Hola Edu, imaginemos que no hubiera habido pandemia, ¿cómo hubiera sonado este nuevo disco de Ed Is Dead? ¿Sería algo muy diferente a lo que es “Global Sickness”?
Sí, definitivamente. No sé si para bien o para mal, pero sería distinto. Probablemente habría tenido mucho menos tiempo para dedicarle a cada tema o pelearme con los sintetizadores (esto no me aventuro a afirmar si es bueno o malo), pero no sería el disco que he terminado y trataría sobre “El tiempo” que era el plan inicial.
En este sentido, ¿hasta qué punto pensar que “todo se iba a la mierda” te condujo a hacer la mejor música –por más luminosa, esperanzada y positiva– quizás nunca imaginada, ni siquiera por ti?
Me cuesta hacer temas “positivos” es un hecho, tiendo a la oscuridad y la melancolía aunque luego en mi día a día soy una persona bastante vitalista. Siempre pienso que la mejor música está por llegar (eso me anima a no tirar la toalla) e imagino que durante el confinamiento, tras muchísimos descartes de “ideas” que no llegaron al álbum con títulos como “covid 23562, final.wav” y cosas por el estilo, las que se quedaron, son las que consideré “más originales” ¡y probablemente en mi universo “dark”, tres o cuatro temas positivos es algo muy original para mí! [Risas].
“ ‘¿Qué si he encontrado un equilibrio entre vanguardia o experimental?” Ni idea, no me lo planteo”.
Se sabe que cuanto más tiempo le dedicas a algo suele salir mejor, entonces… ¿qué bordaras una obra maestra –como es “Global Sickness”– era “solo” cuestión de echarle más horas al asunto?
No sé si estoy completamente de acuerdo con esa afirmación. Es bastante habitual en procesos compositivos y en especial en la producción musical “sobreproducir” los tracks, darles demasiadas vueltas, etcétera. Y de hecho algo que resulta bastante complicado es simplificar los proyectos cuando tienes ciento cincuenta pistas, y necesitas quedarte solo con lo indispensable para poder dar espacio a los sonidos y a la mezcla. Gente que admiro mucho como James Blake o Portishead son unos maestros en eso. Por otro lado, he tenido mucho más tiempo para experimentar, jugar con los cacharros sin una finalidad clara, tiempo para la casualidad y para currarme más que nunca el diseño sonoro, así que a lo mejor en ese sentido sí que es una cuestión de horas.
El tener más tiempo, pero estando encerrado en casa –y no contar con todos los aparatos que tenías en el estudio– te llevó a experimentar más a fondo con sintetizadores y darle mucha caña a la síntesis granular, entre otras cosas. Quizá también te obligó a simplificar tus procesos compositivos. ¿Hacer de la necesidad virtud es algo que puede haber cambiado para siempre el presente y devenir de tu música?
No lo sé, casi siempre intento huir de la zona de confort y probar maneras distintas de trabajar. No tengo un método cien por cien fijo, y sí, definitivamente el estar con limitaciones en casa hizo que experimentase más con cosas que no conocía tan en profundidad como la síntesis granular o retomar el trabajo de “sampling” old school. Creo que es el disco que más “frasecitas y recortes” tiene a lo DJ Shadow [Risas]. También creo que, de manera indirecta, he tenido muchísimo más tiempo de leer, ver pelis, ver series, escuchar y re-escuchar discos y eso influye y mucho en lo que cuentas con tu música.
Hemos pasado de los dos días de “Your Last 48 Hours” (18) a los treinta y seis minutos de “Global Sickness”. ¿Menos es más para Ed Is Dead?
Menos es más creo que debería ponérmelo como mantra en la puerta de mi estudio, es algo que me digo muy a menudo, pero no me sale demasiado bien, tengo que perfeccionarlo… Pero, coñas aparte, he intentado no barroquizar intencionadamente mis producciones. Aunque a veces la cabra tira al monte, sobre todo a nivel estructuras este álbum es menos enrevesado que “YL48H”, aunque creo que armónicamente tiene más trabajo.
Edu, confiesa, ¿por qué te obsesiona tanto el tiempo? ¿Necesitas un reloj que no marque las horas, como cantaban Los Panchos?
Ese iba a ser el tema original de todo el álbum. Es que he tenido demasiada información en pandemia, sobre todo con realidades paralelas y mundos virtuales. Al final cuando piensas en un futuro en el que nuestra vida en el mundo virtual sea una realidad cotidiana, los elementos que definen “lo real” se difuminan muchísimo, ya está pasando con todo el tema de la crypto, blockchain y las redes. Al final creo que, de momento, hasta que haya un upgrade digital en nuestro sistema cognitivo, el tiempo es una moneda de cambio universal… De momento una hora son sesenta minutos en Albacete y en Matrix [Risas].
Tras tu imaginario sonoro siempre hay un potente trasfondo de conciencia social, que en este caso se focaliza en dar visibilidad sonora sobre todo a las desigualdades que ha provocado el capitalismo por todo el planeta. ¿Necesita la música electrónica recuperar esa actitud de rebeldía en búsqueda de un futuro mejor para envejecer con dignidad?
