“No inventé la psicodelia”
EntrevistasDonovan

“No inventé la psicodelia”

Carlos Pérez de Ziriza — 06-03-2017
Fotografía — Michael Collopy

La historia no ha sido especialmente benévola con Donovan Leitch. El eterno sambenito de las comparaciones y de la licuación de su legado en la década de los prodigios, primero como epígono de Bob Dylan y luego como hechicero de una psicodelia a la que quizá llegó antes que The Beatles o Beach Boys, pero ellos se encargaron de abanderar con más oropel y fanfarria, ha pesado siempre sobre el afable creador de "Sunshine Superman" (66), el disco que justo el ejercicio pasado cumplia 50 años. Ser el hombre que siempre estuvo allí (y nunca se retiró), en medio de casi todas las salsas de una encrucijada histórica para la música popular, parece haberle privado de la mística inherente a la mayoría de sus coétanos y haber achatado sus propios logros. Pasada ya la barrera de los 70 años, Donovan, la rúbrica -no obstante- detrás de “Colours”, “Catch The Wind”, “Universal Soldier” y otros perennes y megapopulares himnos de la era pop, nos atiende al teléfono a tan solo unos días de actuar en Madrid (9 de marzo en el Teatro Lara), en Xixón (Teatro La Laboral, 11 de marzo) y encabezar el cartel del festival Músiques Disperses (en el Café de Teatre de Lleida, el 12 de marzo).

"Sunshine Superman" cumple 50 años. ¿Cree usted que ha crecido bien, que es un disco que no depende de modas ni de coyunturas, sino que se mantiene como algo atemporal?
Sí, la historia lo ha aceptado como eso que en inglés llamamos un heraldo. Un anuncio de cosas que iban a ocurrir. Dicen que fue el primer álbum psicodélico, pero es mucho más eso. Anuncia, en 1965 y 1966, muchas cosas que iban a ocurrir, como la fusión entre el jazz, el blues, el folk, las raíces celtas, el barroco, lo hindú, la filosofía, la meditación... es un álbum muy importante. Resumió muchas ideas que no eran invención mía, simplemente me atreví a decir que todo eso estaba a punto de llegar.

El disco rompió con la imagen arquetípica del Donovan folk. ¿Estaba en aquel momento ya un poco cansado de que se le considerase el Bob Dylan británico?
A finales del 65, cuando empezó el trabajo en este álbum, la idea inicial ya no tenía nada que ver con la música de Dylan. Yo ya tenía relación con él y con Joan Baez desde hace tiempo, pero este disco era mucho más avanzado y experimental. Mucha gente se cree que el giro fue cosa de una noche, una noche de un viernes cualquiera en Londres. Como si Donovan dejase de hacer folk y se pusiera de repente a hacer pop, mezclado con todos esos estilos que te comentaba antes. Pero eso no ocurre así, de la noche a la mañana. Cuando estaba componiendo “Catch The Wind”, “Colours” o “Universal Soldier”, ya estoy escuchando -al igual que los Beatles o Brian Jones- música clásica, jazz y blues, leyendo libros de yoga y de chamanismo, mitología y esoterismo. Las ideas bohemias ya estaban invadiendo la cultura popular. Parece un gran cambio respecto al Donovan más folk, pero al fin y al cabo estamos hablando del mundo de la bohemia beatnick, que lo invadía todo.

