Vuelve el que probablemente es el mejor one-man-band del momento, y no defrauda a pesar de hacerlo con un disco más oscuro. “No estoy seguro de que sea así, aunque la mayoría de mis discos tengan ese lado oscuro, pero también hay referencias a pecar: beber, follar, los juegos de azar... El álbum es una especie de equilibrio entre la fiesta del sábado por la noche y la redención del domingo por la mañana mezclado con un poco de metal, hardcore y country”.
En este trabajo, Biram no sólo nos obsequia con sus espléndidas canciones sino que se atreve con revisiones de clásicos como “John The Revelator”. “Son sólo buenas canciones que he tocado durante años. Creía que era el momento de grabarlas sin más pretensión”. Esa es la humildad de un músico que se ruboriza cuando le comento que he leído que lo definen como “el bluesmen del siglo XXI” o que su amigo Shooter Jennings lo definió como “un Leonard Cohen soltando basura”. “Es mi amigo y bromeaba ¡ni siquiera escucho a Cohen!”.
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