Me da mucho miedito cuando la música o determinados artistas se abanderan de un discurso social para bien propio. Ni de coña quiero caer en eso ni quiero dar ningún tipo de lección de moralidad o nada parecido. Mi trasfondo es completamente personal y es mi visión de la sociedad. No pretendo adoctrinar, simplemente veo un sistema completamente disfuncional en mil aspectos, con unas diferencias demenciales, unos egos desmedidos, un desarraigo brutal, idiocracia extrema y así podría seguir hasta el infinito.
Lo que llama poderosamente la atención es que en “Global Sickness” nos encontramos a un Ed Is Dead mucho menos barroco, casi desprejuiciadamente minimalista en algunos casos. ¿Cómo lo has conseguido, siendo la complejidad una de tus características más reconocibles y celebradas?
Intento poco a poco quitarme piedras de la mochila. Es algo que hago relativamente bien cuando curro como productor con otros artistas, pero ya se sabe, en casa del herrero… Al final tengo mil complejos y taritas que, por mucho que intente no sonar complicado, termino haciendo setecientos procesos en un sintetizador o, por mucho que no quiera hacer una estructura rara, acabo modulando el tempo de la canción. Claro, todo esto es relativo, porque si me comparas con Stockhausen mi música es más simple que el mecanismo de un chupete. Sí que creo que venimos viendo una “simplificación” que acojona en la música de consumo, y, claro, eso al final nos condiciona cuando salimos a otros “entornos musicales”. Pero mucha de la música con la que yo me he criado era considerada cuasi “pop” y a nadie le parecía un ejercicio de complejidad, y en muchos aspectos es muchísimo más enrevesada que la que yo hago… Desde un “Bohemian Rhapsody” a unos Tool, pasando por Jeff Buckley, Stevie Wonder o The Police, por citar algunos bastante “mainstream”.
“Si alimentas a la gente con sensibilidades de mierda, músicas de mierda y letras de mierda, luego no esperes un espíritu crítico”.
¿Podemos, pues, afirmar que en este álbum el “Ed de luz” ha vencido al “Ed oscuro” y así ya será para siempre? ¿Es cómo haber roto algo que ya no volverá o para nada?
No, mientras respondo estoy escuchando Siouxsie, y mi ADN musical es “dark” per se. No es algo con lo que luche, simplemente me pongo retos, pero no condiciono mi obra de antemano. Intento siempre en la medida de lo posible asemejar los procesos compositivos en electrónica a la composición con instrumentos “acústicos”. En esencia, empezar a escribir pensando en el estado de ánimo, o en que quiero transmitir, no dejar que las máquinas decidan por mí y acabe esclavo del formato. Me encanta el “Ed oscuro”, y, de hecho, aunque tenga dos o tres temas más luminosos en el disco, si me comparas con cualquier tema de subnopop soy Darth Vader.
¿Has encontrado, pues, un punto de equilibrio entre lo instrumental y lo experimental que no precisa de voces para sonar a nuevo, a vanguardia, a terreno inexplorado?
Honestamente, ni idea. Es obvio que ha habido un tema de limitación a la hora de grabar voces en el estudio por el Covid-19, pero tampoco creo que hubiera habido mucha diferencia en ese aspecto.
¿En qué país del mundo crees que tendrás más escuchas, y ventas, con este disco? ¿Estará España, ahora o en algún momento, entre ellos? ¿Te gustaría o te la bufa?
Tristemente, o bueno no sé si triste, objetivamente el espacio para la música electrónica que no es de baile en mi país, no es muy amplio… Hay artistas brutales, pero no hay un tejido que los soporte, así que la mayoría de los sellos, certámenes, festivales o escenarios se encuentran fuera, no es algo que me preocupe por “mi música” en plan he venido a hablar de mi libro, es algo que me preocupa por muchas otras músicas y en general por la cultura de mi país. Si alimentas a la gente con sensibilidades de mierda, músicas de mierda y letras de mierda, luego no esperes un espíritu crítico y un poder de análisis muy grande en otros aspectos de la vida. Quizá mierda no es una palabra bien elegida, a lo mejor debería usar infantil, pero el caso es que tampoco voy a hacer la típica de “esto-en-no-sé-dónde-lo petaría”, en muchos casos es algo global, pero creo que infantilizar el arte conlleva idiotizar a la población, y eso es peligroso.
Sé que amas y odias a las cabinas casi en la misma proporción. Pero no creo que sea porque te has ido alejando voluntariamente de la dictadura del bombo de forma progresiva y natural, gracias a tu propia evolución musical… ¿Es porque la figura del DJ –o más bien en lo que se ha convertido en los últimos años– no se parece en nada a lo que tú realmente eres?
