Tras felicitarle por el concierto de la noche anterior, y antes de interesarnos por su nuevo disco -“The Eyes Of Alice Cooper”- nos tomamos la libertad de inmiscuirnos en su vida privada. No es habitual ser citado antes de las nueve de la mañana, y eso despertó nuestra curiosidad. “No bebo, no fumo, no tomo drogas... así que me levanto cada día a las siete, incluso antes si estoy en casa. Digamos que vivo un estilo de vida nada rock´n´roll, después de haber llevado el r´n´r hasta el límite junto a tipos como Jim Morrison. No he tomado una copa en veintidós años, y viendo a los chicos de la banda, cuando vuelven bebidos, la verdad es que no lo echo de menos para nada”.
Quizás es esta vida sana la que le permite estar en forma para ofrecer unos conciertos que, en su nueva gira, pierden teatralidad en favor de un rock más directo. “Si le das al público mucho teatro no lo pillan todo. Es demasiado para ser absorbido. Por eso ya no hacemos la guillotina. La hemos hecho muchas veces. Damos en principio sólo rock´n´roll y más tarde sacamos la serpiente, Madonna y Britney, la camisa de fuerza...”. Es coherente que así sea, viendo la orientación de sus nuevas composiciones. “Nos inspiró ver a bandas jóvenes haciendo nuestra música. White Stripes, Vines, Strokes, reivindicando el estilo de Alice, Stooges, MC5… Nuestros fans dijeron: ´deberíais volver atrás y hacer esto´. Y es fantástico, porque ésta es la música más divertida y fácil de hacer”. Seguramente por eso el disco suena tan clásico y fresco al mismo tiempo. “Estoy de acuerdo. Si tocamos ´Mr. Nice Guy´ o ´Eighteen´ junto a ´High School´ parece que fueron escritas en la misma época. Además, por primera vez tengo la banda ideal para un álbum así. Fuimos al estudio y grabamos en directo, escogiendo la mejor de unas veinte tomas. Si después alguien pretendía arreglarla le decía que no, que no quería un álbum perfecto, sino con carácter”. Echando la vista atrás, es inevitable ver a Alice Cooper como un pionero, un artista inusualmente influyente. “Siempre tuve reconocimiento de la prensa y de Marilyn Manson, Rob Zombie, Kiss e incluso Ozzy. ¡Nosotros hacíamos glam antes que Bowie! Estábamos en cuatro frentes: glam, teatro, shock y gótico. Y si preguntas a los Pistols te dirán que Alice empezó el punk. Por tanto, iniciamos cinco movimientos por los que creo que sí hemos recibido crédito”.
Con todo, el caso de Marilyn Manson es el más evidente de los últimos años. “No le conozco, pero me encantaría. Creo que es muy creativo. Al principio de su carrera no me gustaba nada su anti-cristianismo. Era ofensivo para mí. Apreciaba que tuviera un show teatral, pero sin estar de acuerdo con lo que decía. Su actual show de burlesque-grotesque es mucho más interesante. Antes era predecible, se trataba sólo de molestar a los padres”. Por otra parte, el inventor del shock-rock asume que hoy en día no es nada fácil impactar. “No creo que el rock´n´roll sea peligroso para nada. Gente de setenta años escucha rock, porque tenía treinta cuando salieron los Beatles. Y es muy difícil impactar a las nuevas generaciones, ¡debería serrarme un brazo! Mi objetivo es entretener, no impactar. Sacar una serpiente sé que ya no impacta, es entretenimiento. Si la serpiente me matara, ¡eso sería impactante!”. Tantos años en primera línea han hecho de Alice Cooper un privilegiado observador de otros grupos. Presume de haber servido de trampolín -al escogerles como teloneros- a ZZ Top, Blondie, AC/DC, The Cult o Guns & Roses, y a estos últimos se refiere, recordando que Slash se les une siempre que van a Los Angeles. “Conozco a Axl desde que empezó y no sé en qué está pensando. No lo entiendo. ¡Podría salir de gira y agotar todas las entradas! Sería el tour del año, pero deja que una gurú de Cedona le diga que no lo haga, sin ningún motivo para ello. ¡Axl, tú tomas las decisiones y no una idiota de Cedona! ¡Saca el disco ya, simplemente sácalo! ¡Es sólo un disco de rock, no la declaración de la independencia! Los otros chicos, Duff, Slash... sólo quieren salir y tocar y pasarlo bien”. Menos imperativo se muestra Alice, desde luego, cuando conversa sobre sus amigos Iggy y Ozzy, pero sobre todo cuando se refiere al malogrado Keith Moon.“Fue uno de mis mejores amigos. Solía venir a mi casa y se quedaba cuatro o cinco días (risas). Era la estrella de rock definitiva, no tenía que responder ante nada ni nadie. Si quería ir por Sunset Boulevard disfrazado de Hitler o ir a los Grammy travestido, simplemente lo hacía y nadie decía nada, porque era Keith. Era una locura, pero fue el mejor batería de rock de todos los tiempos. Le eché de menos cuando murió tan joven. Simplemente vivió demasiado deprisa, no era posible calmarlo y se quemó”. Y es increíble que The Who sigan adelante incluso tras la muerte de John Entwistle. “Amo a Pete Townshend. Es quizás el mejor guitarrista de directo que ha existido y uno de los mejores compositores. Y Daltrey es un gran amigo. No creo que nadie supiera que Entwistle estaba tan metido en drogas. Debe ser duro para ellos seguir, pero Pete fue quien escribió las canciones y Roger quien las cantó, así que moralmente pueden hacerlo”.
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