El hardcore del siglo XXI
EntrevistasThe Blood Brothers

El hardcore del siglo XXI

Roger Estrada — 18-06-2003
Fotografía — Archivo

Pocos discos escucharás este 2003 como "Burn Piano Island, Burn". Mejor dicho, ninguno. "El hardcore del siglo XXI", apuntaba nuestra reseña de hace un par de meses. Prueben a escucharlo y juzguen si nos equivocamos.

Guitarmy: treinta y seis segundos de lapos corrosivos y fulgurantes, riffs expulsados cuál bolas de fuego volcánico y una batería taladrando como un elefante en pleno lavado de cerebro. Bienvenidos a la jungla. ¿At The Drive-In? Bien, gracias; pero aquí se nos habla de otra cosa, se nos agrede con otro lenguaje: más caótico, desquiciado y hardcore, menos "radiable", pegadizo y rockero. En cualquier caso, a quién haya disfrutado con la grandiosa obra de los de El Paso (o con grupos coetáneos como The Locust o Dillinger Escape Plan, e históricos como Gang Of Four o Big Black), la propuesta de estos chavales de Seattle le entrará como speedball en vena nostálgica. ¿Screamo? ¿Spazz-core? Piensa en los Stooges haciendo el "Yoshimi Battle The Pink Robbots" de Flaming Lips, a Drive Like Jehu prendiéndole fuego al "Memories Collector" de StandStill, o a Minutemen y Fugazi colándose en el estudio de Glassjaw.

"El otro día bromeábamos acerca de que somos la banda que atrae a críticos y fans pero ahuyenta a la gente"

Ahora añádele al bueno de Ross Robinson (Sepultura, Korn, Amen, Limp Bizkit, Vex Red, Slipknot...) a los controles. "Alguien le pasó nuestro primer disco, parece ser que le entusiasmó y nos escribió un email diciendo que quería trabajar con nosotros. Lo cierto es que no teníamos ni idea de quién era, pero un amigo nos explicó que había producido a At The Drive-In y que deberíamos entrar en contacto con él. Lo hicimos, hablamos mucho por teléfono, vino a nuestros shows, le fuimos cogiendo confianza y, al cabo de bastante tiempo dándole vueltas, decidimos que él era la persona indicada. Y luego llegó la ´rumorología Robinson´: grabaciones tensas, músicos llorando en el estudio, gritos, violencia en el estudio… La gente parecía interesada en acojonarnos, pero debo decir que nos lo pasamos en grande con él. Fue una grabación muy distendida, con muchas risas y para nada agobiante. Nuestros discos anteriores se grabaron y mezclaron en diez días, mientras que para ´Burn Piano Island, Burn´ hemos estado unos dos meses". Morgan Henderson (bajista) me habla desde su móvil, mientras anda por las calles de una ciudad que no logro entender. Junto a Jordan Blilie (cantante), Johnny Whitney (cantante), Cody Votolato (ex-Waxwing, guitarrista) y Mark Gajadhar (batería) forma The Blood Brothers, quinteto formado en 1997 y con cinco referencias básicas en el mercado: "This Adultery Is Ripe" (Second Nature, 02), "March On Electric Children" (Three One G, 02), la colección de singles "Rumors Laid Waste" (Luckyhorse Industries, 03), "Burn Piano Island, Burn" y el DVD en directo "Jungle Rules Live", editado también por Artist Direct a precio reducido. Desconocedor de su dos elepés anteriores, le pido a Morgan que valore su nuevo trabajo en el conjunto de su discografía y me explique cómo ha sido recibido por la prensa y el público. "Creo que en ´Burn Piano Island, Burn´ hemos dado un buen paso adelante en nuestra carrera. Se trata de una buena mezcla del estilo simple, directo y más melódico de nuestro debut y el carácter más experimental del segundo disco. Mucha gente se lo bajó por Internet. La gente nos escribía diciendo que les gustaba mucho, pero ¡aún no había salido! Lo cierto es que nos parece muy sorprendente que nuestras canciones suenen en la radio, o que en el primer fin de semana se vendiesen cuatro mil copias del disco en Estados Unidos, que es como todo lo que ha vendido nuestro primer disco desde que salió. En Inglaterra la prensa se ha volcado mucho en nosotros, pero eso no ha motivado que nuestros conciertos por ahí hayan congregado a mucha gente. El otro día bromeábamos acerca de que somos la banda que atrae a críticos y fans pero ahuyenta a la gente". Corriendo los tiempos que corren, se me antoja urgente y necesario apostar por aquellas formaciones que anticipan el futuro, que se avanzan a su tiempo con valentía y señalan una de las muchas sendas por las que el rock puede avanzar durante los próximos años. "No estamos nada preocupados por gustarle al público masivo; por las giras que hemos hecho durante estos cinco años a lo largo de Estados Unidos sabemos que podemos gustarle a la gente, a cierto tipo de audiencia que conecta con lo que hacemos, y eso es muy valioso. Algo que también hemos comprobado en Europa, especialmente en ciudades como Munich y París, donde la experiencia ha sido muy satisfactoria". Morgan se reconoce un enamorado del viejo continente, más aún viniendo de un país en el que, pese a sus múltiples y enriquecedoras singularidades, abunda la obstrucción neuronal a base de colesterol y silicona. Grabar en Los Ángeles, la meca del mal gusto yanqui, no fue lo ideal, sin duda. "Es un sitio sucio y asqueroso, donde sólo te puedes mover en coche porque el transporte público es una jodida broma. Siempre está soleado, pero parece un sol de mentira. Somos de Seattle y cuando sale el sol es algo hermoso, pero en Los Ángeles es algo extraño, con ese cielo más gris y marrón que azul y todo anegado por la contaminación". Jóvenes y yanquis, pero para nada estúpidos e incultos, The Blood Brothers no son un grupo comprometido, pero sí que verbalizan su angustia por vivir en una realidad que les abruma. "Los estadounidenses no conocen la historia de su país. La gente debería cuestionarse la realidad de su país, ser crítica con su historia y así verían por qué nos han metido en esta guerra contra Irak. En este sentido, ´Bowling For Columbine´ me abrió los ojos, fue una película muy importante para mí, que me lanzó a indagar la verdadera historia de Estados Unidos. Por cierto, ¿qué hace España apoyando a Bush en esta guerra?".

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