“Durante la grabación vivimos algún momento Whiplash"
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“Durante la grabación vivimos algún momento Whiplash"

Marta Ruiz — 31-03-2016
Fotografía — Elena Grimaldi

Ya van diez años desde que llegaron HATEM. Diez años de cambios, reconocimientos y canciones que se quedarán para siempre con nosotros. Ahora, la banda madrileña publica su tercer largo, "Away", un disco en el que oímos canciones como las de su debut, orgánicas y espectaculares, y del que ellos disfrutan de una manera más tranquila y sosegada que los anteriores.

¡Este año celebráis vuestro décimo aniversario! ¿Cómo os sentís después de todos estos años?
Ari: Nos sentimos muy bien, muy tranquilos. Llevar todo este tiempo hace que nos lo tomemos con más calma.
Álvaro: Sí, es como una ilusión sosegada. Antes todo se sentía con más presión, pero ahora lo disfrutamos de otra manera. Pero la ilusión no se pierde eh, todo lo contrario, estamos súper ilusionados.
Ari: Sí, al principio estábamos más agobiados, por las críticas, por los conciertos… y eso nos impedía disfrutar al 100% de todo. Ahora disfrutamos más de la grabación, el ensayo, las entrevistas, los conciertos… Todo es más relajado, y nos hace disfrutar más.

¿Y cómo se reciben las críticas después de tanto tiempo?
Ari: La verdad es que nunca hemos tenido muy malas críticas, así que no nos podemos quejar. Lo que sentimos es más curiosidad que preocupación. Curiosidad por saber cómo percibe la gente el disco, qué influencias encuentran…no tanto preocupación por si va a gustar o no.
Álvaro: Sería mentira decir que nos dan igual, porque cuando uno hace música la hace para otros, y la publica con la vocación de que guste y te entiendan.
Ari: Sí, otra cosa es que te condicione o hagas algo pensando en gustar, pero ese no es nuestro caso. Además, no funcionaría. Las cosas salen como tienen que salir.

"Tiramos mucho del simbolismo en nuestras canciones, aunque este disco es el más prosaico en cuanto a las letras".

¿Sacar álbum coincidiendo con vuestro décimo aniversario fue premeditado o fue algo que surgió de manera espontánea?
Ari: Ha sido casualidad, de hecho este disco tendría que haber salido mucho antes. En el estudio no hemos estado mucho tiempo, pero hemos tenido que esperar mucho a que el productor pudiera, a que el estudio estuviera disponible… Y poco a poco se han ido pasando varios meses esperando.
Álvaro: Sí, realmente si no hubiéramos tenido que esperar a todo eso en prácticamente tres semanas habríamos tenido el álbum. Pero es bueno, porque también te templa. Una vez que ves el disco ya no es como ¡Dios, que bien! sino… “bueno, ya está aquí, ¡por fin!”
Ari: Por eso, cuando ya llega el disco estás en un estado de relajación… Que si esta entrevista la hubiéramos hecho justo después de componer habría sido de otra manera, pero ya después de un año y medio… (Risas)
Álvaro: Yo creo que es la enseñanza de este disco: la templanza.

Habéis bautizado este nuevo disco como “Away”, ¿a qué se debe este nombre tan escapista?
Ari: El título va en la línea de lo que hablan las canciones, es algo que se escapa, el deseo, lo inaccesible… Tiramos mucho del simbolismo en nuestras canciones, aunque este disco es el más prosaico en cuanto a las letras, habla de cuestiones más cotidianas, menos abstractas. Pero siempre buscamos el simbolismo.
Álvaro: Cuando empezamos a leer las letras de Ari nos dimos cuenta de que realmente había un trasfondo común entre todas, y el título lo recoge bien.

En este percibo a los HATEM del álbum debut. A los que hacían canciones muy orgánicas. ¿Podríamos decir que una parte de vosotros quería volver a las raíces?
Álvaro: En este disco nos hemos centrado mucho más en las canciones, no como en Ultraviolet, que había más capas sonoras.
Ari: Sí que echábamos de menos cosas del principio, la composición y la manera de afrontar la música, así que, el hecho de valorar lo que hacíamos en un principio sí que nos ha influido a la hora de grabar este disco. A veces los grupos hacemos muchas cosas en función de la negación de lo que hemos hecho en los discos anteriores, y nosotros siempre nos hemos movido un poco así. En este disco, como veníamos de una cosa bastante diferente de lo que hicimos en el principio, pues nos apetecía volver a ese sonido orgánico, con las voces que se entendieran más, con las melodías… Menos oscuridad en la composición y que los arreglos se entendieran mejor.
Álvaro: Menos intensidad en todo, hacer que cada cosa tuviera su propio peso, y eso algo que hicimos con el productor, que nos dirigió la forma de verlo. Si funcionaba la canción desnuda, se mantenía y podíamos jugar con lo que quisiéramos. No tenían por qué haber 20 sintetizadores sonando de fondo.

"Las etiquetas se quedan pequeñas para toda clase de música, es como decir qué es indie y qué no lo es. Hace algunos años estaba más claro pero hoy en día"…

En Away os habéis inspirado en la obra de Emily Dickinson, ¿por qué ella? ¿Qué os ha transmitido esta poeta?
Ari: Lo de Emily Dickinson salió en diferentes momentos y de casualidad. Durante el tiempo que estuve escribiendo las canciones, leí bastante Emily Dickinson porque me gusta la poesía y su manera tan sencilla de explicar las cosas, transmitiendo a la vez mucha emoción y sensibilidad. Luego, cuando terminamos el disco y buscamos un título, planteamos un verso de Dickinson pero lo descartamos por Away, y cuando nos pusimos a trabajar con La Casita de Wendy, de casualidad ella nos propuso una tela con un estampado y nos dijo… “Lo he hecho basándome en el herbario de Emily Dickinson”. Fue como algo que nos perseguía y de lo que no pudimos escapar.

