El maquinista de la proyección
EntrevistasJeff Mills

El maquinista de la proyección

Albert Alcoz — 10-03-2005
Fotografía — Archivo

Con motivo de la publicación de la banda sonora del film “Three Ages” (1923) de Buster Keaton y del tercer aniversario de la sala The Loft, Jeff Mills se acercó a Barcelona para realizar un directo a medio camino entre la sesión de baile y el espectáculo fílmico. “Estamos descubriendo que se podría definir como espectáculo fílmico bailable. En Francia lo llaman Cinemix. Algunas veces las imágenes visuales son más importantes que la música, que es tan sólo una banda sonora de lo que la gente está viendo. Otras veces es lo opuesto. Aún estoy aprendiendo en qué situaciones la música funciona mejor”. El porqué de enfrentarse a una comedia romántica dividida en tres épocas diferentes (la edad de piedra, la edad romana y la moderna) protagonizadas todas ellas por el cómico Buster Keaton; debe haber sido una de las preguntas más contestadas por el Dj de Detroit durante este tour. “Estaba buscando pequeños filmes de los años veinte y de los treinta de carácter más experimental. Investigando encontré una compañía de París que tenía los derechos de miles de películas de aquella época. Así que contacté con ellos y cuando quedamos me preguntaron si estaría interesado en componer música para ´Three Ages´. Nunca compuse música para una comedia anteriormente, así que creí que sería un reto con el que poner a prueba mis habilidades. Creo que la compañía de cine vio lo que hice con ´Metrópolis´ y tuvieron la idea de que podría hacer algo parecido con esta otra”.

"Mucha de la música que creo en la actualidad carece de compromiso respecto a si la gente puede o no bailar"

Y así ha sido. Jeff Mills ha solucionado, a su manera, la posibilidad de construir un cuerpo sonoro para unas imágenes en movimiento cuyo protagonismo recae en un enamoradizo Buster Keaton, cuyo ingenio le lleva a conseguir la mujer que desea en cada una de las tres edades que presencia. “Sí, pensé que la música debía ser diferente en cada época respecto a la estructura. Pero el ritmo y toda la estética debía ser igual porqué Keaton es básicamente la misma persona en todas las épocas”. El tono humorístico de las escenas no ha sido enfatizado. “Quería crear algo que no fuera evidente, que permitiera que pasaran escenas cómicas pero sin participar en ellas. No quería equivocarme tratando de hacer música divertida o intentando acentuar las acciones de Keaton”. Su método de trabajo ha resultado ser un proceso intuitivo que ha dejado margen para la imaginación, sin atender exclusivamente a cada una de las secuencias. “No miraba la película mientras estaba componiendo. Lo hice anteriormente bastantes veces, cuando escribía notas. Después componía de memoria”. Respecto a la manera en que ese proceso de conjunción de imagen y música es trasladado al directo, Jeff Mills se muestra optimista. “La tecnología actual es diferente. En el año 2000 no existía tecnología que controlara el audio y el vídeo en el mismo aparato. Actualmente hay una máquina que hace las dos cosas, de manera que funciona como turntable. Ahora es posible usar cualquier soporte de DVD y acelerar el tempo, realizar bucles o lo que sea, como si fuese un compacto o un vinilo” Un set que se desmarca de la aparente imposición que supone hacer bailar a la gente. “Mucha de la música que creo en la actualidad carece de compromiso respecto a si la gente puede o no bailar. El espectador ya encontrará por sí mismo lo que quiera hacer”. Preguntado por su opinión acerca de otras bandas sonoras de raigambre electrónico comenta:< b> “Creo que son signos de que la audiencia siempre tuvo en mente la idea de música electrónica en el cine. Siempre ha habido el deseo de colocar dos formas de arte juntas. Y espero que ahora a causa de las circunstancias de la música dance –de su cierto declive-, los artistas encuentren este tipo de refugio”. Para él el futuro de la electrónica es: “Brillante. Y lo creo gracias a su naturaleza, y a la estructura y organización de la música electrónica. El tiempo avanza, como lo hace la música electrónica y lo hacen las razones por las que muchos queremos crearla, así que para mí la electrónica supone dedicar tiempo intentando describir cómo va a ser el futuro. Siempre habrá seres intentando descubrirlo”.

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