“Lo conocido se volvió desconocido”
EntrevistasElena Setién

“Lo conocido se volvió desconocido”

Jon Bilbao — 10-02-2022
Fotografía — Pablo Axpe

Ya tenemos disponible al completo el nuevo álbum de la donostiarra Elena Setién, “Unfamiliar Minds”, confeccionado entre 2020 y 2021 y que da buena cuenta de lo que ha podido ser la situación pandémica mundial, con sus inevitables sombras pero sin olvidar la luz que nos permite seguir. A veces es inevitable volver a empezar.

-Tu cuarto álbum en solitario, “Unfamiliar Minds”, lo empezaste a escribir antes de la pandemia aunque después creíste necesario empezar de cero ante esta nueva realidad. En cierto modo, ¿dirías que es un álbum inspirado en su mayoría por esta situación global?
El principio de la pandemia fue, para mí como artista, una especie de apisonadora que me dejó totalmente plana y no me inspiró esta situación, pero cuando ya por fin pude volver a crear, a intentar retomar lo que tenía entre manos antes de la pandemia, no pude evitar empezar de cero muchas cosas porque me había cambiado. Emocionalmente me había cambiado esta situación y fue como un resultado, más que inspirarme la pandemia lo que hizo fue hacerme crear de otra manera, y como resultado de todo esto salieron las canciones que están en el disco.

-¿Hubo alguna canción que compusieras la primera, como punto de partida? 
Había una que ya estaba compuesta de antes, que es la última del disco, se llama ‘Water’. Y esa, por a o por b es como que ha cuajado muy bien con el resto de canciones.

-¿La canción que inaugura el disco (2020) qué describe, el 2020 pre o post pandemia?
Esta canción describe la sensación de haber empezado 2020 con ilusión como cada año nuevo, y al poco tiempo verse sumergida en una espera y una lentitud desconocidas. O sea es el contraste de la pre pandemia vista desde el comienzo de la pandemia.

-Quiero preguntarte sobre el resto de las canciones del disco, empezando por “Situation”. Me parece que transmite muy bien ese momento de incertidumbre de comienzos de marzo del 2020, sobre todo con la frase final que dice “la situación está mal, ya han pasado más de 24 horas”. ¿Hablas aquí sobre la tristeza que acarrea el separarte de los tuyos?  
Sí, sí, es una canción que para mí tiene mucho de cinematográfica, porque mientras la iba escribiendo estaba como metida en una especie de escena de película, de serie, un poco thriller. Y es eso, la situación está mal, ya han pasado más de veinticuatro horas y estamos separados. En la pandemia no podíamos vernos con amigos ni familiares y.. fue muy duro, mucho tiempo. Pero yo qué sé, cuando una pareja ha tenido una crisis, se separa y ya han pasado más de veinticuatro horas y no has vuelto todavía, es un poco ya como uff, ha pasado un poco el límite crítico de veinticuatro horas que ya puede definir que esto se acabe para siempre, que ya no te voy a volver a ver.

-Por cierto, ¿de qué película es el diálogo que se escucha en esa canción?
De There´s always tomorrow, de Barbara Stanwyck.

-La secuenciación del disco es excelente, da a entender que hay un concepto o hilo conductor claro. Leyendo las letras se puede apreciar, pero creo que incluso leyendo simplemente los títulos uno se puede hacer cierta idea. El poema de Emily Dickinson que has musicado (“I Dwell in Possibility”)  y tu canción “New”, por ejemplo, me parece que expresan muy bien la parte positiva o descubridora de toda esta situación, al tener tiempo para bajarte del frenético tren de la vida y apreciar más las cosas simples. ¿Qué te inspiró a usar el poema y a componer esa canción mística llamada “New”?
He usado dos poemas de Emily Dickinson, el de “I Dwell in Possibillity” y luego “In This Short Life”. Y tenía algún otro que al final no entró en el disco, pero llegó un momento como que me inspiró un montón, hablando de inspiración…después de los primeros meses de la pandemia ya pude retomar el trabajo creativo, y quien me sacó de esa especie de estado plano en el que me había quedado fue Emily Dickinson. Como llevo años escribiendo canciones en inglés me suele gustar leer o releer poemas clásicos en inglés, y esta vez me llamó la atención o me picó la curiosidad y me puse a leer poesía de Emiy Dickinson y me inspiró muchísimo, de pronto surgió una efervescencia de canciones con sus poemas. Y estas dos canciones fueron las primeras que escribí  de las que luego han entrado en el disco. Aparte de la de “Water” que ya te he dicho que era anterior, el resto de canciones vinieron como resultado de las primeras canciones con los poemas de Emily. Y la canción “New” es un poco esa sensación extraña, lo que dices tú de las posibilidades y lo positivo que ha podido haber de todo esto, y una de las cosas positivas fue aquella sensación cuando las calles estaban vacías y parecía que no había humanidad, y los animales fueron ganando terreno. Por ejemplo, un día me dijo alguien “he estado andando por aquí, por el río Urumea, en Donosti”, porque tenía que ir a trabajar, y al volver me dijo “he visto una foca, pues a nivel casi del centro de la ciudad, una foca en el río”. Y todos alucinando porque, ¿cuándo vemos una foca en el río Urumea? Dentro de la ciudad, una pasada. Y en cuanto a “New” pues es eso, como que todo es lo mismo pero no lo conozco. No es lo mismo ya, mi cara no es la misma, el cielo no es el mismo.. todo es diferente. Un poco con una curiosidad y un optimismo, pensando también en esos animales, que podían por fin entrar a terrenos antes no permitidos.

