Cuarenta años de carrera musical -que se dice pronto-, aunque con un intervalo de tiempo durante el que se apartó del mundo de la música, es lo que lleva Solomon Burke dando guerra. Aunque un bien dirigido negocio centrado en las pompas fúnebres le ha servido como potente fuente de ingresos, cuando los royalties de sus innumerables discos no daban para demasiados excesos.Son las ocho de la mañana en Ohio cuando Solomon Burke responde a nuestra llamada telefónica, aunque lleva varias horas despierto (se levanta todos los días a las cinco para rezar). A esa hora pocos seres humanos podrían articular más de tres palabras seguidas, él en cambio está en su salsa. Afable y atento hasta extremos sorprendentes ("me lo he pasado muy bien y espero que tú también. Ya tienes mi número de teléfono, así que me puedes llamar cuando quieras y conversamos un rato"). Solomon Burke está inmensamente feliz.
"Fue impresionante compartir escenario con la Jon Spencer Blues Explosion esas noches" |
Los responsables de Fat Possum le han rescatado del anonimato y han puesto a su disposición el mejor repertorio que jamás hubiese soñado en toda su vida. "Yo no moví un dedo, todo lo gestionaron ellos. Contactaron y expusieron la idea a cada uno de los artistas. Con Elvis Costello ya había trabajado anteriormente, a Bob Dylan le conozco desde hace muchísimos años y con la gente que no conocía en persona como Tom Waits he logrado tener una relación maravillosa". Es de suponer que el conocido como The King Of Rock & Soul dio con anterioridad el visto bueno a la lista, que concretó detalles y rectificó algunos aspectos, pero parece ser que el bueno de Burke no está a estas alturas para calentarse la cabeza. "Llegué al estudio sin haber escuchado nada, así que, de repente y de forma inesperada, me encontré con un conjunto de canciones increíbles. Era cómo volver a sentir algo que no experimentaba desde hacía mucho: entrar en un estudio y tener por delante los mejores condicionantes para realizar un disco excelente. Lo grabamos en tan sólo cuatro días y fue como grabarlo hace cincuenta años. Muchas de las canciones las hicimos en una toma, otras en dos, pero no más, ese fue el máximo de veces que grabamos una canción. Recuperamos el mismo espíritu de años atrás, de captarlo todo, casi en vivo". "Don´t Give Up On Me" lo puedes disfrutar en el salón de tu casa, conduciendo tu vehículo a media noche, y este mismo mes le podremos ver por nuestro país, presentando su música, su legado y su deslumbrante figura. "Hace más de cuarenta años que estuve en España. No recuerdo ni cómo, ni dónde estuve, hace demasiado tiempo, así que ahora podré refrescar mi memoria. Estoy ansioso por ir y espero no defraudar a nadie. La banda con la que voy a tocar es un impresionante grupo que acoge a algunos de los mejores músicos de soul que hay ahora en América". No cabe duda de que los compañeros que le arroparán serán de excepción, pero los privilegiados que, hará unos dos meses, tuvieron ocasión de presenciar alguno de los conciertos londinenses del artista junto a la Jon Spencer Blues Explosion jamás olvidarán la experiencia. "Nunca en mi vida había tocado con una banda con tanta energía. Realmente, fue impresionante compartir escenario con la Jon Spencer Blues Explosion esas noches. En principio iban a ser los teloneros, pero pensé en ofrecerles la posibilidad de tocar todos juntos. No lo dudaron ni un instante". Creo que no me equivoco si afirmo que estamos ante un caso parecido al de Johnny Cash. Un retiro voluntario, y una vuelta por todo lo alto, respaldado por gente locuaz e inteligente que han sabido hacerle dar lo mejor de si mismo: colaboraciones de lujo, versiones escalofriantes y discos de indudable calidad. "Me halaga lo que me acabas de decir, pero yo estoy en un tren inferior al de Johnny Cash. Él es un mito, quizá el mejor cantante de country de todos los tiempos, y lo mío es mucho más modesto. Es admirable lo que ha conseguido a estas alturas y parece irreal que sea capaz de grabar esos discos. Así que lo siento, pero no puedes compararnos. Lo mejor de todo esto, es que si logro hacer lo mismo que Johnny en American Recordings será una buena señal, significará que sigo ahí al pie del cañón durante mucho tiempo. De momento llámame Little Johnny". Y que dure, porque no es fácil encontrar seres de esta naturaleza, con esa vitalidad, con la fuerza precisa para luchar contra viento y marea, y con la enorme facultad -que no posee todo el mundo- de saber hacer felices a quienes le rodean.
