Tras la pandemia y una obligada reestructuración de la banda, el grupo afronta una de las giras más especiales de su carrera. Hablamos con Marc Riera (vocalista y guitarrista) sobre este nuevo trabajo, el crecimiento y cambio de la banda y su inminente gira.
“Pel cantó bo” ha sido el disco que más habéis tardado en sacar en comparación con los anteriores, en total cuatro años. ¿Cómo ha sido el proceso de composición de este álbum respecto los otros tres?
El proceso de composición va cambiando todo el rato. El primer disco lo hice casi todo yo, porque el grupo estaba arrancando, y el segundo casi que también, ya que apenas tardamos un año en sacarlo. En "Venim de lluny" (Mass Edicions / Música Global, 18) ya empezaron a entrar más compositores y empezamos a intentar buscar el sonido de Doctor Prats. Y para hacer este nuevo trabajo nos hemos encerrado tres meses en un local a tocar y probar cosas nuevas. Algunas canciones han partido de ideas colectivas, después la ha acabado haciendo una persona, pero la idea principal ha sido de la banda y eso se nota bastante. Queríamos hacer un disco enfocado al directo, pero aún y así hemos hecho totalmente lo que nos ha dado la gana. Nunca hemos tenido muchos complejos a la hora de hacer temas, pero en esta ocasión es que no hemos tenido ninguno. Era el cuarto disco, que además venía después de unas circunstancias muy especiales, y pues lo que queríamos hacer era investigar sonoridades nuevas, aprender y hacer lo que realmente nos apetecía. Y ha sido una gran decisión. ¿Qué si hemos tomado riesgos? El riesgo hubiese sido hacer un disco que sonara exactamente igual.
"Ha sido un disco de probar y poner todos aquellos sonidos que nos molan"
Quizás es el disco en el que más habéis mostrado vuestra versatilidad, desde aquella sonoridad rumbera más vuestra, pasando por sintetizadores que nos recuerdan a los 80, varias de corte más lento y luego otras experimentales como “La fregidora”. ¿Cómo nacieron esas ideas de probaros en otro sonido que no fuera el vuestro?
Depende de cada tema, pero por ejemplo “Seguirem ballant” parte de la voluntad de hacer un tema con este tipo de sintetizadores como Kavinsky o The Weeknd, porque ese rollo nos molaba mucho, aunque no pegaba nada con el estilo del grupo, pero nos dio igual. Al final las canciones son canciones, las puedes hacer de mil estilos diferentes, pero ponerle un vestido u otro a veces te suma mucho y en esta creíamos que dándole estos sintetizadores mejoraba bastante. Ha sido un disco de probar y poner todos aquellos sonidos que nos molan. Lo hemos hecho siempre, pero en esta ocasión nos daba igual estamparnos, porque lo que hemos vivido hasta ahora ya ha sido alucinante.
Dentro de las letras del álbum nos encontramos muchas historias de diferentes tipos de amor, de la pandemia, e incluso de crítica a la industria de la música y de los estándares que esta provoca. ¿Qué es lo que más os inspira a la hora de componer vuestras letras?
Desde mi perspectiva, ya que hemos sido tres los compositores, me gusta hacer canciones que digan algo o emocionen en algún aspecto. Como por ejemplo "Ocells de llum" que habla de los momentos o las personas que ya no están, eso es un gancho que me emociona mucho. Pienso que es un buen tema para hablar en una canción. O “A poc a poc” que habla de poner todo en slow motion en un mundo que va demasiado rápido. También pasamos por “Rockstar” que es una crítica a esa figura que ha creado la sociedad entre la gente más joven, dando a entender que, si no estás ahí arriba, no eres nadie, algo que se aleja mucho de lo que yo entiendo como sociedad... Lo que intento es que cada tema diga algo o genere algún tipo de sensación.
¿Y ha habido alguna pieza que no haya entrado porque no os encajaba con el álbum o que la hayáis dejado para otro proyecto?