-“Such a Drag” transmite muy bien (con sus sonidos y su letra) la parte aburrida y hasta enervante de la pandemia. Por un lado la soledad y por otro el bombardeo constante y excesivo de la televisión. Creo que aquí llega la parte más filosófica o de racionalización del álbum, con “In This Short Life”, también basada en un poema de Dickinson, y con el positivo instrumental “This Too Will Pass”. ¿Qué nos puedes contar sobre la inspiración de estas tres canciones?
En “Such a Drag” estaba pensando en la sensación.. me imagino a una mujer viuda o sola, de unos setenta y pico años, que tampoco tiene muchos vecinos y ha pasado mucha soledad. Aparte que ya tenía soledad antes de la pandemia esto ya la ha dejado en la profunda soledad. Y en la letra hablo de que si tiene suerte igual su sobrino viene a visitarla en otoño, siendo ahora mayo. Y la televisión, sí.. no sé, me pesó mucho esa situación que muchas personas pudieron tener. Yo, estuve en un piso de sesenta y cinco metros cuadrados y éramos cuatro personas y un gato, mucha soledad no pasé. Pero pensaba en gente que estuviera pasando una soledad muy dura y me inspiré en esta mujer de la canción. Y una sensación de claustrofobia, con la instrumentación, sobre todo con la electrónica de Xabier que hice ahí, lo ilustran muy bien. Es algo como muy pesante y muy agobiante. Y de ahí igual sí que se pasa a la parte más filosófica de “In This Short Life”, que es súper sencilla e increíble en su sencillez. Me acuerdo que Bettina, que es la directora de Thrill Jockey, escuchó esta canción y dijo “es una pasada, ilustra perfectamente, nos dice todo lo que tenemos que saber ahora”. En esta situación que hemos estado, define perfectamente lo poco que hemos podido hacer.

“Más que inspirarme la pandemia lo que hizo fue hacerme crear de otra manera, y como resultado de todo esto salieron las canciones que están en el disco”

-Es una letra que va al grano, lo que dices, es muy corta pero expresa mucho.
“En esta corta vida que sólo dura una hora, cuánto y cuan poco está en nuestro poder”. A veces nos creemos que podemos definirlo todo cuando estamos en el run run de la rutina y el ritmo frenético y luego cuando nos paran decimos, pero si no puedo definir nada. Es un poco esa dualidad.

-Y el instrumental, “This Too Will Pass”, ¿sería como una luz al final del túnel por tu parte?
Sí, para mí misma, para mi entorno, mis seres queridos… es un poco marina esta canción. Una sensación como de ir navegando, estar en una tormenta y saber que esto también pasará, que vamos a seguir navegando. Tiene un ir y venir de olas, este instrumental. Y también me salió espontáneamente sin letra porque pensé que ya la melodía tenía una historia en sí misma. Creo que no he hecho ningún disco en el que aparezca un instrumental sin voz. Por primera vez.

