Electrónica bipolar
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Electrónica bipolar

Virginia Arroyo — 15-09-2011
Fotografía — Archivo

Con su reválida, Digitalism no hacen más que confirmar lo que ya intuíamos: que su capacidad para crear hits es inagotable y que siguen siendo una de las bandas más divertidas que ha dado Alemania. Hablamos con Jens Moelle de la colección de temazos que se gastan en “I Love You, Dude”.

Parece que la Santa Trinidad de la electrónica para las masas ha vuelto a la tierra: primero fueron Simian Mobile Disco con aquel “Delicacies” de finales del año pasado, luego Justice con ese hitazo que es “Civilization” y ahora Digitalism aterrizan de nuevo en nuestras terrenales vidas con “I Love You, Dude”. Nada menos que cuatro años han pasado desde que el dúo alemán publicara su exitoso “Idealism”. “Cuatro años tampoco es tanto tiempo”, se justifica Jence. “Sacamos el álbum en 2007 y estuvimos como dos años de gira. ¡Dimos la vuelta al mundo un par de veces! (risas). Después continuamos haciendo sólo Dj sets para poder estar más tiempo en casa y comprar cosas para el estudio. No fue hasta este último año que tuvimos tiempo para ponernos a escribir cosas nuevas. Tampoco teníamos prisa. No somos como Lady Gaga, que la gente compra su música y a la siguiente semana ya se compra otra cosa. Lo nuestro es más underground: la gente se toma su tiempo para comprarlo y descubrirlo”. Jence, nacido Jens Moelle, se muestra relajado y confiado en el trabajo que ahora presentan. Ni rastro de la presión que a algunos les supone un previo éxito discográfico y de crítica. “Qué va, si ha habido presión ha sido exclusivamente por parte nuestra. Somos muy perfeccionistas y nada nos parece suficientemente bueno en el estudio. Si por nosotros fuera, nunca acabaríamos de retocar las canciones, pero con el tiempo hemos aprendido a decir ‘basta’”. Seguramente parte de esa liviandad y falta de ataduras tenga mucho que ver con cómo se han planteado este disco. “Hicimos exclusivamente lo que nos apetecía”, explica Jence. Y el resultado es un disco notable y, como ellos mismos remarcan, “más extremo que el primero: con más rápidas y más lentas, más polarizado”. Un jugoso álbum en el que el dúo explora con éxito diversos géneros con las miras siempre puestas en la pista de baile: un poquito de electro por aquí (“Antibiotics”), alguna personal aproximación a la música disco (“Stratosphere”), guiños a bajas revoluciones al big beat de gente como Apollo 440 (“Miami Showdown”) y momentos abiertamente poperos como “2 Hearts” o “Forrest Gump”. Precisamente en este último tema contaron los teutones con una colaboración de lujo: la del frontman de The Strokes, Julian Casablancas. “Fue genial porque en aquel momento él estaba con la promoción de su disco en solitario y pensábamos que nos mandaría a tomar por culo, pero qué va: sacó un rato para grabar una idea de unos pocos segundos y nos la envió”. Esta colaboración evidencia la marca de fábrica de Digitalism, una banda con el corazón dividido entre la electrónica y el rock “Bueno, es que nosotros somos bastante bipolares, como Charlie Sheen (risas). Tenemos una parte indie y una parte electrónica, y no creo que ninguna de las dos vaya a vencer nunca a la otra: siempre seremos una mezcla de ambas, está en nosotros”. Y, aunque uno diría que en este álbum la balanza se inclina más hacia la electrónica, ellos confiesan que en su iPod “antes había más techno y ahora hay más indie”. Lo que sigue sin cambiar es que son unos cachondos mentales. Sólo ellos (bueno, ellos o Das Racist) podrían titular un disco “I Love You, Dude”, como un par de amigos a las tantas de la madrugada en plena fase etílica de exaltación de la amistad. “¡Sí! (risas). Aunque lo cierto es que tampoco pensamos mucho en el nombre del álbum, no buscábamos que tuviera un significado profundo. Nos gusta hacer tonterías y sorprender a la gente, y creo que este título es totalmente inesperado. Cuando lo lees, no sabes qué te vas a encontrar en el álbum: es perturbador y divertido”. Aunque para divertidos, los temas que contiene: hits directos, empaquetaditos para desparramarlos directamente sobre la pista, pero que no pierden fuelle escuchados en casa dentro de la lógica del disco. Esta cohesión, no obstante, tiene más de casual que de premeditada. “Nosotros escribimos tema por tema, por separado. En nuestro primer disco sí que había un par de canciones que sabíamos que tenían que ir exactamente en ese orden concreto en el álbum, pero esta vez sólo teníamos los temas, sin track list ni ninguna idea global. Lo único que teníamos claro es que no queríamos alargar innecesariamente ni el conjunto ni los temas: si quieres escuchar lo mismo, ve hacia atrás y dale al play otra vez”.

“I Love You, Dude” está publicado por V2/Music As Usual.

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