéis activamente cuando ensayáis juntas? Lo digo porque en el metal es habitual encontrar esta obsesión por el género musical.
(Ruth) Este disco es curioso porque nos pilló la pandemia, por lo que muchas cosas las compusimos a distancia. Sí que es cierto Blue, Chloé y yo nos podíamos juntar, Nerea, la batera, vive a una hora de distancia, por lo que quedar era más complicado. Aunque nuestra forma de componer va cambiando. Muchas veces traemos ideas y hacemos algo de jam en el local. Con este disco pasó mucho que una traía una idea, la escuchábamos y probábamos algo encima; aprendimos a usar Garage Band, lo que nos ayudó a probar cómo quedaban muchas cosas antes de llegar al local y veíamos como fluían.

(Blue) En general hay dos formas muy claras de componer en este disco: por un lado, una trae un esqueleto y se cambian cosas en el ensayo, o por otro lado alguna improvisación. Por ejemplo “Fuego” salió así.

De hecho sí se nota en “Fuego” ese carácter melódico un poco libre.
(Blue) Absolutamente. Es de las primeras veces que me he dejado fluir totalmente. El tema es en general más melódico, pero con el riff del principio, que es más noise, pensé “¿qué hago aquí encima?”. Y dije “¡a la mierda!”.

En términos de técnica es muy sorprendente ver a los puntos que llegas: hay un montón de vibratos, nasalidades súper teatrales, saltos de intervalos cayendo en tensiones nada obvias… Creo que todo ello suma mucho a la personalidad y la marca del grupo. ¿De dónde viene todo esto?
(Blue) Yo peco de ser muy plasta y de rizar mucho el rizo. Al principio me exigía mucho y quería hacerlo todo. Luego he ido quitando cosas como los rasgados, porque me hacían un poco de daño, y centrarme en los guturales más extremos, porque si empezamos a girar más esto tiene que ser sostenible. Así que por un lado hay una visión más pensada pero por otro lado es un “vale, ahora que lo tengo, ¿cómo lo voy a usar?”. También es que he pasado por muchas fases: primero quería ser Christina Aguilera, cuando era adolescente era mi máxima. Luego me di cuenta de que lo que ella hace es muy bestia, canta prácticamente sin impostar y mola mucho, queda muy bien pero no es para mí, sobre todo si quiero hacer música más alternativa en la que estoy llevando la voz a un extremo. Ha sido una cuestión de ir adaptándome. En el estado en el que estoy ahora es el de aceptar que toda esta presión que me he estado poniendo todos estos años la tengo que mandar a la mierda y saber que no voy a ser perfecta nunca, y que voy a desentonar y soltar gallos a veces, y no pasa nada. Y que no voy a ser ni Christina Aguilera ni Maynard ni nadie, voy a ser yo. Dejarme llevar por las influencias que me dé la gana, Ella Fitzgerald me flipa, o Florence Welch, y hacerlo mi marca, sin imitar a nadie y buscar mi rollo. Especialmente estoy buscando la forma de no hacerme daño, que se viene matraca, y disfrutar un poco.

(Ruth) También ella compone muchas guitarras, muchos riffs del disco los ha traído ella y siempre trae cosas muy interesantes, un poco disonantes.

(Blue) Es como que tengo una obsesión por hacer cosas inesperadas. ¿Que ahora tengo que caer en esta nota? Pues no me da la puta gana.

(Blue) "En el estado en el que estoy ahora es el de aceptar que toda esta presión que me he estado poniendo todos estos años la tengo que mandar a la mierda y saber que no voy a ser perfecta nunca"

El tema de la presión es algo que flota en muchas etiquetas musicales, pero creo que más que en ningún otro género del mundo en el metal existe un gatekeeping muy claro, el rollo de “tú vales, tú no”. ¿Habláis a menudo de ello?
(Blue) Sí. A ver, sí que nosotras tenemos claro que valemos y punto. Sí que hemos hablado muchas veces del hecho de sentir que no encajamos en ninguna parte, el tema de que aunque no se digan las cosas tienes la sensación de que te miran por encima del hombro.