-Es curioso cómo esta pandemia nos ha traído menos libertad en algunos aspectos y mucha más libertad en otros, al menos para algunos. “Unfamiliar Minds”, el tema homónimo y central del disco, me parece que puede tratar sobre el autoconocimiento, o el autodescubrimiento, con la posibilidad de visualizarse a uno mismo de una forma más clara, o al menos con menos interferencias. Mentes con las que hasta ahora no estábamos demasiado familiarizados. ¿Qué significa la canción para ti?
Me surgió un poco por lo que dices: un autodescubrimiento, pensar que hay zonas de la mente que en una rutina y una vida predecibles y de un transcurrir relativamente natural hay zonas de tu mente a las que nunca llegas, y cuando pasa algo así que es como tan apabullante, y que te ha hecho un parón tan fuerte y tan claro, de pronto aparecen zonas de la mente que no sabías que estaban ahí. Y es una sensación personal pero casi a nivel colectivo también. Me acuerdo el ver la ciudad vacía, ir a comprar, hacer cola para entrar a un supermercado, ver a la gente y pensar lo que estaban pensando, las miradas, todo era tan diferente… lo conocido se volvió desconocido.

-Sí, había un tema psicológico ahí subyacente, ¿no?
Sí, y luego un poco de ironía, ¿no? Porque es todo tan raro que si no le pones un poco de humor o ironía a la cosa se hace demasiado duro. Es muy difícil entenderlo y mejor entenderlo con un poco de surrealismo o algo así. En la canción digo “por fin nos vamos a quedar ciegos y veremos nuestros cuerpos brillantes pululando por un cielo de fondo negro”, o algo así. O sea una cosa que no tiene ningún sentido, pero es una sensación.

-Por lo que dices igual es más positivo que negativo, ¿no? Lo de encontrarte con la mente que desconocías.
Puede ser positivo. Es como un Ave Fénix que resurge de las cenizas, una situación tan pasada de rosca que, ya después de ahí lo dejamos todo o emprendemos otro camino. Pues ya por fin nos quedamos ciegos y tiramos millas de aquí en adelante así, de esta nueva forma, con otra nueva realidad. Sí que hay optimismo, porque tenemos que seguir adelante sí o sí.

-Hablando de esta canción y del disco del mismo título, tengo que admitir que también la portada me ha hechizado, y creo que está muy bien representada esa dualidad, con las dos caras, una en primer plano y otra de fondo y borrosa. ¿Quién diseñó la portada? ¿Qué queríais transmitir?
La fotografía es de Pablo Axpe, un fotógrafo de aquí de Donosti, y es muy fino, muy preciso. Esa precisión con un fondo de medusas (también fotografió él las medusas), pues queda muy bien el sobreponer planos de cosas tan diferentes y tan claras. También está la cara borrosa que comentas.. pues “Unfamiliar Minds”, es una mente reconocible y un fondo de mente no reconocibles, y son un poco como consciencias arcaicas. Un poco el inconsciente colectivo sacando las cosas arcaicas en las que nunca habíamos reparado. Un nuevo autodescubrimiento, lo que decías.

-Sobre “No Trace”, diría que quizá trata sobre escapar y buscar la tan ansiada libertad, sin dejar rastro, claro, por lo que pueda pasar. ¿La ves como una canción de huída?
Sí, puede ser de huída. En esta canción me vino el ritmo y salió del tirón. Lo que es curioso para mí con esta canción es que la tengo vinculada a un artista, a Milford Graves, que era un  batería de Nueva York que murió durante la pandemia, y era un doctor de bandas, porque además de de ser batería había ideado máquinas que medían el ritmo mediante electrodos del corazón pero de forma muy musical. Entonces él podía medir los ritmos de cada músico en un grupo y ayudarles a reajustarse si no tenían bien esa respiración común de los grupos. Y muchos grupos conocidos habían ido a dónde él a pedirle consejo. Hay una película que se llama “Full Mantis”, que estuvo aquí en el festival Dock of the Bay, y era sobre él. Me encantó esa película. Tuve la suerte de conocer a un músico amigo suyo y tenía mucha ilusión de poder ir a Estados Unidos a conocerle, pero se ha muerto. Y se murió el día después de escribir yo esta canción, o el mismo día. Al día siguiente leí sobre su muerte, “No Trace”, sin dejar ni rastro porque era súper humilde y ahí se fue por la puerta pequeña. Y le tengo vinculado a esa canción.

-Finalizas el álbum con “Water”, un tema, el agua, sobre el que ya hablabas en la canción “Wreckage of The Hunt”, de una de tus recientes colaboraciones. ¿Qué supone temáticamente, una especie de vuelta a lo esencial?
Sí, una vuelta a lo esencial, un poco esa conciencia ilustrada por las medusas de la portada, una sabiduría arcaica… se dice que toda la vida ha empezado en el agua, ¿no? Cada pequeña vida empieza en el agua, y es un poco eso, volver a lo esencial, como dices tú, y apreciar lo sencillo, sin borrones ni polución de consumismo.