¿Y no cree que todas esas sonoridades psicodélicas, que se plasmaban en el álbum, han seguido siendo cultivadas por sucesivas generaciones, como si fuera una fuente de inspiración inagotable? Lo digo por músicos como The Flaming Lips, Mercury Rev, Devendra Banhart, Animal Collective o Tame Impala...
Bueno, todo eso se debe a las plantas mágicas. La psicodelia no es algo nuevo. Hace miles de años, cuando las plantas de la naturaleza eran comidas por los hombres, todo un mundo invisible se revelaba ante sus ojos. Ese es el principio de la psicodelia, hace miles de años. Tienes que entender que la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX supusieron un gran cambio en el mundo, que empezó a destruir el planeta. Durante aquella Revolución Industrial, los poetas comenzaron a hablar, las filosofías más antiguas del este y del oeste comenzaron a emerger, y lo hicieron simplemente porque la Madre Tierra empezaba a verse amenazada de muerte. La Madre Tierra empieza también a expresarse, y lo hace a través de las plantas. Y en los años 60 del siglo XX, lo underground comenzó a salir a la superficie de forma enorme, como un manifiesto bohemio que invadió la cultura popular porque el sufrimiento de la Madre Tierra se había visto aumentado con dos Guerras Mundiales, la bomba atómica y el destrozo sistemático del ecosistema. Una generación de gente que crece en los años 50 se rebela contra eso. Por eso no distingo entre nueva psicodelia o vieja psicodelia. El mundo necesitaba ser explorado por gente como Jung, Freud, los psicoanalistas y los psicoterapeutas. Por eso el yoga empezó a interesar a los Beatles. Si sus preceptos pudieran ser introducidos en los colegios, los preceptos del yoga, sería algo muy poderoso. Yo empecé a escribir acerca de estas enseñanzas chamanísticas. Yo vengo de una tradición irlandesa y escocesa, ¿sabes? Una tradición muy antigua. Por cierto, en Irlanda, en Escocia y en Gales, creemos firmemente en la reencarnación. Cuando uno ve a ciertos artistas en los años 60 dirigiéndose a miles de personas con su música, su poesía o sus pensamientos radicales, hay que tener en cuenta que era una vida que llevábamos a cuestas, especialmente The Beatles y yo. Lennon y McCartney eran como los irlandeses de Liverpool...

Ahora que lo menciona, leí hace poco en una entrevista que usted mismo calificaba así a Lennon y McCartney, al tiempo que también recordaba que Oasis, The Smiths y Happy Mondays eran los irlandeses de Manchester. ¿Hasta qué punto esas raíces irlandesas -que usted comparte, porque sus antepasados lo eran- determinan el trayecto creativo de un músico?
La gente más mayor de las islas del oeste de Escocia, la gente Gales o de Bretaña, e incluso de Galicia, comparten esas raíces gaélicas. Los antiguos gaélicos no fueron absorbidos ni asimilados por la invasión romana. Cuando los cristianos volvieron, no pudieron cambiar el tradicional poder de los gaélicos. Y ese poder gaélico se preservó durante generaciones en la literatura, el teatro, la música, la poesía... en la cultura popular, si ves los nombres de muchos de sus talentos capitales, puedes apreciar que remiten a esa tradición gaélica. No se trata de que seas escocés o irlandés o galés, sino de que eres gaélico, y no fuiste destruido por la Invasión Romana. Woody Guthrie tenía sangre escocesa, y fue una gran influencia en muchos escritores, incluido Bob Dylan ¿No es así? Dylan Thomas, el poeta galés -y no me importa lo que diga Bob Dylan- fue de quien el propio Bob tomó el nombre. Johnny Cash también tenía sangre escocesa. Si vas a Nashville te tropiezas con un montón de nombres escoceses, irlandes y galeses. Yo mismo tengo abuelas irlandesas y bisabuelos escoceses. No sé si es la sangre, el ADN o la reencarnación... lo único que puedo decirte es que la mitad de quienes poblaron los Estados Unidos desde mitad del siglo XVIII hasta el XIX eran escoceses, irlandeses o galeses. Su música fue con ellos. Y cuando se mezclaron con los ritmos africanos de las comunidades de esclavos -y los judíos se dieron cuenta de que lo único que podían hacer era promoverlo, porque compartían su opresión con todos ellos- , lo que salió es una mezcla estupenda. También la península ibérica, por cierto, exportó los ritmos de Portugal y del norte de España a América, no todo iban a ser gaitas (risas). Hay una gran tradición de storytelling, música, teatro, poesía, pensamiento radical e incluso arte, si quieres incluir en todo ello a los pintores españoles.

