Se presenta prácticamente imposible que Theo Hutchcraft y Adam Anderson vuelvan a repetir el sonado éxito de aquel “Happiness” que hace tres años inundó nuestras vidas de gomina, baladas alza mecheros y pop sintético megalómano. “Exile”, su segundo largo, resulta mucho más uptempo y populista que su predecesor en las primeras escuchas. No obstante, también explota la cara más emo del dúo en unas letras que abandonan la temática amorosa en favor del misticismo fúnebre. “Queríamos hacer un álbum que proyectara la energía de nuestros directos y, al mismo tiempo, nos dejara probar sonoramente con cosas nuevas. El remix que firmamos de ‘Judas’ de Lady Gaga fue algo así como el primer cimiento para estos nuevos temas. La oscuridad siempre nos ha interesado, así como la muerte, el sexo y temas más extremos que en esta ocasión hemos tocado sin tapujos”, confiesa Theo desde el otro lado del teléfono sin disimular lo cansado que está de las maratonianas horas de promoción.
Sí, lo negro tiene un mayor protagonismo, pero también la sombra de aquellos Depeche Mode que en “Songs Of Faith And Devotion” electrificaron sus señas de identidad del mismo modo que al dúo ahora le ha ocurrido en el tema titular, aquel primer aperitivo titulado “The Road” o “Cupid”. “Siempre han sido una gran influencia para nosotros, por algo son una de las bandas que mejor han entendido el pop desde una concepción más oscura. Aunque, de todos modos, para nosotros Depeche Mode tienen la misma importancia que The Cure o Nine Inch Nails, otros dos grupos que siempre hemos escuchado y comparten un imaginario propio”, interpela al respecto antes de que les saque el enorme parecido que “Miracle” comparte con “Princess Of China” de Coldplay. Theo se defiende: “No creo que sean tan parecidas, la verdad. La gente siempre nos compara con U2 o Coldplay por la épica que desprenden, aun pensando que tomamos caminos del todo diferentes”.
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