-Has vuelto a colaborar con Xabier Erkizia, quien produce y co-arregla las canciones contigo, además de contar de nuevo con la guitarra de Joseba Irazoki para dos temas. ¿Cómo llevaste las canciones al estudio, con la idea ya muy clara y con demos que habías hecho en casa o se completaron en su mayoría en el propio estudio?
Fue bastante “ping pong”, porque lo estuvimos grabando cuando todavía no podíamos salir de los municipios. Yo vivo en Donostia y Erkizia vive en Bera, así que hubo mucho trabajo de grabar yo en mi estudio, en mi casa, y mandárselo a Erkizia. Intercambiar ideas, ir trabajando cada uno por su lado, poner en común y cambiar lo que hiciera falta. Luego sí que hubo una finalización de la mezcla en común en el estudio, pero sí que ha sido un trabajo un poco de ping pong, porque la situación hizo que así fuera, y de hecho me ha gustado mucho trabajar así, con la tranquilidad de estar en casa sin presión de tiempo, ni tener que acabar hoy, porque son ocho horas y hay que salir. Esa tranquilidad igual se ve reflejada en el disco.

-Los sonidos electrónicos que aporta Xabier, y que en cierta medida ya estaban presentes en otros trabajos tuyos, creo que alcanzan aquí una presencia importante; es un disco que suena etéreo, casi ingrávido por algunos momentos. La ensoñadora portada y esas medusas que flotan casan muy bien con esos sonidos. ¿Qué querías transmitir con ese tipo de sonidos?
Me pareció que las canciones, arregladas de esa manera tan cruda y sin instrumentos muy terrenales brillaban ya por lo que eran, no les hacía falta otra instrumentación diferente. Me pareció que era como un buen vestido para estas canciones.

“Pido que volvamos a poder retomar la actividad, con ilusión y con dignidad”

-Percibo una influencia de las películas de David Lynch y de su colaborador Angelo Badalamenti en algunas de estas canciones. No sé si será cosa mía. ¿Te gustan sus películas y su tratamiento de la música y del sonido? ¿Puede haberte influido de algún modo?
Puede ser, sí que me gustan. No he visto muchas pero sí que, cuando he visto alguna (que es hace muchísimos años), empezando por Twin Peaks, que salió cuando éramos pequeños y era acojonante, o sea yo tenía miedo sólo de escuchar la música. No lo podía casi ni ver. Era bastante pequeña pero, esa intensidad y esa cercanía, esa forma de hacer algo íntimo y ponerlo en pantalla grande, no sé cómo decirlo… me ha impactado mucho porque realmente las películas o series de David Lynch tienen un sello, y siempre tienen esa intensidad, que de algo intimista te hacen sentir algo muy intenso. No es sutil, es como algo muy aplastante. No es grandilocuente, es sencillo, pero tiene una fuerza increíble.

-En un principio ibas a publicar el disco en octubre del 2021 y finalmente verá la luz ahora, a finales de enero. ¿Cómo te has tomado estos atrasos, con paciencia y filosofía o mordiéndote un poco las uñas?
Un poco enfadada al principio, porque este retraso se debe a que en Estados Unidos, todavía a día de hoy, hay retraso por la pandemia en la producción de vinilos en concreto. En general en todo pero… es una pasada, hay meses y meses de espera. Es por eso que se ha tenido que retrasar, no sólo mi disco sino el de otra compañía discográfica que vamos a sacar el mismo día, y está así la cosa. Como no es nada que yo pueda cambiar enfadándome, pues me lo tomo con filosofía y paciencia.

-Tanto como artista como ser humano, ¿que le pides al 2022? 
Que traiga optimismo y que traiga trabajo. Como yo soy artista dentro de la música y como persona me afecta mucho mi trabajo porque es vocacional.. pues creo que los músicos de la música independiente hemos quedado muy tocados, porque hay algunos que han retomado el trabajo y tienen trabajo pero hay un gran sector que está muy ralentizado. La de salas que han tenido que cerrar. El sector independiente, dentro de la música moderna está especialmente tocado. Pido eso, que volvamos a poder retomar la actividad, con ilusión y con dignidad.

Próximas fechas:

3 de marzo en Bilbao (Kutxa Beltza)
31 de marzo en Donosti (Sala Club, Victoria Eugenia)
4 de abril en Madrid (Festival de Arte Sacro)

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.