El vaso está lleno

Parece mentira, pero ya han pasado cuatro años desde su anterior referencia discográfica. Tiempo más que suficiente para renovarse y enfrentar la vida con nuevas perspectivas. Con el magnífico "Casi nunca llueve" el vaso de Dikers por fin está lleno.

Vuelven Dikers, cuatro años después de “Carrusel”, con “Casi nunca llueve”, el sexto disco de la banda liderada por Iker Piedrafita. El vocalista, guitarrista y motor creativo del trío achaca la larga espera al hecho de haberse encargado de la producción de “La tierra está sorda” (09) de Barricada y de enrolarse en el proyecto liderado por El Drogas. Dado que “lo que no podía era hacer Barricada y Dikers a la vez, paramos un año con la idea de retomarlo al siguiente. Sin embargo, al ir a hacerlo, Iñaki y Rikar andaban jodidos con los curros, habían perdido demasiados y no podían permitírselo, así que dejaron el grupo”. De esta manera, Piedrafita tuvo que buscar nuevos secuaces. “Sergio Izquierdo y Ubaldo Puente son los nuevos miembros. Hemos tenido que ensayar mogollón para volver a sonar a banda, pero lo hemos conseguido, creciendo además”. De hecho, el nuevo álbum resulta el más adulto de la discografía de Dikers. “Sí, empecé escuchando mucho punk rock, pero últimamente tiro más hacia el hard rock, hacia grupos más pesados. Además, tenía dieciséis años cuando grabamos el primer disco, donde había canciones que escribí con trece o catorce. Nos hemos hecho mayores y se nota”, siendo el resultado no tan acelerado y saltarín como antaño. “Sonamos más serios, sí. Es lo que buscábamos. Las melodías y las letras están más curradas”. Un crecimiento el artístico y el personal que ha hecho que el músico viva: “más tranquilo. Antes era más loco y me agobiaban más cosas. Ahora veo el vaso medio lleno”.