Volviendo a "Sunshine Superman": fue una de los primeros álbumes facturados por un solista británico en alcanzar lo más alto de las listas estadounidenses. ¿Cómo lo recuerda?
Bueno, la tradición gaélica siempre ha sido muy de alardear. Los héroes presumen. Nosotros sabíamos lo que teníamos en aquel momento. Mickie Most, mi productor, mi colega Gypsy Dave, y mi arreglista John Cameron, incluso mi musa, Linda (Lawrence), a la que estaba cortejando, sabíamos que este álbum era algo muy distinto a todo lo que se estaba publicando. Yo vengo de un entorno muy socialista en Glasgow, mi padre militaba en un sindicato. Los escoceses son muy leídos, los irlandeses están muy metidos en la música y en la poesía. Mi padre era profundamente socialista, y me enseñó que si quieres ayudar a la humanidad, has de intentar transformar el mundo en el que vives. Yo escribía poesías con solo 14 años. Mi padre recitaba poesía también. Me di cuenta de que debía seguir un camino educativo, cultural y artístico al servicio de los problemas de la humanidad. Sé que todo esto suena hoy en día muy pasado de moda, pero he de decirte que cualquier gran actor shakesperiano siente lo mismo: que estamos al servicio de esa idea, que venimos de una tradición que dicta que en tiempos difíciles, conviene escucharnos. Dile a la gente que venga a nuestro concierto, y así entenderán lo que estoy diciendo.

¿En qué medida fue la aportación de Mickie Most a la producción determinante a la hora de dar forma a "Sunshine Superman"? ¿Es cierto que le dijo aquello de “yo escojo los singles, y tú incluye lo que te plazca en los álbumes”?
Sí, sí, él escogía los singles. Por cierto, que yo ya tenía tres singles de éxito antes... cuando Allen Klein (manager) me llamó para preguntarme qué es lo que yo quería hacer con mi música, yo le dije que quería llegar al mayor número de gente posible en la tierra. Así que me presentó a Mickie. Yo necesitaba un productor. Cuando escuchaba toda la producción de finales de los años 50, a Buddy Holly o a The Everly Brothers, me daba cuenta de la importancia del trabajo en el estudio y de la situación de los micrófonos en él. Yo necesitaba un Phil Spector. Cuando conocí a Mickie, pense “este es el hombre”. Cuando me preguntó qué teníamos, y yo le dijo que tan solo un bajo, harpsichord y batería, él me dijo “necesitamos un arreglista”. Y me presentó a John Cameron. Pero Mickie Most no se implicaba solo en los singles, por muy importantes que fueran. Ten en cuenta que nosotros no hacíamos álbumes hasta entonces, Ni los Beatles ni los Rolling Stones. Hacían singles con sus caras B. Mickie Most me decía: “ok, tú haces los álbumes con John en los arreglos, yo hago los singles, pero escucharé también los álbumes para asegurarme de que la voz esté al frente y de que la guitarra acústica tenga su relevancia”. Ese era Mickie. Le echo de menos.

¿Y cuál fue el papel jugado en la grabación por parte de Jimmy Page y de John Paul Jones, mucho antes de que fueran mundialmente célebres al frente de Led Zeppelin?
Por aquel entonces supongo que Jimmy Page (que no gozaba entonces del nombre de Brian Jones, quien estaba ya a punto de convertirse en el creador más increíble y explosivo del sonido rythm 'n' blues británico al frente de los Rolling Stones) necesitaba pagar sus facturas. Mi padre trabajó conmigo un par de años y conservó un trozo de papel en el que ponía “Jimmy Page: tres libras y diez chelines por una sesión pop”. Y fue fantástico verlo, porque en aquellos días Jimmy y John Paul Jones eran músicos de sesión. Pero John también era arreglista, podía escribir. Es fantástico que ambos estuvieran en mis primeros discos. Recuerda que yo entonces no estaba en una banda, era un solista, y necesitaba músicos de sesión. Y la mayoría de músicos de sesión provenían del jazz o de la música clásica. Pero cuando Jimmy y John se implicaron en el disco, esa es la prueba de lo inteligente que era Mickie, porque se daba cuenta de ambos estaban a punto de crear una nueva forma de fusión.

La disputa contractual entre Pye Records y Epic Records hizo que el disco demorase unos meses su publicación en el mercado británico respecto al norteamericano. Hasta bien entrado 1967. ¿Fue esa la causa, como se ha comentado algunas veces, para que el disco se viera oscurecido por el "Revolver" (1966) o, sobre todo, por "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (1967), la cima psicodélica de The Beatles, cuya gestación fue posterior?

