El ansiado secreto de Jeff Lynne
EntrevistasLa Casa Azul

El ansiado secreto de Jeff Lynne

Eduardo Ponte — 16-03-2004
Fotografía — Archivo

“No hay nada más excitante que entrar en un estudio para empezar a grabar un nuevo álbum. Todas esas pequeñas luces y botones, y un gran carrete de cinta virgen esperando en la grabadora de veinticuatro pistas. ¡Es mágico!”. Lo decía Jeff Lynne en 1979 y seguro que Guille Milkyway piensa parecido. A ambos les separa un cuarto de siglo, pero les une algo más que el pelo rizado.

Empezando por el amor al pop, a las canciones arregladas, a la superposición de pistas al servicio del estribillo, y acabando por su falta de prejuicios y ese caminar al margen de las modas. Los dos están por encima de su época, porque su aproximación al pop ignora los clichés del momento -o tal vez se nutre de los clichés de demasiados momentos-. En realidad, la música que produce Guille Milkyway no se asemeja a la de la ELO, pero el nombre de Jeff Lynne titula una de las mejores canciones de “Tan simple como el amor” (Elefant, 03) y aparece dos veces durante la entrevista, así que algo hay, aunque sólo sea el control completo del sonido, desde la gestación de las canciones hasta su resultado final.

" De las diez cuestiones básicas para sonar mainstream, nueve son odiosas a mis oídos "

Hablamos de productores. De Moroder, de Barry White y de Kassenetz-Katz. “No me planteo nada parecido a crear un ´sonido´ de forma explícita y consciente. Aunque sí admiro a los grandes creadores de sonido como los que comentas y muchos otros, quizás no tanto por el hecho de haber creado un sonido diferenciado y definido sino más bien por la belleza del sonido en sí. No veo una virtud en Jeff Lynne por el hecho de haber hecho suyas esas harmonías tan características de la ELO o ese grueso sonido de caja en las baterías. pero el caso es que me encanta. Es bonito. Y resulta que es genuinamente propiedad suya”. Y es que da gusto hablar de música con Guille. Él mismo va dejando cebos en las letras de sus canciones: The Sweetest Ache, Los Fresones Rebeldes, Chris Montez, The In-Crowd, Billy Joel, Ben Folds Five, The Clash, Stereolab, Los Gritos... todo ello aparenta ser casual, pero tal vez no lo sea tanto. “Las referencias salen de forma automática cuando estoy escribiendo una letra. Es un deje, no una forma de llamar la atención sobre la referencia en sí. Por ejemplo, decir ´entrar pletórica a lo Barry White´ es mucho más gráfico que decir simplemente ´entrar pletórica´. En general me gusta que haya referencias en las canciones pero que no sean gratuitas. me gustan las referencias sin las cuales la canción pierde un poco el sentido. No tiene por qué significar que esas referencias sean iconos para mi, ni que quiera asociar a La Casa Azul con ellas. Un ejemplo claro es la mención que hay a Stereolab en el disco. Es un grupo que me gusta, pero no es un referente musical para mí. Sin embargo, ´aquellas noches en Navidad en el BIPP bailando a Stereolab´ son un icono de la felicidad. Hay veces que la referencia actúa de simple eufemismo de palabras feas o zafias”. Respecto al sonido del álbum, está claro que Guille ha pasado tantas horas jugueteando en el estudio y buscando el arreglo perfecto (“los arreglos perfectos son difíciles de encontrar. Yo creo que nunca los he conseguido todavía. Arreglos adecuados sí. Perfectos... quizás dentro de unos años”) que parece mentira que el conjunto pueda seguir sonando fresco. ¿Cómo se combinan minuciosidad y frescura? “Mmhhh. Compleja pregunta. Un buen ejemplo de eso son las producciones de Phil Spector. Canciones frescas con una complejísima producción y mezclas imposibles. Supongo que se trata de que la composición resulte tan directa y tan fresca en esencia como para que llegue a soportar una sobreproducción. Otra cosa que a veces sucede es que algunas canciones ganan frescura con la producción. Esa es, quizás, la vía de La Casa Azul”. Así que seguimos hablando de producciones, de los “trucos” de estudio que más han sorprendido a Guille durante los últimos tiempos... el "Juxtapozed With U" de los Super Furry Animals, los últimos discos de Madonna y Kylie, y el segundo disco de Alizée -“Mes Courants Electriques...” (Universal, 03)-. Como buen creador, sabe apreciar los mejores sonidos, vengan de donde vengan. Y eso que es bastante escéptico al respecto de la situación del mainstream. “El sonido pop de toda la vida en lo que a mainstream se refiere se está corrompiendo de tal manera que tiene que pasar algo.... la radio-fórmula es una epidemia. La globalización del sonido. Un desastre, vaya. No sé si yo podría realizar producciones mainstream. No es algo que me plantee. En lo referente al sonido es algo no demasiado difícil de conseguir. Si te pasas un día escuchando atentamente lo que suena actualmente en la radiofórmula masiva, puedes hacer una lista con diez cuestiones técnicas de sonido básicas para sonar mainstream. De esas diez cuestiones, nueve son odiosas a mis oídos”. Demasiadas reservas parecen como para acabar de productor a sueldo de una major. Pero aún así, ¿a qué artista mainstream le gustaría producir a él? “A La Oreja de Van Gogh, a Alizée... a Macedònia”.

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