No odio las cabinas, ni mucho menos. Y admiro, y mucho, a muchísimos Dj’s. Lo que sí que a lo mejor no comparto, es como bien dices, en lo que se ha convertido la figura del Dj en los últimos años, pero claro la discusión sobre qué o quién es Dj, su labor, para quién pincha y para qué fin, etcétera. ¡Uf, ya lo veo un poco Foro Coches! Por intentar aclarar mi posición respeto muchísimo a cualquiera que ame la música, se esfuerce en aprender y mejorar en el manejo de un instrumento como son los platos e intente transmitir algo genuino y original con su discurso en una sesión (lo comparta o no). Por otro lado, a la gente que se dedica exclusivamente a animar fiestas, las respeto como respeto a cualquier otro trabajador, pero no considero que eso tenga nada de artístico.
Estoy seguro de que te volveremos a escuchar pinchando cuatro por cuatro en un club o festival. Y hay mucha gente a la que le darías una alegría si lo confirmaras en esta entrevista. Tú mismo Edu…
Me encanta pinchar, lo hago a menudo y no sé si en un festival, en una casa con amigos o en el club más oscuro y pequeño que exista, que suele ser donde mejor me lo paso, pero es obvio que me va a acompañar toda mi vida. Lo que no tengo tan claro es que música estaré poniendo, pero eso… Tiempo al tiempo.
“A costa de no tener vida se puede vivir en la España de 2021 siendo Ed is Dead”.
Volvamos a lo magro, ¿presentarás este nuevo disco a través de un live en solitario o será con banda?
Pues te respondo con todo, voy a ser cien por cien honesto: ni idea, no lo sé. No tengo booker, no tengo manager, no tengo agencia. Como te decía antes intento no hacer planes y la triste realidad es que cuando he montado sets en los que he intentado hacer algo bonito y cuidado –llevar banda, instalaciones led, hacer un espacio circular para que la gente viera de verdad lo que hacemos en los cacharros– ha sido un esfuerzo gigante –económico y humano– y el retorno que he tenido –al menos en mi país– es que poco más que los del festival moderno de turno te ofrezcan ir casi gratis al escenario “winchifor” a las cuatro de la tarde. ¡Y da gracias!
Para ir terminando la pregunta del millón de dólares, ¿cómo has conseguido de forma totalmente independiente, sin respaldo de compañía discográfica y poca pasta, un álbum tan extraordinario –desde lo técnico y artístico– como es “Global Sickness”?
La gente se compra casas, coches, se va de vacaciones… Y yo eso lo gasto en hacer álbumes y videoclips, es sencillo. Básicamente necesitas tres cosas G.C.D.: Ganas, muchas ganas. Curro muchísimo, infinito, muchísimo trabajo. La carencia de dinero se suple con horas extras de trabajo, visionado de tutoriales y más trabajo. Y finalmente dinero, dinero que si no tienes tienes que sacar de tus ahorros y de tus otros trabajos. En mi caso tengo la suerte de ser productor musical, eso facilita (un poquitín las cosas), pero reduce mucho la disponibilidad de tiempo. Y es que al final, el tiempo lo es todo.
Por méritos propios te has convertido en una especie de “sensei” para muchos nuevos productores que siguen tu estela; te piden ayuda, tutorías, enseñanzas. Quieren sonar como tú… ¿Les sigues aconsejando que se vayan fuera de España si quieren triunfar en esto de la música?
Sólo si lo que quieren hacer no concuerda con lo que suena en la escena española. Si quieres hacer indie fácil de festival, pop masivo o latineo, en España estás bien. Para todo lo demás, si yo tuviera ahora dieciséis años me piraría si pudiera permitírmelo…
Tú que siempre vas por delante, mójate, ¿qué artistas nacionales emergentes lo van a partir en los próximos meses, años…?
Te tiro unos pocos: Piramida, B1no, Phoac, The Low Flying Panic Attack, Merina Gris, Divorce From New York, Superlaser, Pau Corea…
Lo siento Edu, no me podía despedir sin hacértela, ¿en la España de 2021 se puede vivir de la música siendo Ed Is Dead?
Sí, a costa de no tener vida, pero se puede.
Volviendo un instante al asunto de la pandemia y el tiempo, ¿qué pasará cuando todo pase, volvamos “a lo de antes” y nos demos cuenta de que, todo lo sufrido y perdido, no habrá servido para nada? ¿O no será así?
Mucho están tardando en sacar una serie con un colapso de las redes sociales, o un reseteo… No quiero ser agorero, pero una crisis digital con un macrovirus en la Red, liaría una muy parda. Lo de “volver a lo de antes”, ¿a qué nos referimos? ¿Al Covid? ¿A ese minúsculo porcentaje de población mundial que nos sentimos super frustrados porque no podemos ir a un festival a pillarnos un pedo? ¿A explotar a los países subdesarrollados? ¿A antes para el primer o para el tercer mundo? ¿A la especulación? ¿A la Antártida derritiéndose? ¿Qué de todo es lo de antes? En serio, juro que soy un tío muy feliz… pero el ser humano, así en términos generales, es una especie de mierda.
Finalmente Edu, ¿qué piensas cuando escuchas a gente muy autorizada en esto de la música electrónica que te califica como el mejor productor de España? ¿Para ti es justo? ¿Necesario?
Ni de coña, hay muchísimos mejores que yo, al margen de que eso de “ser mejor” es algo muy relativo. Aun soy joven, me queda tiempo para aprender más cosas.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.