¡Qué va! A veces hablo con grupos que me sorprenden porque tienen una capacidad de trabajo excepcional, que cuando hacen un disco, si le ponen doce canciones han hecho treinta y de ahí hacen una selección. Nosotros cuando hacemos doce canciones, es que tenemos doce básicamente (ríe), pero todas las canciones que hemos tenido son las que hemos puesto al final. No nos ha pasado nunca eso de no meter en un disco alguna canción que hayamos creado, de hecho, uno de los discursos que hemos tenido en el grupo es el de intentar que, si nos sale una cosa más diferente, meterla sí o sí en el álbum. Queremos que la gente piense que Doctor Prats puede hacer cualquier cosa, que no sorprenda si hacemos un hard-rock, que tengamos esta credibilidad de poder hacer lo que sea.
A pesar de ser una época en la que las colaboraciones copan la mayoría de los discos, habéis decidido tan solo incluir una en este trabajo. De hecho, vuestros anteriores discos tampoco se caracterizan por tener muchas colaboraciones. ¿Por qué no os habéis sumado a ese carro?
Porque pienso que el tema colaboraciones, que, aunque creo que en el futuro haremos, tiene que estar muy justificado. Pienso que las colaboraciones que molan de verdad son aquellas en la que los dos artistas están implicados en la composición del tema. Hacerlo para tener más visitas no aporta nada, ni siquiera una buena experiencia. Y si algún día nos planteamos hacer alguna más tiene que ser con alguien con quien tenemos ganas de grabar y que aporte algo, que su estilo y el nuestro puedan llegar a tener un mix que mole.
Y volviendo a la colaboración de este disco, hay un componente emocional como todos sabemos. La explosión de Stay Homas significó también la despedida de Guillem de la banda. ¿Cómo vivisteis vosotros todo ese proceso?
Ha sido una experiencia agridulce, porque claro ver ese gran crecimiento que ha hecho Guillem y sus Stay Homas ha sido increíble, nos hemos alegrado mucho por él. Pero también ha dejado de formar parte de nuestra banda y eso ha sido un golpe, más duro emocionalmente que por el espectáculo. Ya que antes nos veíamos todos los días para ensayar y en los conciertos y ahora hemos perdido esa relación más íntima. En este disco teníamos que empezar de cero, era un disco para ser nosotros mismos, y la única colaboración que creíamos que tenía sentido era con ellos. Ha sido una canción a modo de despedida en la que nos lo hemos pasado genial grabándola juntos y pudiéndonos reencontrar.
"Hay artistas que dicen que la pandemia les ha servido para encerrarse en sí mismos y ser más creativos, a mí me paso lo contrario"
Ahora me gustaría volver un poco atrás en el tiempo y que me contarás como te surgió la idea de crear el grupo y ese primer “Patates amb peix” que os autoeditasteis en 2015 y lo que significa Doctor Prats para ti.
El nacimiento de Doctor Prats es bastante curioso, empezando porque a casi todos nos cogió mayores, teniendo ya experiencia en grupos de la escena catalana como Kayo Malayo. Pero todo arrancó dos años después de que dejará el grupo en el que estaba, ya que tenía muchas canciones y ganas de contactar con personas con las que había trabajado en otros proyectos. Y resultó que el bajista estaba en Estados Unidos, el trompeta entre Noruega y Suecia… es decir, todo el mundo desperdigado. Pensé que cuando vinieran aquí podíamos hacer videos como Walk Of The Earth, ya que yo me dedico al mundo audiovisual, y hacer un proyecto más virtual. Al final fueron viniendo y conseguimos grabar un disco y poco después de sacarlo nos contactó un mánager, aceptamos su propuesta y nos coordinábamos para vernos. Ese verano hicimos cincuenta conciertos, fue muy heavy, después firmamos por Música Global, grabamos el segundo disco y nos convertimos en un grupo normal. Yo le debo la vida a Doctor Prats porque hizo que amigos de toda la vida volvieran a casa y que entre todos pudiésemos compartir este proyecto. Y así llevamos desde 2015, haciendo conciertos por todo el mundo: Marruecos, Japón, una gran parte de Europa… está siendo una locura.
¿Y cómo ha cambiado vuestra forma de ver el grupo y de trabajar desde “Aham Sigah” hasta “Pel cantó bo”?