A finales del 65 empezamos a grabar el disco en Abbey Road. Grabamos el resto del álbum en mayo del 66 en Los Angeles. El álbum queda retenido solo hasta agosto del 66. Aunque está más que acabado en mayo. Hay una diferencia de un año respecto al "Sgt. Pepper". Por eso el mío es el primer álbum psicodélico nunca hecho, Ni siquiera “White Rabbit” (Jefferson Airplane) estaba editada. "Pet Sounds" (Beach Boys) sí que había salido ya a mitad del 66, pero se puede decir que es un disco extraordinario, pero no psicodélico, sin flower power ni influencia de la música hindú. Creo que "Sunshine Superman" avanza lo que va a ocurrir en "Sgt. Pepper", pero al mismo tiempo, en aquel mayo del 65, los Beatles ya era amigos míos, y hablábamos de todas estas cosas. Aunque en aquel momento ellos eran una banda de cuatro chicos y cuatro instrumentos. De hecho, es en "Revolver" en el disco en el que empieza a ocurrir. Nos hicimos amigos. Cuando mi álbum fue retenido, era porque no podía entrar en América. En aquel momento estaba en Colombia, y Gypsy Dave y yo nos fuimos a Grecia, que es cuando empecé a escribir "Mellow Yellow". El disco salió con cuatro o cinco meses de retraso. Pero cuando salió, a finales del 66, "Sgt. Pepper" ni siquiera estaba grabado.

El álbum no andaba corto de tributos personales: “Bert's Blues”, dedicada a Bert Jansch, “The Fat Angel” a Mama Cass (The Mamas & The Papas) y “Legend of a Girl Called Linda” a Linda Lawrence, quien por entonces era novia de Brian Jones pero acabaría siendo tu mujer...
El mundo bohemio es amistoso. Todos compartíamos libros y experiencias. El mundo bohemio era como una fraternidad, nuestros amigos podían aparecer en nuestras canciones, nuestros cuadros, nuestros libros o nuestras películas. Un mundo repleto de amigos, sin enemigos. Hoy en día la mayoría de canciones que escriben los nuevos songwriters tratan sobre enemigos.

¿Es "Sunshine Superman" el álbum del que más orgulloso está en su carrera?
Es difícil decirlo. Es imposible decir algo más sobre "Sunshine Superman". Es totalmente único. Es heráldico. Y está vivo para el futuro, cualquier artista puede encontrar inspiración en él. Pero si tuviera que elegir uno ahora mismo, sería "Sutras" (1996). Y si tuviera que escoger alguno de mis inicios, sería "Fairytale" (1965), del que tocaré muchas canciones en España, porque para mí fue el inicio de todo. La magia de una voz, la guitarra acústica, la poesía y el mundo bohemio permeando en la cultura popular.

En 2011 tuvo la ocasión de abordar este álbum con una orquesta al completo. Esta vez lo hará solo. ¿Resulta difícil recuperar la esencia de aquellas canciones tan ornamentadas solo con una guitarra?
El 50 aniversario comenzó en 2015, y se alargó hasta 2016. Es complicado llevarlo a la carretera porque implica la ayuda de quince músicos. Así que decidí no ceñirme a un álbum, sino tocar también “Catch The Wind”, “Colours”, “Universal Soldier”, “Mellow Yellow”, “Hurdy Gurdy Man”, “Cosmic Wheels”... así que tomo algo prácticamente de cada álbum. Decidí hacer una vuelta a las raíces, en acústico. No lo puedo hacer de otro modo. Aunque es verdad que hace cinco años lo tocamos íntegro en el Royal Albert Hall con Jimmy Page o John Cameron, pero es muy difícil hacerlo cada noche de gira. ¿Es un problema? No. Así que básicamente, lo que haré en estos conciertos por España es destilar mi historia. No he venido a España en los últimos dos años, así que llego en acústico, con mis historias y mis cuentos, pero también puedes comprar el DVD del concierto del Royal Albert Hall si lo que quieres es revivir aquellos conciertos de 2011. Mi carrera se compone de muchas cosas, y hay que entender que este formato en solitario es tanto el inicio como el meollo y el final de mi historia como músico.

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