Está claro que aquí ya nadie va a poner en duda si es un poeta inventado o no…
Álvaro: Hubiera sido la hostia, jajaja… Aunque hay gente que no lo encajó muy bien, pero bueno, al fin y al cabo esto es una cuestión de tocar la fibra, para bien y para mal. Si a la gente le hubiera dado igual, no habría tenido gracia.

¿Y además de en Emily, dónde más has encontrado la inspiración para componer este disco?
Ari: Pues hay una peli que me resultó muy inspiradora en las letras,”El grito de la lechuza”, basada en un libro de Patricia Highsmith que se llama igual. Habla del deseo, de gente que consigue lo que desea y entonces todo se convierte en una cosa muy sórdida, convulsa y trágica. Y toda esa relación con el deseo y su capacidad destructiva me inspiró bastante para componer.

Pero, ese deseo del que habláis, que está presente en Away, no se percibe como un deseo romántico, ¿no?
Ari: No, no es un disco de amor, romántico, nada de "Love Story". Tiene más que ver con lo que llamamos amor pero tiene que ver con el deseo de poseer algo o alguien, con el rechazo… Las letras están escritas de manera muy coloquial, pero son como una fábula.

Luke Smith se ha encargado de la producción del disco, ¿cómo os ha influido su manera de trabajar?
Ari: Nos habían dicho que muchas veces, cuando trabajas con un productor extranjero, éste no se implicaba demasiado, pero Luke ha sido todo lo contrario. Se implicó muchísimo, con las letras, las expresiones usadas, las melodías… Desde la estructura básica de la canción hasta los arreglos finales.
Álvaro: Fue un productor de los de la vieja usanza, que en parte es lo que queríamos. No queríamos solo un productor de sonido, sino alguien que participara, que fuera como el juez de tercer ojo, que lo ve y lo analiza. Además es un tipo muy disciplinado, y la grabación ha sido… digamos, dura. Yo no corro, pero podemos decir que ha sido como una maratón.
Ari: Sí, durante la grabación vivimos algún momento "Whiplash", de decir… ¡no puedo más! Y escuchar a Luke diciendo, ¡otra, no me vale!
Álvaro: Como experiencia de producción y como resultado, estamos más que satisfechos. Ha sido muy, muy guay. Además hizo muy bien la selección de las canciones del disco, porque por primera vez en la historia de HATEM llevamos más canciones de las que han acabado entrando. Estamos muy contentos, porque al final el disco ha terminado como queríamos que terminara.

¿Alguna vez os ha pasado lo contrario? ¿Terminar un álbum y no estar del todo seguros con él? Porque con este os veo muy, muy contentos…
Álvaro: Nos ha pasado que ha habido canciones que nos encantaban y, que al llevarlas al directo ves que no hay mucho feeling con la gente, entonces poco a poco no es que les cojas manía pero… dejan de tener tanto encanto para ti. Con este disco no creo que pase tanto como en "Ultraviolet Catastrophe" porque todas las canciones tienen mucho en común entre sí, son bastante homogéneas.
Ari: Este disco, como lo hemos grabado tocando, pues también tiene más fuerza de cara al directo. En el anterior grabamos mucho más por separado, entonces teníamos la incertidumbre de cómo funcionaría en el escenario. Está guay porque todas las tomas que hemos grabado tienen alguna cagada… no hay parches, para bien y para mal.

¿Y qué tal la incorporación de Julian Mayorga?
Ari: Él no ha estado en la grabación del disco, pero mientras lo hicimos veíamos que había arreglos de guitarras en los que nos faltaba otra persona para sacarle más partido, así que cuando terminamos optamos por buscar a alguien, y ha sido él.
Álvaro: Además, al haber menos sonidos, cada uno tiene más poder. Hay dos guitarras, pero es que las dos son muy importantes. Creíamos que, parte de esa energía que hay en la grabación, si luego en directo no la desarrollas o está programado en una grabación, no iba a ser lo mismo.
Ari: Aparte, algo que echábamos de menos del principio era ser más gente en el directo. Ya no solo porque un instrumento más siempre suma, sino por la energía que se crea.

Imagino que os espera un año intenso de bolos en festivales y salas. Además habéis dicho que tocaréis canciones antiguas, ¿cómo os sentís con esta gira?
Ari: Sí, tocaremos clásicos del primer disco y algunas en español. Pero en cada concierto iremos variando el repertorio, porque este disco tiene diez canciones y no podemos extendernos demasiado en hacer conciertos largos.
Álvaro: Por ahora estamos tranquilos, aún no han empezado las pesadillas de los nervios, pero supongo que cuando llegue el momento estaremos más o menos histéricos.

Y ya para terminar… supongo que después de diez años os provocará risa eso de “HATEM no es música dirigida al público español”, ¿no?
Ari: Sí, claro, es que cada vez la música es más cosmopolita, entonces ¿qué es lo que suena a música española? Las etiquetas se quedan pequeñas para toda clase de música, es como decir qué es indie y qué no lo es. Hace algunos años estaba más claro pero hoy en día…
Álvaro: Yo creo que se resume a una cuestión de alcance y repercusión. Por ejemplo, el otro día me encontré un móvil y repasé lo que tenía en Spotify, ¡luego se lo devolví eh!, y tenía de todo, desde Love of lesbian hasta Pablo Alborán. HATEM no estaba, hay que decir… jajaja. Lo que quiero decir es que ya todo es accesible, entonces, todo es música para el público español.

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