"Ahora a mi edad, recogiendo premios, después de pasar cuarenta sin recoger ninguno" |
Afortunadamente, al final le han acabado cayendo los premios a Solomon Burke. En el dos mil uno fue incluido en el Rock n´Roll Hall of Fame, y el año pasado le cayó un Grammy gracias a "Don´t give up on me" en la categoría de mejor álbum de blues. "A mí me supuso una alegría inmensa. Jamás había escuchado: ´Solomon Burke nominado por ...mejor álbum, mejor artista´, que locura. Pues imagínate cuando dijeron: ´y el ganador es...´ Solomon Burke. Ahora a mi edad, recogiendo premios, después de pasar cuarenta sin recoger ninguno". Y es que durante los sesenta, y estando en un gran sello como Atlantic, no consiguió meter ningún single en el Top 20 Hit, la lista más importante de la época. "Si que es verdad, lo mío no era coleccionar números 1, pero tampoco era mi intención. Quería dejar que los demás arrasaran, que tuvieran su oportunidad, yo he esperado cuarenta años, ya que ni tenía, ni tengo prisa".Y sopetón, consigue que jóvenes como yo se interesen en profundizar en un personaje que ha pasado desapercibido por nuestras vidas. Lo que sucedió con Marvin Gaye, Sam Cooke, o leyendas vivientes como Stevie Wonder o James Brown nos es de sobra conocido, pero no el historial de este hombre. Él es el primer sorprendido con el revuelo que se ha armado. "Estoy es increíble. No puedo pedirle más a la vida, que la gente conozca y ame mi música no se paga con nada. Estoy en un gran momento. Como todo el mundo he pasado por buenos y malos momentos, y ahora que el viento sopla a mi favor hay que aprovecharlo. Mira, la vida son subidas y bajadas, y hay que ser muy fuerte para superar todo lo que se presenta. Ahora me ves con este buen humor, pero te puedo asegurar que no siempre ha sido así. Por mi situación no me podía hundir. Mucha gente precisa y ha precisado de mi compañía, de mi sabiduría y yo impertérrito, siempre ahí escuchando. Una cosa , ¿te aburro con mis discursos intrascendentes ?". Que no hombre, que es todo un lujo. Y hablando de escuchar y aconsejar, menudo ha debido ser el trabajo que ha tenido, ya que noventa y ocho descendientes (veintiún hijos, sesenta y seis nietos, y once bisnietos) dan mucho, pero que mucho juego. "A veces me siento como el gran patrón. La figura que todos adoran, la persona a la que hay que respetar. Dentro de esa dura apariencia, aquí hay un gran corazón". ¿Tendrá tan buena memoria como para saber el nombre de cada uno de ellos? "De los hijos, si, pero de los demás no acierto a acordarme. A los nietos los identifico por un detalle. A uno le llamo el chico de azul, a otro el del pelo rizado, y así hasta sesenta y seis. Es muy divertido ponerles una etiqueta, aunquea veces los confundo". A la tierna edad de siete años, ya era predicador, por lo cual sabe a la perfección como funciona el clero. "Es algo que llevo en la sangre. Siendo niño ya me gustaba comunicarme y ayudar a la gente. En América todavía se mantiene ese espíritu, pero creo que en Europa se está perdiendo. Como es lógico la iglesia también se ha renovado, y nada es igual a como era hace cincue
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