Mencionas a Julian Casablancas en las letras. Es curioso, porque Alex Turner también habla de los Strokes en el nuevo disco de Arctic Monkeys.
Vaya coincidencia, es divertido. A veces esas cosas se cuelan sin darte cuenta en las letras, intentando buscar alguna sensación con la que mucha gente pueda identificarse. Los Strokes han sido bastante importantes para una generación entera y, para serte sincero, admiro mucho Julian. Creo que es un tío súper cool. He salido con él por ahí un par de veces y es un gran cliente para los bares (risas).
"La honestidad pertenece más al periodismo, por ejemplo, que a la creación musical"
¿Te gusta lo que ha hecho con The Voidz?
Sí, me gusta muchísimo. No lo compararía con sus trabajos con The Strokes, pero desde luego admiro que haya dado riendo suelta a su curiosidad, como decíamos al principio, y también admiro los riesgos que ha tomado con este nuevo proyecto.
¿Quizá sea eso lo que te une a tus numerosos invitados en el disco, la curiosidad?
Sí. Es una mezcla de artistas que me han llamado la atención y a los que he estado escuchando mucho durante el último año y medio, y de otros artistas que son muy buenos amigos desde hace tiempo. Syd tiene una voz única, Amber Mark es una compositora increíble… ha sido genial. Me he sentido muy honrado y afortunado por tener músicos de tanta calidad artística y humana.
Canciones como That’s a lifestyle suenan a hit. ¿Sueles detectar los temas de tus discos que luego se hacen grandes?
Prefiero no hacerlo. Me gusta no detectarlos, me parece emocionante esa espera en la que vas viendo qué canciones se les engancha más a la gente. Sienta mucho mejor cuando es una sorpresa.
Es tu segundo disco en un sólo años tras la marcha de Amber Coffman. ¿Es más fácil trabajar solo?
¡Bueeeno! No lo sé, en realidad siempre siento la misma presión, la misma soledad. Componer siempre ha sido un proceso bastante solitario para mí. Pensándolo bien, creo que el proceso de trabajo con estos dos discos ha sido bastante similar a los anteriores.
Parece que las letras de este disco siguen la línea de honestidad y claridad del anterior. ¿Lo ves así?
No lo sé. Quizá sean más literales, pero no he pretendido dar una imagen muy directa de honestidad necesariamente. Esa virtud pertenece más al periodismo, por ejemplo, que a la creación de música.
¿Este disco consolida lo que iniciaste con Dirty Projectors (Domino Records, 2017)?
No sé si inicié algo o no. Mi música siempre está evolucionando.
¿Tienes muchas ganas de presentar el disco en España?
¡Muchísimas! He dado algunos conciertos en Norteamérica y han sido brutales. Estoy seguro de vosotros mostraréis una pasión incluso mayor. Las últimas veces fue así, ¡no me decepcionéis!
Para terminar, ¿te gustaría colaborar con algún artista español?
Pues sí, pero me temo que soy un poco ignorante al respecto. Sí que me encantaría trabajar algún día con un tipo que se llama Mencionas a Julian Casablancas en las letras. Es curioso, porque Alex Turner también habla de los Strokes en el nuevo disco de Arctic Monkeys.
Vaya coincidencia, es divertido. A veces esas cosas se cuelan sin darte cuenta en las letras, intentando buscar alguna sensación con la que mucha gente pueda identificarse. Los Strokes han sido bastante importantes para una generación entera y, para serte sincero, admiro mucho Julian. Creo que es un tío súper cool. He salido con él por ahí un par de veces y es un gran cliente para los bares (risas).
"La honestidad pertenece más al periodismo, por ejemplo, que a la creación musical"
¿Te gusta lo que ha hecho con The Voidz?
Sí, me gusta muchísimo. No lo compararía con sus trabajos con The Strokes, pero desde luego admiro que haya dado riendo suelta a su curiosidad, como decíamos al principio, y también admiro los riesgos que ha tomado con este nuevo proyecto.
¿Quizá sea eso lo que te une a tus numerosos invitados en el disco, la curiosidad?
Sí. Es una mezcla de artistas que me han llamado la atención y a los que he estado escuchando mucho durante el último año y medio, y de otros artistas que son muy buenos amigos desde hace tiempo. Syd tiene una voz única, Amber Mark es una compositora increíble… ha sido genial. Me he sentido muy honrado y afortunado por tener músicos de tanta calidad artística y humana.
Canciones como That’s a lifestyle suenan a hit. ¿Sueles detectar los temas de tus discos que luego se hacen grandes?
Prefiero no hacerlo. Me gusta no detectarlos, me parece emocionante esa espera en la que vas viendo qué canciones se les engancha más a la gente. Sienta mucho mejor cuando es una sorpresa.
Es tu segundo disco en un sólo años tras la marcha de Amber Coffman. ¿Es más fácil trabajar solo?
¡Bueeeno! No lo sé, en realidad siempre siento la misma presión, la misma soledad. Componer siempre ha sido un proceso bastante solitario para mí. Pensándolo bien, creo que el proceso de trabajo con estos dos discos ha sido bastante similar a los anteriores.
Parece que las letras de este disco siguen la línea de honestidad y claridad del anterior. ¿Lo ves así?
No lo sé. Quizá sean más literales, pero no he pretendido dar una imagen muy directa de honestidad necesariamente. Esa virtud pertenece más al periodismo, por ejemplo, que a la creación de música.
¿Este disco consolida lo que iniciaste con Dirty Projectors (Domino Records, 2017)?
No sé si inicié algo o no. Mi música siempre está evolucionando.
¿Tienes muchas ganas de presentar el disco en España?
¡Muchísimas! He dado algunos conciertos en Norteamérica y han sido brutales. Estoy seguro de vosotros mostraréis una pasión incluso mayor. Las últimas veces fue así, ¡no me decepcionéis!
Para terminar, ¿te gustaría colaborar con algún artista español?
Pues sí, pero me temo que soy un poco ignorante al respecto. Sí que me encantaría trabajar algún día con un tipo que se llama Nicolas Jaar, pero no es español. Creo que es de Chile o alguna otra parte de Sudamérica. ¿Me haces un favor? Tengo boli y papel, dame unos cuantos nombres de bandas españolas que molen...
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