Básico y rotundo, la figura
del monolito ha sido elegida en múltiples ocasiones como representación de la
inteligencia y el desarrollo humano, del largo trecho que va desde nuestros antepasados
simiescos al hombre de las estrellas. Cósmico y espiritual, a Stephen O’Malley
no le asusta poner a transitar a Sunn O))) por esa misma vía, aún a costa de
separarse un poco más del metal abstracto que la banda -esencialmente O’Malley
y su compinche Greg Anderson- practicaba hace una década. Porque “Monoliths
& Dimensions”, un álbum
que ha formado parte de toda lista de lo mejor del pasado 2009 que se precie,
busca sin medias tintas cotas altas y ambiciosas, jugueteando con términos y
referentes de la alta cultura que supongo que levantarán ampollas entre los metalheads que alguna vez se contaron como fans del dúo. “Escuchamos
bastante jazz. Aunque más que por el free-jazz yo diría que el disco está más influenciado por
el primer jazz eléctrico, donde los músicos se enfrentaban a estructuras mucho
más abstractas y, al mismo tiempo, eran capaces de tocar clásicos del jazz de
memoria. Pero quiero dejar claro que para nada estamos intentando hacer jazz,
por mucho que en el disco colaboran músicos, esencialmente los vientos, que sí
vienen de ahí. Creo que ‘free music’ es más adecuado, en cuanto que estamos más
en la línea de una música abstracta y libre”. Otro nombre que se ha usado repetidamente como
referencia a la hora de enfrentarnos a la escucha del disco es ese gran tótem
de la música religiosa contemporánea llamado Arvo Pärt, si bien a mí
personalmente me resulta mucho más clara la influencia del “Réquiem” de Ligeti, que precisamente Stanley Kubrick
(¿hablamos de monolitos?) utilizó en algunas escenas de “2001, una odisea en
el espacio”. “Me resulta curioso
hablar de influencias, porque si gustas de explorar nuevas músicas te hallarás
influído por cualquier artista de una u otra manera. En el caso concreto de
Pärt o Ligeti admiro su trabajo, que considero muy inspirador, a pesar de no
alcanzar a comprenderlo”.
¿Comprenderlo? ¿Debemos comprender la música para poderla disfrutar? ¿Acaso es
comprensible un trabajo de la complejidad técnica y conceptual de “Monoliths
& Dimensions”? Y aquí
O’Malley se contradice. “Yo no entiendo muchas de las cosas que me
interesan, y quizás una de las claves sea ésta: el placer de explorar y
aprender. Descubrir, sorprenderse
por estructuras y conceptos que se muestran poco a poco y no en primer término.
Creo que esa es una de las cosas hermosas que puede ofrecer la música. De hecho
con ‘Monoliths & Dimensions’ me di cuenta de lo poco que comprendía el
lenguaje de mi propia música. Me interesa aprender a escribir música, utilizar
correctamente la terminología y ahí estoy centrado ahora mismo”. Y en esas están, tendiendo puentes entre sus
primeros trabajos y el presente, tal y como demostraron a su paso por el último
Primavera Sound interpretando “The Grimmrobe Demos”. “No nos sentimos alejados de nuestro material
antiguo, por eso lo recuperamos en aquella serie de conciertos. Nos dimos
cuenta que hacía mucho tiempo que no tocábamos en formato dúo y pensamos:
‘Hagamos conciertos otra vez como en los viejos tiempos’. Esa es la gracia”. Para su gira española, sin embargo se presentan
en formato cuarteto con Steve Moore (Earth, Steb Mo) y Attila Csihar (Mayhem). “Para
cuando lleguemos a España ya habremos hecho unos ochenta conciertos juntos. No
obstante, aunque la base de los conciertos es el nuevo disco, nosotros nunca
hemos intentado reproducir las canciones en directo tal y como han sido
grabadas. No contamos con un coro o determinados instrumentos para acompañarnos
durante la gira, así que lo que va a primar es la energía y la inmediatez”.
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