(Ruth) Como “no eres uno de los bros”, es como un club en el que no te permiten entrar, o si entras… Sí nos ha pasado, efectivamente, lo de sufrir un gatekeeping, lo de “¿qué hacéis vosotras aquí?”. Nos pasa cada vez menos, eso es cierto.

(Blue) Sí, como el rollo de “si hacéis metal ¿por qué no usáis doble bombo?” –que ahora sí metemos más– o “si no vais siempre pintadas no tenéis un aspecto alternativo”... Sí, cosas así. Pero cuanta más seguridad ganamos en nuestra música menos nos lo encontramos. Pero desde luego está ahí, y en esta escena pasa más que en otras.

¿Creéis que partiendo de esto habéis logrado forjar simpatías y alianzas con otras bandas para generar circuitos más sanos?
(Blue) Sí, hemos conocido a gente maravillosa, bandas de la hostia. Cuando empezamos con nuestro primer disco y nos metimos en el circuito underground conocimos a gente maravillosa, sin necesidad de salir de la península.

(Ruth) Bandas como Le Mur, Entropía… No sé, un montón. Sí que hemos encontrado nuestro circuito de bandas y cuando lo encuentras y congenias es algo que valoras.

(Blue) Y ver que te entienden y pillan tu rollo artístico…

(Ruth) Hay como una admiración mutua.

(Blue) Eso es.

El hecho de pertenecer me hace pensar un poco en vuestro encaje dentro de la familia Aloud. Temas como “Silence”, de corte post-rock instrumental, apelan al core sonoro del sello, pero por lo general sois una banda bastante heterogénea dentro de un sello heterogéneo de por sí. ¿Cómo os hace sentir el hecho de ser una banda de metal en este contexto?
(Blue) Yo creo que Aloud pillan nuestro estilo muy bien. No ha habido que explicarles nada. Creo que es muy guay que desde el primer momento hayan abrazado la banda.

(Ruth) Mola porque ves que entras en un roster heterogéneo, y es lo que mola. De hecho ellos lo potencian. Ahora que hemos estado cerrando fechas, insistían en no querer meternos sólo en carteles con bandas de nuestro rollo. Y es lo que nos gusta a nosotras - y se ve en la música, nos gustan mil cosas. Además es una ilusión tremenda pasar a formar parte de la familia. Suena muy sectario, lo sé. “La familia” [risas].

En este tándem que explica vuestro ascenso también hay otra parte, que es la de Núria de La Rubia Producciones. ¿Qué ha representado su rol para vosotras?
(Blue) Yo la llamo mi segunda madre [risas]. La madre del rock, un poco.

(Ruth) Es nuestro pilar. Es una pieza indispensable de la banda ahora mismo. Ha apostado por nosotras como poca gente, en todos los sentidos. Hablamos con ella a diario, está ahí para mil cosas.

(Blue) Y además mola mucho tenerla. Ha estado ahí siempre en los momentos más importantes, en los momentos donde más nervios ha habido, como la primera vez que fuimos a Inglaterra o cuando tocamos en el Resurrection Fest. Es como “mamá”, como “casa”, ¿sabes? La tienes ahí y no te sientes tan solita frente a la nada. Me parece que encontrar eso…

(Ruth) Es que hoy en día poder decir que tienes un manager es como “¿cómo se encuentra eso? ¿Cómo funciona eso?”. Y cuando más funciona es cuando hay como una simbiosis, una conexión humana, además de musical.

(Blue) Vive por y para la música, lo da todo, se le ocurren mil proyectos… Es una pasada de tía. Tenemos mucha suerte.

(Ruth) Nunca hace cosas a medias. Se deja la piel con sus bandas.

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