No llegan a representar un recambio generacional del penúltimo rock inglés porque tienen más o menos la misma edad que Arctic Monkeys, y porque a veces tienen un cierto regusto a Bloc Party, pero despuntan, se hacen notar. Por una parte, entre los que les llevan tres o cuatro años de ventaja, porque lejos de reflejar con sus canciones lo lamentable que anda la sociedad o lo mal que lo tienen los jóvenes de la era post-Blair, ironizan, usan el sentido del humor y entran por la sonrisa y la melodía pop trufadita de urgencia punk post-adolescente.
"Me gusta pensar que grupos como nosotros estamos llevando la música inglesa a otro sitio un poco más interesante" |
O ni siquiera eso. Adolescente y punto. No hay nada malo en conservar cierta ingenuidad, subirse a un escenario a cantar a capella y con contrapunto, que se van a contar cuentos sobre chicas, chicos y marsupiales. Así que, en vez de andar rebuscando en esa leyenda de su pasado remotísimo que cuenta que se conocieron hace cinco años en una escuela de diseño, mejor plantarse delante de ellos y comprobar hasta dónde llega su sentido del humor y su fe en que “A Guide To Love, Loss And Desperation” saldrá adelante desde un país con un humor tan canino como Gran Bretaña. ¿Vosotros sois un grupo de gente joven de Inglaterra que hace una música de esa que está de moda ahora mismo? “Sí, eso mismo, es la mejor definición del grupo”.” Mantienen la mirada pero no se aguantan la risa.
"Lo que nosotros hacemos es reírnos en voz alta de nuestros problemas" |
“Somos gente seria y nos tomamos la vida en serio, pero no estamos preocupados por parecer serios todo el rato. Hay humor en las canciones y eso es algo que se intenta muy raramente. No nos tomamos a nosotros muy en serio, aunque los aspectos musicales de lo que hacemos, sí lo sean. Lo primero que queremos es que la gente se divierta, y luego que les impresione lo que hacemos, que se les vea en la cara que se preguntan qué coño estamos haciendo. El hecho de que conservemos ‘Tales Of Boys, Girls And Marsupials’ a capella es un recuerdo de cómo empezamos a estar juntos y cómo queríamos encontrar un punto de partida”.Ese es el problema, que desde España conservamos la imagen de que el rock inglés funciona como un escape necesario con el que la gente quiere que envasen de una manera interesante lo que ocurre en la calle, mientras que The Wombats plantean una imagen ligera del día a día en la que es posible sonreír y no hace falta ir de malote. “Pues se lo están tomando muy bien. Notamos que gustamos desde las audiencias indies más guays hasta los tipos serios a los que les gusta Joy Division. Me gusta pensar que grupos como nosotros estamos llevando la música inglesa a otro sitio un poco más interesante. Hay demasiadas noches en Inglaterra en las que lo único que ves es una banda indie tras otra con sus chaquetas negras de cuero tratando de sonar como The Libertines. Es algo aburrido, pero que aparezca gente como nosotros que no tiene los mismos referentes y que puede plantarse delante de la gente con un abrigo peludo, es algo refrescante, aunque tampoco es que seamos tan diferentes, pero nuestra manera de actuar o nuestro sentido del humor son algo que, aunque no sea genial, está sorprendiendo mucho a la gente”.Se interrumpen entre ellos y se dan codazos, pero parece que habla una sola persona. Siempre. “Otra manera que hemos tenido de expresar lo que pensamos con respecto a lo que ocurre es hacer una canción como ‘Let’s Dance To Joy Division’, que nace de los momentos en los que estás bailando esas canciones tan serias como ‘Creep’ cuando tienes dieciséis años, y, aunque te gustan, lo que quieres es rebajar un poco la tensión, pero estas canciones son tan deprimentes, que, en vez de relajarte, te ponen de mala leche como nos ocurría con ‘Love Will Tear Us Apart’”.O sea que mientras que el resto del planeta dice que la melancolía, el dolor o la tristeza son el mejor estado de ánimo para crear, van ellos, y se lo pasan por el arco del triunfo. “La tristeza no ayuda, sino que es terapéutica a la hora de crear, pero realmente ayuda mucho más el hecho de escribir una canción alegre que una letra de una tristeza miserable. Lo que nosotros hacemos es reírnos en voz alta de nuestros problemas”.Ni una respuesta petulante ni un desafío británico en la mirada. Lo tienen tan claro, que lo que va a ser una putada para el resto de la humanidad, es no ser miembro también de The Wombats.“Pues claro, fíjate que nuestra primera canción se tituló ‘You make me feel like Brad Pitt’”. Premio a la respuesta del año. ¿Para qué más? Seguirían toda la noche dándole vueltas al hecho de que se saben diferentes y se disfrutan, así que nos ahorramos la mención a la edición previa en Japón de sus canciones aún en formato maquetero como “Girls, Boys & Marsupials” a principio de este mismo año. Fue un regalo hecho a Vinyl Junkie que ni a ellos les satisface, porque lo que han querido plasmar en su álbum es la vieja aspiración de todo grupo de tratar de reflejar el directo en el estudio. Ellos siguen a lo suyo. “Nunca nos ha importado una mierda lo que digan sobre nosotros, pero no como una cuestión de actitud, sino que para mantenernos lo más limpios que podamos, y para intentar seguir siendo nosotros mismos, es mejor no prestar atención a las revistas o a Internet, y al fin y al cabo, siempre notas que el público y la prensa sienten de una manera distinta. Es mucho más importante para nosotros tocar, y tocar mucho para que nos conozca la gente y no tengan que esperar a lo que les diga la prensa, y aunque lleguemos a un sitio como Newcastle, donde pagaron tres personas. Quisimos que se llevaran la impresión de una bofetada en la cara con nuestro directo, que les dijeran a todos sus amigos con una sonrisa, que habían visto el mejor concierto del mundo”.
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