Corriente continua
EntrevistasSierra Nevada

Corriente continua

Carlos Caneda — 13-10-2015
Fotografía — Laura Hojas

Sierra Nevada se han convertido por méritos propios en un elemento sin el cual es difícil explicar lo que sucede en la actualidad en la música de Cantabria. Son una célula generadora de música de altísima intensidad, que toma cuerpo en unos directos demoledores y en un frenético ritmo de producción discográfica.

En los últimos nueve meses el grupo ha tenido tiempo de publicar el EP “Refugios”, un single compartido con la banda bilbaína 1991 (“somos amigos desde hace muchos años, y de hecho Alberto ha editado en su sello In My Heart Empire todos nuestros discos menos “Orbea” (2001)”) y una versión de Germán Coppini. Según David (bajista) “al empezar con el grupo llevábamos una estrategia de guerrillas, de sacar todo lo que estuviera preparado mientras aún estaba fresco. Pero después hemos mantenido este ritmo sin ponernos esa presión. De hecho, “Refugios” debería haber salido mucho antes, pero un retraso en la fábrica nos cortó el ritmo”.

El estilo de esta banda sigue siendo difícil de encasillar, pero con cada nueva entrega se perfila con más nitidez su rock de alta tensión. Aunque después de la complejidad musical que marcaba “El infierno” (2013) (donde incluso aparecía un instrumental y otro tema de nueve minutos), las últimas canciones del grupo parecen más primarias, más inmediatas. Según David “puede que algunas sean más directas. Pero por ejemplo en “Refugios” hay una especie de suite entre la primera y la segunda parte: “No hay infiernos” y “No hay cielos” en un primer momento eran solo una canción que se partió en dos. Las otras dos son un poco más punkarras, pero son más nuevaoleras que punk clásico. No es demasiado ortodoxo, aunque no hacemos nada ortodoxo en realidad”.

Los guiños y los reflejos entre títulos aparecen con frecuencia en los títulos de Sierra Nevada. Comenta Juan (voz y teclados) “sí, “No hay infiernos” tiene algo de guiño a “El infierno”, pero el Infierno de este disco es de otro tipo”.

Eso lleva también a plantear la evolución en las letras del grupo, después de un disco con un contenido tan explícito como fue “El infierno”. Juan comenta que “quizás en las cuatro canciones de “Refugios” está soterrado el contenido político. Pero las letras de la primera y la última hablan de ateísmo, “Valle de fantasmas” habla de tomar control de tu vida y no ser un elemento más de la sociedad, de ser un elemento independiente y tener personalidad propia, y “Pobres de espíritu” es una canción straight edge. Puede parecer que no, pero son las cuatro canciones más políticas que hemos hecho, aunque no de forma explícita. Y en el compartido una es sobre liberación animal, y “Bandera blanca” habla de no rendirse, del compromiso hasta el final”.

Por otro lado, por el primer aniversario del fallecimiento del cántabro Germán Coppini, Sierra Nevada colgaron en su bandcamp una versión de su “Cena recalentada”. “La solíamos tocar en directo ya antes de que falleciera, y pensamos que rescatarla sería un buen homenaje”.

Aunque últimamente el grupo no es muy dado a las versiones. Juan comenta que “antes las hemos hecho de Joy Division, La Décima Víctima, Embrace o Damien Jurado”. Pero Roberto matiza “lo que pasa es que ahora tenemos menos tiempo para ensayar y no nos planteamos versiones porque vamos a cañón con lo nuestro”.

Y ahí es donde surge la duda… ¿Cuánto tiempo podrán mantener Sierra Nevada un ritmo de producción tan fértil? Ramón (guitarra) dice que “nos ha cogido una temporada de mucha carga en nuestros respectivos trabajos, y eso nos ha frenado. Pero es que yo me pongo nervioso si no sacamos nada, me da sensación que me pone malísimo”. Y añade David “y ya en la edición, pues el dinero. Recuperar el dinero a la hora de fabricar vinilos es difícil”.

Las incertidumbres que provocan el trabajar desde la autogestión hacen que no puedan concretar en qué momento ni en qué formato publicarán sus nuevas canciones. Sin embargo, y a pesar de todas las complicaciones, da la impresión de que la cosa no va a estar tan lejos como parece. Como apunta Roberto, “La idea era grabar otro LP largo antes de fin de año, aunque nos parecía que iba a ser imposible. Pero de repente nos plantamos con que ya tenemos material para medio disco. Las cosas van saliento, y sin forzarlas, además”.

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