Tras su anterior disco “7” (Dro, 1997), el grupo terminó una gira que les llevo por todo el estado. “Han transcurrido tres años, pero date cuenta que durante el primer año hicimos una gira bastante grande con muchas fechas, tocamos en muchos escenarios y decidimos parar. Pero lo más evidente es que nosotros solemos grabar según van saliendo canciones y si creemos que hay canciones buenas grabamos el disco. Aún así, con este disco hemos trabajado muy relajados ya que se ha grabado en la casa de Iñaki, nuestro guitarrista. Además hemos usado el sistema digital y no el analógico”. Tres años en los que, a pesar de no haber sacado ningún disco como banda, varios de sus miembros no han parado de tocar. Por una parte Fito Cabrales, cantante y voz, ha recorrido casi todo el estado presentando su exitoso trabajo de debut (aunque podría tener continuidad) en solitario como Fito y Los Fitipaldis. Por otro, Iñaki “Uoho” compagina sus labores de guitarrista con el grupo de Robe Iniesta, Extremoduro. “Tenemos buena relación con Robe, en esta ocasión ha estado en la grabación y, aparte de meter voces en un par de canciones, nos ha ayudado y ha colaborado bastante en el disco”. Un álbum que no inventa nada –tampoco es esa su intención-, con canciones como “Cigarrito”, “Entre Dos Mares” o “Caminar Cuesta Arriba” que consiguen recrear el sonido Platero de toda la vida. “Hemos dado mogollón de vueltas a las canciones, las hemos cambiado y tratado bastante. No somos un grupo conceptual, vamos más a que las canciones suenen por si solas. Ya no hacemos discos pensando en nadie, quizá el anterior haya podido tener un determinado ambiente. En cambio, este disco tiene un cariz más intimista en las letras. Tampoco lleva una línea regular, las canciones son diferentes entre si. Aunque quisiéramos cambiar mucho no podríamos. Hemos tenido una evolución lógica, no puedes cantar ahora a lo que estuviste cantando hace diez años. Los tiempos, los momentos y las experiencias cambian y son diferentes. Somos un grupo que lleva mucho tiempo tocando y lo que se encuentra en nuestros discos es lo único que sabemos hacer”. Sin más pretensiones que las evidentes, estos chicos de Bilbao siguen siendo los mismos de siempre, facturando discos que no reinventan ni en su propuesta, pero que siguen teniendo un feeling especial. Por eso han estado enganchando a tanta gente a lo largo de estos años. Que no es poco.
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