El rock más fuerte
EntrevistasRaydibaum

El rock más fuerte

Francesc Feliu — 12-01-2006
Fotografía — Archivo

Quienes les escucharon en el Ep “Grided Elephant” (Cydonia, 04) pudieron descubrir en ellos a un grupo con tendencia al emocore pero interesado en sonar pop. Su primer largo, “The Biggest Box” (Aloud) , vuelve a destapar su ansiado perfeccionismo musical y un talante fuertemente emotivo reconfigurando uno de los discos estatales de referencia de este pasado año en su género.

La densidad emocional de sus primeras cinco canciones no daba lugar a dudas. Raydibaum surgía para combatir el pop-rock inmediato con un disco rico en arreglos y detallista que requería forzosamente de un oyente activo. Una pequeña maravilla cuya finalidad última era embelesar al espectador con un credo propio lleno de honestidad y sapiencia, capaz de hincarse en nosotros sin necesidad alguna de efectismos. Ahora, transcurridos casi dos años, y sin cambiar mucho las cosas, su primer largo reafirma esa personalidad tan atrayente del cuarteto por las composiciones complejas y la diferencia. La calidad como máxima inquebrantable. “Había una cosa clara antes de empezar el disco y es que queríamos que sonara con una producción más ligera. Sonar menos producidos que el Ep, que estaba muy lejos de lo que hacíamos en directo. En este disco también hay cosas excesivamente producidas comparadas al directo, como el single ´Where Will We Go?´, pero es un disco de banda y suena muy crudo. Hemos tratado de hacer algo que no resultara tan bonito. Hay bajo, batería, dos guitarras, una voz y poco más; muy pocos coros, menos teclados. Nos hemos complicado mucho menos la vida”.

"Cuando tienes mucho tiempo para hacer una cosa la haces peor que cuando tienes menos"

Una grabación que, esta vez, ha ido más rápida, lo que ha repercutido directamente en la forma de plantear el sonido. “Cuando tienes mucho tiempo para hacer una cosa la haces peor que cuando tienes menos. Eso pasó con el Ep. Habíamos hecho de todo, capas y capas de cosas. Es un disco con mucho más aire y en que cada tema es un mundo. Pasó por tantas partes y tantas fases que el proceso fue muy largo, por eso tiene una diversidad tímbrica que este disco no tiene. Aquí hemos querido sonar más rock”. Quizás eso explique la sorprendente inclusión de esos dos temas ya aparecidos en su primera referencia. “Hemos regrabado las versiones de ´Greetings From Dallas´ y ´Galactic Breadbear´ porque no sonaban exactamente como queríamos que sonaran en el disco. Además pensábamos que el Ep no había llegado a suficiente gente. Por eso no las cogimos y las metimos directamente, sino que las volvimos a grabar para dar una unidad de sonido al disco”. Y es que la perfección tiene un coste. En este caso el de una lentitud creativa que, si bien a la postre resulta beneficiosa para degustar espléndidas canciones, resulta algo engorrosa durante el proceso. “Nos cuesta mucho. Somos muy tiquismiquis en estas cosas y si una idea no nos acaba de gustar se reelabora y reelabora. Lo que sí tenemos claro es que el próximo disco nos habrá de procurar un estímulo nuevo, hasta incluso en la manera de componer”. Un quehacer que, a día de hoy, pasa por su respetuosa mirada a algunas bandas míticas dentro del emo, no sin una atención importante por el pop-rock actual. “Quizás ha salido más la palabra Death Cab For Cutie a la hora de hacer los temas que no Sunny Day. Esto puede ser porque no hay ningún teclado grabado como tal y estos no se perciben tanto, pero si los temas después de haberlos grabado hubiéramos puesto una base de Rhodes a la mayoría, sí que hubiese cambiado la cosa. Quizás la idea inicial es Death Cab, pero luego al poner tantas y tantas cosas allá dentro ya no lo parece. Eso y el que nos rompamos la olla con las estructuras hacen que seamos diferentes a lo que se oye por ahí. No hemos visto otros grupos que se puedan englobar dentro de lo que nosotros hacemos, al menos en Barcelona”. Una diferencia que ahora mismo se respalda tras un sello tan joven y vital como Aloud. “Lo enviamos a mucha gente, pero Aloud era como el sitio natural donde ir a parar. Llegamos a ellos en parte gracias a Ramón Rodríguez, cuando nos dijo que no editaría más cosas en Cydonia por un tiempo. Con Sergio (responsable de Aloud) tuvimos muy buena sintonía desde el principio y nos pareció un buen paso. Tiene la energía que necesitábamos para que nuestro proyecto llegase a más gente. Cydonia estuvo bien e hizo su trabajo. Ahora vamos un paso más allá”.

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