EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
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EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS

Sergi Sancho — 30-04-2002
Fotografía — Archivo

J. G. THIRLWELL ES UN ARTISTA DE LO MÁS VERSÁTIL, CAPAZ DE FLIRTEAR TANTO CON EL INDUSTRIAL, LA BOSSANOVA, EL TRIBAL, EL AMBIENT, EL BE-BOP O EL SWING. TODO CABE EN SU MUNDO EN EL QUE USA CIENTOS DE ALIAS: FOETUS, SCREAMING FOETUS OF THE WHEEL, FOETUS CORRUPTUS, STEROID MAXIMUS, MANOREXIA, ETC. Y ES QUE INTENTAR ENCASILLAR SUS COMPOSICIONES RESULTA TOTALMENTE IMPOSIBLE. INTÉNTENLO SI PUEDEN CON “FLOW” (THRISTY EAR/TRALLA, 02) Y SU REVERSO REMEZCLADO POR VARIOS ARTISTAS, “BLOW” (THRISTY EAR/TRALLA, 02).

“No creo que encuadrarme en el industrial sea acertado. Un único término no puede abarcar todo lo que he hecho en mi vida. A veces me considero un productor, otras un rockero, ugh, ugh, otras un escultor o experimentador sonoro, algunas veces un artista electrónico, un cantautor o incluso un artista pop”. Y si no ha estado metido en más embolados durante los últimos años es porque algunos graves problemas personales le han tenido fuera de circulación durante una temporada. Ahora, por suerte para él y para nosotros, vuelve con “Flow” y “Blow”. “Durante años he confiado demasiado en el alcohol y las drogas. Mi vida ha estado vacilando entre el miedo y el terror. Era habitual meterme substancias en el cuerpo para aprovechar el día, para que tuviese más horas, para ser más sociable, estar más seguro de mí mismo y para expandir mi conciencia, pero todo aquello se volvió contra mí y me convertí en un paranoico. A veces desvariaba como un gilipollas y acabé temblando de un modo tan intenso que no podía siquiera firmar en una hoja.

“Si escuchas las letras de mis canciones, la mayoría predicen mi muerte y esconden deseos reales de morir”

Si escuchas las letras de mis canciones, la mayoría predicen mi muerte y esconden deseos reales de morir. Estuve haciendo conciertos totalmente colocado, moviéndome en el espacio exterior y viéndome obligado a salir corriendo hacia el hospital al acabar. Se podía oler la muerte supurando de mi cuerpo”. De algún modo estuvo viviendo como si buscase morir a los treinta años, por lo menos hasta que tomó conciencia de que su vida se apagaba poco a poco. “Mis deseos de vivir fortalecían de algún modo mi camino hacia la autodestrucción. Fue entonces cuando tuve que tomar una decisión y darle un giro radical a mi vida. Estuve mucho tiempo en hospitales; pensé que jamás volvería a crear o a tocar en directo y me sentía víctima del miedo y de la ansiedad. Al volver a la música de nuevo, todo fue muy lento, pero la creatividad llegó rápido y me sumergí en una etapa muy prolífica de mi vida. De hecho, durante el año 2001 edité tres álbumes completos, aunque en realidad fueron bootlegs, porque tardé más de un año en recuperar mis contactos y conseguir que alguien publicase el nuevo material. Ahora tengo planeados dos discos más para este año, uno de Steroid Maximus y otro de Manorexia. Las cosas marchan mejor que nunca”. De todos modos, a la espera de esos trabajos, podemos disfrutar de “Flow” y “Blow”, un nuevo disco de Foetus y otro con las remezclas que de los temas de aquél han hecho gente como Techno Animal, Kid 606 o Scorn. “Durante muchos años he estado metiendo mano a las canciones de otra gente y es curioso ver cómo ahora algunos de ellos han enfocado mis temas. Y eso no solamente me da una idea de cómo perciben ellos mi música, sino que también me permite ver qué partes les parecen más interesantes y cómo trabajan con ellas. Por ejemplo, Kid 606 y Jay Wasco me han demostrado que son unos verdaderos genios con sus dementes interpretaciones”. Aunque no todas las reinterpretaciones son tan retorcidas. Por ejemplo, Charlie Clouser de Nine Inch Nails se ha tirado a lo rockero, llegando incluso a recordar demasiado a los de Trent Reznor. “No creo que sea malo tener a un remix rockero entre los doce. El álbum es muy variado y muestra un abanico de lo que es y de lo que puede llegar a ser la música electrónica. Ese tema en cuestión se está usando para un juego de la Playstation 2 llamado ´X-Box´ y el resultado es sorprendente”. Si a Charlie Clouser le salió la vena rockera siguiendo los pasos de su banda, a Franz Treichler también le sale la vena Young Gods en su reinterpretación de “The Need Machine”. “Es cierto, pero no creo que eso sea negativo. Escogí a gente que respetaba por su trabajo y buscar su visión era lo principal para mí. Franz ralentizó el tempo y grabó todas las voces de una forma distinta, más susurrante y me gusta ese aire subterranean-meets-outter-space-underwater-future-dub que le ha dado, muy cautivador y sexy. También disfruto con la versión de Pan Sonic, con esa degeneración y sentido del humor”. J. G. Thirlwell ha remezclado y trabajado con artistas de la talla de Prong, Nine Inch Nails, Pantera, Coil, Whitehouse, Voi Vod, Megadeth, Marc Almond, EMF, Marilyn Manson, Lydia Lunch o Red Hot Chili Peppers. Pero, ¿queda alguien con quien le gustaría trabajar? “Pues la verdad es que sí. Me encantaría hacer algunas grabaciones con Jennifer Charles (Elysian Fields) y, por supuesto, trabajar con David Bowie. Me gusta sorprenderme con la gente con la que trabajo, nunca sabes lo que puede ocurrir al girar la esquina y hacia dónde fluirán las ideas. Eso me ayuda a explorar nuevos caminos y a encontrar nuevas oportunidades para hacer algo distinto que no hubiera pensado por mí mismo o por mis propios trabajos”. A propósito y antes de concluir: ¿por qué únicamente usas tu nombre real para las remezclas o cuando trabajas para otros?“Lo uso para que la gente se fije, contacte conmigo y me den más trabajo (risas).

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