“Saber que alguien joven llega a Woody Guthrie por nosotros sería increíble”

Los legendarios Dropkick Murphys encabezan el cartel del Barna N’Roll 2023, producido por HFMN, y que se celebrará el próximo 29 de julio en el Poble Espanyol de Barcelona. Los de Boston compartirán cartel con bandas como Madball, Me First And The Gimme Gimmes o Cokney Rejects. El año pasado publicaban "This Machine Still Kills Fascists", disco en el que ponían música a letras de Woody Guthrie, y que este año tiene su continuación con el reciente "Okemah Rising". Vamos, que no podemos tener más excusas para charlar un rato con ellos y por eso nos atiende Tim Brennan, guitarra, acordeón, bouzuki, piano y coros.

Obligado preguntaros como arranca toda esta aventura con las letras de Woody Guthrie.
Todos somos fans de Woody Guthrie de toda la vida. Sus ideas políticas están evidentemente muy cerca de las nuestras. La primera vez que nos ofrecieron hacer esto fue hace veinte años o así. Wilco y Billy Bragg ya lo habían hecho con los volúmenes de "Mermaid Avenue", unos años antes. Nora, la hija de Woody y que dirige su fundación, tiene un hijo, Cole, que es fan de los Dropkick Murphys. Creo que ambos nos veían a nosotros y a Woody como una especie de almas gemelas. Nos preguntaron si nos apetecería echar un vistazo a algunas letras inéditas de Woody y, claro, flipamos. En seguida teníamos hecha “I’m Shipping Up To Boston”.

¿Cómo va a ser vuestro concierto del Barna N’Roll?
Queremos combinar las canciones de nuestro nuevo disco con nuestros clásicos. Sabemos que vamos a un festival y que la gente espera un repertorio especial. Supongo que haremos primero las canciones de Woody, todas juntas, probablemente, aunque no lo hemos decidido. Y luego vamos a ir a por todas con 15 o 16 de nuestros clásicos. Somos viejos, tío, y tenemos mucho repertorio, así que hay que aprovecharlo. Creo que a la gente le va a gustar y que el show va a estar cargado de intensidad.

"Si no te gusta el mensaje que hay en esas canciones, no te podemos gustar nosotros"

¿Vuestra idea fue hacer un disco solo, en este caso "This Machine Stills Kills Fascists" o ya pensabais hacer dos?
No había plan. Después de grabar sabíamos que teníamos material más que suficiente, porque había más de 20 canciones que nos gustaban. Cuando acabamos de mezclar teníamos unas 22 que podían formar parte del disco sin problemas. Pensamos en elegir las que más nos gustaran, porque queríamos obviar el tema del disco doble. Luego nos dimos cuenta que valía la pena hacer dos volúmenes. Y resulta que sin pensarlo tomamos la misma estrategia que Billy Bragg y Wilco.

Son canciones y discos esencialmente acústicos ¿cómo van a encajar con el resto de vuestro repertorio?
Es música, y al final es la misma banda tocando sus canciones. Encajarán, te lo aseguro. Además, ambos discos son muy variados y eso nos permite hacer conciertos muy completos para la gente, muy dinámicos. Estamos encantados con ese tipo de retos. Lo que hemos hecho en la gira de teatros de Estados Unidos es diferenciar claramente dos partes del show. No por nosotros, sino por honrar las canciones de Woody y darle el reconocimiento que se merecen. Supongo que seguiremos usando esa forma de encarar los conciertos.

¿Quedaron letras de Woody aún por explorar?
Muchísimas tío. Ni te lo imaginas. Ese hombre estuvo toda su vida escribiendo y haciendo auténticas obras maestras. El fondo de catálogo que acumula su fundación es simplemente inabarcable. Podríamos sacar 50 volúmenes sin problemas, si fuéramos capaces de poner música a todo aquello. Es historia de Estados Unidos. Simplemente.

A pesar de ser una banda veterana, que andáis ya en 25 años de carrera, llegáis a los jóvenes ¿hará esto que la juventud conozca también a Woody?
Aclaremos (risas). Hace 25 años de nuestro primer disco, pero llevamos 26 como banda. Respecto a la pregunta ¡eso espero tío! Conocer a Woody y lo que opinaba puede hacer mucho bien a mucha gente. Es un honor ser los transmisores de las ideas que tuvo. Siempre pensaba en los demás. Si nos esforzamos un poco, seguro que hay chavales que después de oírnos investigan y llegan a él. Saber que eso pasa sería una cosa increíble para nosotros.

Ahora al menos ya no estáis con un Trump de presidente.
Una suerte, menos mal. Creo que Biden lo está haciendo bien. Nombró Secretario de Trabajo a Marty Walsh, ex alcalde de Boston e hijo de inmigrantes como nosotros. Hay que darle tiempo y luego ver qué ha sucedido.

Volviendo al disco, tuvisteis que quitaros, al menos en cuanto a sonido, el sombrero “punk”.
Sí, tienes razón. Si queríamos que la gente entendiera esas letras no podíamos tocar canciones a toda hostia. Necesitábamos ser más pausados. Pero tampoco íbamos a traicionar nuestro sonido. Así que intentamos combinarlo. Grabamos en una gran sala donde las guitarras acústicas casi sonaban eléctricas, y eso nos ayudó a no tener cargo de conciencia (risas).

Tras dos discos así ¿qué opinan los fans de esta aventura?
Bueno, ellos saben que es un proyecto y que volveremos a nuestro sonido clásico. Aunque, si te digo la verdad, son discos que han de gustar a cualquier fan de los Dropkick Murphys. Si no te gusta el mensaje que hay en esas canciones, no te podemos gustar nosotros.

¿Os habéis metido en algún otro artista folk?
Bueno, hemos escuchado mucho a Dylan, pero tranquilos. Aún no hemos pensado hacer un disco de versiones de Dylan. Creo que con Okemah Rising se da carpetazo a este proyecto. O es lo que pensamos ahora. Como sabrás, Dylan era muy fan de Woody y lo visitó en el hospital. Habíamos escuchado a Dylan, pero no en profundidad. Me refiero a su primera etapa, no a lo que hace ahora. También estamos muy obsesionados con un músico folk escocés desconocido llamado Gerry Cinnamon.