Hace ya tanto tiempo del los inicios de Cathedral que hay gente que hoy día se sorprende cuando se entera de que el su carismático cantante Lee Dorrian, pusiese voz a los dos primeros álbumes de Napalm Death. En estos más de tres lustros y casi diez trabajos de estudio junto a multitud de lanzamientos menores, ha habido tiempo y espacio para absolutamente todo. Eso ha quedado impreso en su discografía y en la estela que traza su trayectoria. Banda prometedora del doom, adelantados al stoner en sucesivas entregas y consagrados a su personal arbitrio en estos tiempos, su último completo es una suerte de turismo por su creación y un reencuentro con fetiches muy suyos como la alquimia de la exploración sonora.
"No somos una banda que cambiemos nuestro sonido ni nuestra mentalidad con tal de vender más discos" |
“El hecho de que Cathedral llevemos en activo dieciséis años es algo que desde luego es remarcable pero por otro lado no damos nada por hecho. Si me pongo a contemplar la escena metálica en torno nuestro e intento ver dónde encajamos, me doy cuenta de que somos una especie de alienígenas, mucho más que nunca, nos vemos como extraterrestres viendo lo que nos rodea. En esta ocasión hemos sido más diversos, era una emergencia, una necesidad para el disco, una especie de grito con la intención de ser escuchados tras todos estos años. Con este nuevo álbum hemos tenido mucho más tiempo para trabajar, queríamos diversificar nuestro sonido y nuestro estilo tanto como fuese posible sin sonar oportunistas. Hace ya mucho tiempo que no experimentábamos, antes solíamos hacer Ep´s en los que dábamos rienda suelta a la experimentación. Desde entonces hemos hecho discos que podríamos llamar seguros, pero la idea de sonar seguros no es algo que me vuelva loco. Por tanto queríamos combinar todas nuestra influencias y elementos con un nuevo sentido de la energía en un disco”. Una forma de hacer, de revolverse y rebelarse sin sacar los pies del tiesto, apostando lo imprescindible sin apalancamientos y sin altercados revolucionarios, encerrados en el pabellón de recreo que ellos mismos han erigido si hablamos de evolución. “No necesariamente se trata tanto de una cuestión a nivel musical sino de la actitud del disco, esa es su progresión. Creo que musicalmente nos basamos siempre más o menos en lo mismo. Pienso que en general se trata más de la convicción, del enfoque al hacer este disco con la idea de hacerlo sonar más abierto y más dinámico. En muchos aspectos la producción está mucho más conjuntada. La actitud es lo que separa a este disco de algunos de nuestros trabajos anteriores, una mayor determinación y un sentimiento de que teníamos algo que demostrar. Si nuestro anterior álbum hubiese contado con esta actitud hubiese sonado muy distinto”. Supervivientes como son de la posibilidad inmaterializada de aclamaciones populares masivas (aún habiendo facturado obras capitales) no les queda sino el reconocimiento al que parecen esperar casi a título póstumo. Para lo que Lee radiografía esa actitud suya por la cual les gustaría ser rememorados. “Determinación, fidelidad a nuestras creencias. No somos una banda que cambiemos nuestro sonido ni nuestra mentalidad con tal de vender más discos. Somos un grupo con convicción y creemos en lo que hacemos. Si no obtenemos ese respeto ahora sería bonito conseguirlo al menos en el futuro. Esencialmente queremos creer en lo que hacemos, no queremos limitarnos simplemente hacer un disco detrás de otro, por que no es esa la forma en la que nos gusta hacer las cosas”. Lo que les queda y de eso parecen estar más que sobrados, es intención, conscientes de que al menos son poseedores de su estatus minoritario, pero un loable estatus a fin de cuentas. “Si tengo que ser sincero nuestra música no sigue una dirección específica, no es fácil para una persona no habituada conectar con ella. Pienso que puede que confundamos a la gente en algunos aspectos, hay diferencias importantes entre canciones, como si se tratase de estilos diferentes. Si quieres tener éxito comercial debes ofrecerle a la gente el mismo tipo de material una y otra vez. No siempre, pero en especial cuando se trata del metal a la gente le gusta que un grupo suene siempre en la forma en la que lo hacían cuando conocieron a esa banda. No es algo malo. Durante todos estos años siempre hemos intentado crear una atmósfera en todo aquello que hemos hecho, procurando que cada disco fuese en algo distinto, más fresco de lo que habíamos hecho antes. Siempre ha sido de esa manera, siempre lo hemos hecho así y siempre será así, no importa si tenemos más o menos éxito”.
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