Diva plebeya generacional
EntrevistasFlorence + The Machine

Diva plebeya generacional

Sergio del Amo — 14-06-2010
Fotografía — Archivo

Florence Welch, la cara visible de Florence + The Machine, ha aprendido a marchas forzadas lo que representa el éxito, para bien y para mal. Con su debut, “Lungs”, ganando adeptos día tras día y tras su paso por el Primavera Sound, la británica hace un balance del vertiginoso año que ha experimentado.

Durante estos últimos meses me he empapado a base de bien del “Lungs” de Florence + The Machine; un ejercicio contemporáneo con lo mejor de la siempre a reivindicar Kate Bush y la justa pomposidad que el pop evocador debe proclamar. Días antes de sentarme frente a Florence Welch un mar de dudas me invadían en la cabeza acerca de cómo la futurible diva se las gastaba en la distancia corta. Aquellos que me conocen bien saben que soy un mitómano de tres pares de narices, así que se me hubiera quebrado el alma si la joven británica hubiese preferido enaltecer su prepotencia y su vena, digámosle, arisca. Nada más lejos de la realidad. Al llegar a la recepción de un reconocido hotel barcelonés se oyen sus carcajadas de fondo. Pizpireta, pasando del todo desapercibida como si el hecho de ganar el Brit al mejor álbum británico del año no fuera con ella, se levanta y como buena británica con estudios, me estrecha la mano con una sonrisa. Veinte son los minutos que puedo interrogarla. De modo que rompo el fuego comentándole si alguna vez, en su sano juicio, se habría imaginado todo este reconocimiento hace poco más de un año. “Cuando grabé ‘Lungs’ no pensaba que me darían un Brit, ni que tendría toda esta repercusión mediática. Ha sido un año muy divertido, aunque al mismo tiempo con muchas dudas. He llegado a asustarme acerca de la atención que he recibido. Aun siendo un honor todos esos piropos que me han dedicado, en ningún momento busqué tal repercusión”. Entonces, pretensiones de diva masiva más bien poco, ¿no? “Intento mantener siempre los pies en el suelo. Aunque pudiera convertirme en una estrella masiva, lo más importante para mí sería mantener mi propia libertad y seguir haciendo todo aquello que me apetece” Supongo que los Brit y la sonada actuación en Glastonbury son dos de los momentos que recordará de por vida. “Lo de Glastonbury fue adrenalina en estado puro. Siempre había soñado con tirarme al público desde el escenario, y por fin pude hacerlo”. Sin embargo, lógicamente, la extenuante promoción tiene sus hándicaps. “Al estar todos estos meses fuera de casa, inevitablemente, he añorado muchísimo a aquellas personas que realmente necesito que estén a mi lado, como la familia y los amigos, transmitiéndome toda su fuerza cuando más lo necesitaba. Esos momentos en los que he estado sola en los hoteles, sin embargo, me han servido para hacer aflorar toda mi inspiración más que nunca”. En alguna que otra entrevista previa Welch ha dado a entender que, para el próximo álbum, le gustaría hacer algo más duro. “Cierto. Será más agresivo, con unas baterías y unas bases más marcadas a lo Madonna”. ¿Quizás tirará por lo electrónico? “No exactamente, simplemente incorporaré más sonidos y efectos electrónicos respecto a mi debut”. Florence + The Machine han girado por nuestro país, además de formar parte del cartel de la última edición del festival Primavera Sound. Allí actuaron grupos que admira como Pixies o XX (quienes remezclaron su cover de “You’ve Got The Love”). Pero a todo esto, ¿qué oye en la intimidad nuestra protagonista? “No tengo un estilo muy definido, la verdad. Suelo escuchar desde Tom Waits a Radiohead, pasando por Arcade Fire, Lady Gaga, Liars… Pero si tuviera que colaborar con algunos de ellos, seguramente me decantaría por Thom Yorke o The Maccabees, que me encantan”. Y con Marina Diamandis (de Marina And The Diamonds), ¿no te gustaría colaborar? “Ya sé por dónde quieres ir... Me parece muy divertido cuando los medios buscan similitudes, y ahora le ha tocado a ella conmigo. No he podido oír aun su disco, pero tengo muchas ganas de hacerlo. Me parece una chica estupenda”. Los veinte minutos han pasado volando mientras me afirmaba que si no se hubiera decantado por la música, probablemente, hubiera ejercido de ilustradora. Después de confesarme que “Girl With One Eye” está dedicada a su ex pareja, con quien actualmente guarda una cordial relación, más que satisfecho de este breve encuentro me despido de ella, cojo el metro de vuelta a casa y le rindo homenaje poniéndome a todo trapo “Dog Days Are Over”. Las apariencias engañan, pero lo de Florence es talento en estado puro.

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