Procedentes de grupos como Steelwood, 3 Delicias, Jet Lag, Los Imposibles o The Awesome J’Haybers, llega un momento en que Diego Veiga (voz, guitarra), Dani Fernández (bajo), Fernando Rujas (percusiones), Mario Zamora (teclados) y Raúl Gómez ‘Rulo’ (batería, theremin) montan una banda como “una vía de escape”, con la idea de “tocar sin ningún tipo de tensión” y el denominador común de la psicodelia y otros géneros afines. “A lo mejor ahora ha salido así porque escuchamos más este tipo de música, pero puede que para el siguiente disco se dejen notar otro tipo de influencias. Nos dejamos llevar. Se está hablando mucho de kraut-rock, pero en cambio las voces creo que son bastante pop, y es algo que no está comentando nadie. Lo que da cohesión es que las canciones que forman este álbum nos gustan a todos y cada uno imprime su carácter o su forma de ver el tema, y eso hace que aunque sea variado, no sea aleatorio. No es que vayamos hacer una más ambiental, otra con estribillo, etc.” (Diego). A partir de aquí, con los cinco componentes del grupo reunidos alrededor de unas cervezas, se abre un fuego cruzado de declaraciones e intercambio de opiniones. “Hemos grabado el disco que hemos querido, en el momento justo” (Dani); “Y puede que sea bastante clásico, porque esto no es nada moderno” (Fernando); “Sí, pero yo no lo veo como un trabajo de revival, ni mucho menos” (Rulo). “La gente va a lo fácil, porque ves un nombre alemán y cierto sonido machacón en algún caso y ya hablan de kraut” (Fernando). Así las cosas, entre las referencias que manejan pueden estar nombres como Oneida, Harmonia, Spacemen 3, Faust, Neu!, Can, Acid Mothers Temple -con quienes tocarán en junio-, Trans Am o Wooden Shjips. “Tenemos claras nuestras influencias, y a veces se nos ve el plumero, pero intentamos aportar algo nuevo. Lo que no me gustaría es que dijeran de nosotros que somos un grupo vintage” (Diego). El siguiente paso, una vez que en su camino se cruzo Edu (Giradiscos), fue la grabación de este debut, para lo que acudieron a los estudios de Paco Loco en El Puerto de Santa María (Cádiz). Día y medio fue suficiente para registrar los siete temas que componen este trabajo, con la premisa de mantener la fidelidad a su directo. “Hay que ir preparado desde el local para aprovechar el estudio a muerte, y más en grupo como el nuestro que no puede disponer de mucho tiempo” (Dani). “La cuestión es que nos gusta ensayar, y de ahí viene todo. Es igual que a quien le gusta hacer rosquillas; cuantas más hace, mejor le salen. Y luego se trata también de que los temas estén en su punto” (Rulo). “Hemos tenido la suerte de grabar en el momento adecuado, porque al haber pasado todo tan rápido no hemos tenido tiempo de quemar las canciones. A lo mejor se podían haber pulido más algunas cosas, pero es mejor así” (Mario). Por otra parte, el debut de Lüger surge en un contexto en que son cada vez más las bandas que están haciendo realidad la renovación de una escena que ya no es tan ortodoxa como en un pasado todavía reciente. “De alguna manera la gente va estando más preparada, porque este grupo surge en Madrid hace unos años y a la mayoría le sonaría a chino. Se está perdiendo el miedo a hacer y escuchar otras cosas” (Diego). “Pero vamos, que por llevar una plancha o tocar con dos baterías no somos tan raros” (Fernando). De momento, al margen de la edición en vinilo, el número de descargas gratuitas (luger.bandcamp.com) superaba a mediados de abril las 1.600, señal de una creciente respuesta por parte del público. “Nuestro objetivo es tocar todo lo que se pueda y que la gente escuche lo que hacemos. Si con eso conseguimos que en un concierto haya 200 personas en vez de 80, significa que el feedback es positivo”(Rulo).
A todos Realmente poco hay que contestar idvunidialmente, ya que por lo visto ha gustado a todos, ased que gracias por decirlo.Abrazos a voleo, sin que nadie se aproveche me1s que los deme1s.