El mio sin azúcar

Por favor, un café. ¿Con leche? No, solo y sin azúcar. ¿Sin azúcar? Sí, un café sin azúcar. Puede resultar amargo, pero es así como me gusta. Oscuro, natural y duro, como el sonido de los madrileños Sugarless. Después de cuatro años, diez maquetas y cien conciertos, un primer disco llamado «Asegúramelo». Frankie, guitarrista del grupo, comenta «para poder tocar y para ir mostrando a las compañías lo que hacíamos, grabábamos maquetas con nuestra música que no llegábamos siquiera a publicar». Y aunque el disco sale ahora, las canciones que componen «Asegúramelo» están grabadas desde hace año y medio. «La producción corrió a cargo de Javier Abreu, que ha hecho otros trabajos con Boikot, Motores o Killer Barbies. Fuimos a Vigo con él y grabamos las canciones para su sello que se llama Man Records. La publicación se ha retrasado pero ha merecido la pena esperar, a última hora se propuso incluir una pista Cd-R con imágenes de la banda en directo, para que la peña que no nos conoce se haga una idea de lo que es Sugarless». Con la tardanza, lo normal en un grupo es seguir componiendo temas nuevos y casi sin darse cuenta completar lo que puede ser un nuevo disco. «Sí, tenemos prácticamente el segundo álbum, a ver qué sale. De momento ya tenemos siete temas nuevos de caña brutal con sonido «todos a botar». También estamos viendo que podemos hacer con la tecnología para el próximo trabajo, ya que hemos investigado un poco con los loops y las percusiones, pero de forma muy hogareña». «Asegúramelo» dura poquito, pero es intenso y directo. «Queríamos dejar una carta de presentación. Grabamos dieciséis temas y elegimos diez, para que quien los escuche los recuerde. Además para que un disco sea bueno no hace falta que tenga veinte temas sino que los que tenga sean de calidad». Y el interrogante que se hará todo el mundo que todavía no ha escuchado a Sugarless es, pues eso, ¿a qué suenan?. Pues a mí me suenan muy bien. Un rollo Superskunk pero todavía más cañero, como Sobrinus pero algo más duro y desgarrado, o como La Vacazul pero no tan clásico. «Con todos estos grupos hay muy buen rollo. Estamos luchando codo con codo, haciéndonos una competencia supersana de yo por ti, tú por mí, con un respeto tremendo. Invitándonos a conciertos, buscándonos bolos y ayudándonos mucho». Seguro que al hacer esta reflexión a Frankie le pasaron miles de imágenes por la cabeza de conciertos que él ha visto y también ha dado en el Siroco de Madrid, cuna que ha visto nacer a todos estos grupos. «El Siroco para todos nosotros es parte de nuestra familia». Sugarless, bajo, guitarra, batería y vozarrón personalísimo y sin pelos en la lengua, con letras claras y mensajes antis. «Si queremos que la gente además de entender nuestra música entienda nuestro mensaje entonces debemos cantar en su idioma». Para tomarlo solo y sin azúcar.