Coheed And Cambria es uno de sus grupos que evitan medias tintas casi
sin quererlo. Tienen una fiel legión de seguidores que han asimilado mejor que
bien la mística creada alrededor de la banda y también quien recela de tanta
épica. Sin embargo, sus nuevos temas suenan como un trueno y arrastran al
primer extremo. “Esta vez hemos probado
bastantes cosas nuevas en el estudio a la hora de grabar y eso nos ha aportado
una nueva visión sobre los temas. El sonido que hemos conseguido aquí es el que
buscábamos lograr en anteriores discos. Creo que ese sonido tan atmosférico es
muy certero con el concepto que teníamos en mente antes de entrar a grabar”.
Claudio Sánchez, sangre puertorriqueña e italiana por sus venas y alma máter
del combo, nos contesta al otro lado del hilo telefónico con la tranquilidad de
las cosas bien hechas. Junto a Travis Stever, Michael Todd y Chris Pennie han
facturado un hermoso y furibundo quinto plástico. “El disco es tan melódico porque creo que es una buena manera de
reforzar las letras, el mensaje global del álbum. La melodía refuerza el drama,
el impacto de las palabras”. Tan es así que le digo a Claudio que uno de
los temas, “World Of Lines”, puede recordar a lo que Michael Jackson hubiera
hecho si le hubiera dado por ser punk. “¡Qué
gran piropo, muchas gracias!”. La espera de los fans ha sido saciada con
dos canciones, “The Broken” y “Here We Are Juggernaut”, con las que estos han
tenido que hacerse una idea del contenido del disco. Claudio cree que bastante
aproximada por sonido y temática. “El
single elegido simboliza un poco el mensaje del disco: conocer tus debilidades
te hace paradójicamente más fuerte y capaz de seguir adelante perseverando.
Hablamos de lucha interior, una tormenta con la que cada uno lidia a diario que
es la que te hace ser un individuo. Vivimos en un período que parece de
decadencia, y ahí es donde ese mensaje cobra más importancia para saber que, en
esas luchas interiores, cada persona no está sola y entre todas se puede
conseguir algo mejor”. Como decíamos, la mística de Coheed And Cambria está
alimentada por la serie de novelas gráficas “The Amory Wars”, en las que Claudio da rienda suelta a su
condición de narrador de ciencia ficción interplanetaria. Con la edición
especial de “Year Of The Black Rainbow” sus
seguidores podrán disfrutar de la nueva entrega: nada menos que trescientas
cincuenta y dos páginas de la saga Kilgannon. “La novela es una precuela de ‘The Amory Wars’, habla de lo que ocurre
antes de la creación de Coheed And Cambria en el contexto de esas series, pero
hay que decir que no es necesaria para disfrutar del álbum, es una extensión en
el que caso de que el oyente quiera más, que quieran adentrarse en una obra de
ficción. Las canciones del disco provienen de dentro de mí y sus sensaciones
son universales, más allá de ‘The Amory Wars’. Aun no sabemos si este será el
final de una etapa de nuestros cinco primeros discos. Es pronto y hay que dejar
al álbum brillar por si mismo, no hay nada concreto al respecto. Lo único
cierto es que tapa la parte, el vacío, que le faltaba al aspecto gráfico de la
banda”. No es habitual, aunque tampoco raro, encontrarse hoy en día con
artistas tan aparentemente bilingües en el lenguaje artístico. Claudio responde
tras pensárselo un poco y su respuesta quizá sorprenda a algunos. “Las dos son muy importantes en mi vida,
tanto escribir cómics como tocar son maneras que tengo de expresarme, de sacar
cosas de dentro. Si me preguntas si soy un músico que escribe o un escritor que
toca música, es curioso pero diría que lo segundo. No me considero un músico en
el sentido técnico de la palabra, creo que no tengo tanta fluidez tocando la
guitarra como quizá con los comics”. Eso es algo que habla bien de su
habilidad gráfica, habida cuenta de los méritos de este “Year Of The Black Rainbow”, capaz de convertir a los agnósticos
del progresivo a la peculiar fe de los norteamericanos.
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