Pues como te había dicho antes, el primer disco lo hice yo con mi portátil e iba quedando con cada uno de los miembros y grabábamos una pista. Hay miembros de Doctor Prats que hasta el primer videoclip que grabamos no se conocían entre ellos, ¡y ya habíamos hecho un disco! Pero a partir de esa gran gira juntos, se hizo una unión muy fuerte y cada vez intentamos captar más la sonoridad de la banda, porque Doctor Prats es un grupo que ha ido creciendo por los directos. Hay grupos que sacan un disco y hacen un boom increíble, y yo creo que nuestro crecimiento ha sido a partir de ir enamorando cada vez a más gente con los conciertos. El directo ha sido fundamental para nosotros, es nuestro punto fuerte.
Y hablando de directos, siendo vosotros un grupo que estaba cada fin de semana de concierto, os habrá afectado como a nadie esta pandemia. ¿Habéis sentido en algún momento que la banda podría venirse abajo?
¡Cada día lo pensábamos! Pasar de tener una gira de puta madre por toda Cataluña y estar todos los días para arriba y para abajo a estar en tu casa encerrado, fue durísimo. Hay artistas que dicen que la pandemia les ha servido para encerrarse en sí mismos y ser más creativos, a mí me paso lo contrario. Al estar encerrado se me bloqueó todo, al no tener experiencias, no poder quedar, tocar, tener charlas con amigos... ese mecanismo de experiencias que tienes ganas de contar no estaba, y a mí me bloqueó. Tenía pánico al papel blanco, pensaba que nunca más volvería a componer. ¡Fue una crisis total! (ríe) Pero poco a poco la cosa ha ido mejorando y el mundo sigue siendo una mierda y está todo fatal, pero tengo que intentar verlo pel cantó bo.
De momento ya habéis podido presentar el álbum delante de vuestra gente en la sala Razzmatazz. ¿Cómo describirías esa noche?
Con muchas sensaciones. Primero surrealista por ver a gente sin mascarilla y de pie, como si fuera un concierto normal. Y claro, al hacer una presentación de disco, había mucha gente conocida y la presión es triple, estaban familiares, la gente de la discográfica, de la radio, amigos de toda la vida... fue muy mágico, pero tuvimos esa presión ahí. Además, hubo una anécdota, ya que Guillem no pudo venir porque estaba de viaje con Stay Homas, y al salir al escenario vimos a toda su familia ¡y casi nos da algo! Ese momento fue muy emocionante, y en general la vibra de esa noche fue muy especial, es un concierto que nos quedará para siempre.
Y, después de este concierto de presentación, tal y cómo vosotros anunciasteis, vais a estar girando y volviendo a las plazas de los pueblos para hacer bailar a la gente. ¿Dónde os vamos a encontrar y qué es lo que vamos a ver en vuestros próximos conciertos?
Este verano tenemos casi cincuenta conciertos ya cerrados, va a ser una gira como las de antes, o eso espero, crucemos los dedos. Tenemos varios festivales, como Canet Rock, también tocamos en la fiesta mayor de Terrassa e infinidad de pueblos, pasaremos por todas las provincias. Nos centraremos en la zona de països catalans, este año no vamos a salir, las cosas están mejor pero tampoco queríamos sobrepasar este límite. Además, tenemos ganas de ir cerca y reencontrarnos con la gente de Cataluña. El directo será una mezcla entre el 80% de “Pel cantó bo” y los hits de siempre. Respetamos mucho la dinámica del concierto y creemos que hay algunos temas que la gente se los ha hecho suyos y al final tienen ganas de vernos para que suenen y sinceramente a nosotros también nos encanta tocarlos.
Ronda Rápida
Un artista nacional: Jarabe de Palo
Un artista internacional: Nirvana
Un disco para escuchar en el coche: “Blood Sugar Sex Magik” de Red Hot Chili Peppers
Un disco que todo el mundo debería escuchar: “Abbey Road” de The Beatles
Una canción para llorar: “Beautiful That Way” de Noa
Una canción para bailar: “One More Time” de Daft Punk
Colaboración Soñada: Michael Jackson
Vuestra canción más especial: “Quan et faci falta”
Un lugar para escuchar vuestra música: En el coche o en una playa con un gin-tonic
Describe a Doctor Prats en una palabra: Sin complejos
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