Al otro lado del hilo de cobre, en Los Ángeles, John Frusciante parece sonreir. Nadie dudaba de su amabilidad, pero tras los constantes rumores sobre su inestabilidad mental, sus depresiones y su afición a encerrarse durante meses en su habitación, uno se esperaba un monosílabo tras otro. Ningún problema. Contesta un Frusciante alegre y renovado, con el estómago lleno: él acaba de comer, yo de cenar. Hablemos de su tercer disco en solitario. "To Record Only Water For Ten Days" no es lo que se llama un trabajo convencional, aunque comparado con sus dos álbumes anteriores éste guarda ciertas formas. En primer lugar, los sonidos que emergen de la compleja personalidad de Frusciante parecen estructurase, por primera vez, alrededor del concepto canción. "Sí, es lo que intenté hacer. Cuando grabé mi primer álbum aún tenía que saber cómo iba a ser mi música. Hay tantos sentimientos que amo rondando por el universo y tantos estilos musicales que me gustan...".
Las indigestiones sonoras de sus dos anteriores trabajos forman ya parte del pasado. "Cuando empecé a escribir estas canciones tres años atrás, sabía exactamente qué sentimientos formarían parte de mi música, sólo tenía que asegurarme de que era suficientemente buen compositor como para dar forma a estos sentimientos". Sentimientos que, sin estar completamente despojados del permanente halo de caos existencial que envuelve cada creación de Frusciante, sí dejan traslucir cierta energía positiva y calma emocional. "Sí, porque soy muy feliz de estar vivo y amo la vida que llevo ahora. Estoy muy orgulloso de quién soy y de quién he sido. Cuando hice mi primer disco me estaba desmoronando y creo que, especialmente el segundo disco representa muy bien una persona que está volcada en su interior y que no es capaz de expresarse por completo". Lo más sorprendente es que las referencias que se extraen de canciones como "Remain" o "Invisible Moment" no provienen exactamente de bandas especializadas en generar energía positiva. ¿Joy Division, New Order, The Cure…? "Sí, The Cure, Depeche Mode… es la música que he escuchado durante los tres últimos años, Depeche Mode es mi banda favorita de siempre (risas) es la música que me hace sentir mejor". Y la sorpresa continúa al ver que el cuatro pistas ha dado paso a una mayor variedad de instrumentos: coros, teclados, electrónica... un sonido, en definitiva, más grande. Un sonido del que la electrónica tiene bastante culpa, mucho más presente que en "Californication" disco que, en teoría, representaba una evolución de Red Hot Chili Peppers hacia el uso de las máquinas. "Sólo hay un par de cosas electrónicas en "Californication", pero intentamos tocar nuestros instrumentos como se hace en la música electrónica y dar a cada sección su propio carácter, como en los discos de Depeche Mode, donde el verso tiene una textura y el estribillo otra totalmente distinta, como en los discos de Tricky, que juega con atmósferas completamente distintas". Hablando del rey de Roma, parece que los Peppers han colaborado recientemente con él. ¡Tricky y Frusciante cantando juntos! "Sí, más que nada hemos añadido partes a canciones que él ya tenía, sólo hay una canción que hemos grabado juntos desde el principio hasta al final. Éramos Flea y yo, hicimos la música de la canción de "Wonder Woman" (de la serie de TV de los setenta) y luego le añadimos voces y letra propias. Tricky y yo cantamos juntos. Fue una buena experiencia, Tricky es un gran músico y un gran compositor además de una persona muy enrollada, espero hacer más cosas con él en el futuro".Cambio de tercio. ¿Qué hay de cierto sobre la locura asociada a Frusciante? ¿Qué hay de la conexión con Syd Barrett, con el espacio exterior, con los espíritus? "Oh, es de donde viene mi música, de cuando yo formaba parte del espacio exterior. Mi música es una representación de seres de otras dimensiones que aparecen en mi cuerpo, me hablan y me dan ideas". Algo a lo que, sin duda le ayudó su adicción a las drogas. "Sí, pero no es el único modo de conectar con este mundo, hay otras maneras, como la meditación, el yoga y la purificación del cuerpo. Cuidándote, haciendo ejercicio, puedes conseguir conexión con seres de otras dimensiones, hay que mantener la mente abierta y el cuerpo saludable. El placer que siento bebiendo hierbas, cava y valeriana, es mejor que el que he sentido nunca tomando drogas, que es como meter una química innecesaria en mi cuerpo". Parece que la vida de Frusciante ha recobrado sentido desde su vuelta con los Red Hot Chili Peppers. La relación entre los miembros del grupo parece ser, hoy por hoy, ejemplar. "Dejé las drogas antes de volver con los Peppers. Flea intentó siempre ser amigo mío mientras era drogadicto, pero se cansó de estar conmigo porque me estaba deteriorando. Flea me quiere mucho y no podía soportar ver cómo me hacía esto a mí mismo durante cinco años. Cuando me curé volvimos a ser amigos y a salir juntos como antes. El siguiente paso lógico era volver a la banda. Anthony es alguien que también necesita estar limpio para funcionar como persona, lo hicimos al mismo tiempo y empezamos a salir juntos y a ser amigos como nunca lo habíamos sido antes". Quizás de ahí que "Californication" desprenda esa sencillez básica del rock que lo hace un disco más directo y accesible aunque también más visceral. "En cierto sentido prefiero "Californication" a "Blood Sugar Sex Magik", ahora existe un amor entre nosotros tres que nunca había existido. ¿Crees que es más rock? No lo sé, no existe ninguna razón para ello, no teníamos ninguna idea preconcebida de cómo tenía que sonar, simplemente fuimos al estudio y tocamos lo que teníamos ganas de tocar, improvisábamos..." Una de las cuestiones que sin duda han traído más de cabeza a los fans de los Peppers fue la deserción de Frusciante en un momento -"Blood Sugar Sex Magik"- que se antojaba como el más dulce de su carrera. Acababan de firmar su cúspide creativa, aún por superar. "No era un buen momento, no congeniábamos como personas, no es divertido estar en una banda con la que no disfrutas. Yo no toco para ganarme la vida, yo hago música porque amo hacerla y paso de estar con gente que no ama hacer música conmigo. Si los Peppers empezaran a no hablarme o a no disfrutar tocando conmigo otra vez, me volvería a ir. Pero esto no pasará porque ahora nos apreciamos demasiado y disfrutamos demasiado los unos con los otros. En el tiempo de "Blood Sugar Sex Magik" cada uno pensaba que era lo más grande de la banda y un grupo no puede sobrevivir con tantos egos. Cada uno tiene que pensar que el otro es más importante que él, de otra forma un grupo no funciona. Aprecio a Anthony como cantante y letrista, pienso que Flea es el mejor bajista del mundo y ellos sienten lo mismo por mí". Y desde que Frusciante se largó hasta su vuelta, Flea y compañía tuvieron tiempo de grabar "One Hot Minute". El disco, con el Jane´s Addiction Dave Navarro rasgando las seis cuerdas, tuvo tantos detractores como admiradores. Frusciante se cuenta entre los primeros. "Nunca lo he oído, sólo he escuchado los dos singles y no me gustaron. Los vi una vez en directo y tampoco me gustaron. Me gustó Anthony, él fue el único que me gustó pero no la música". Sin embargo, no parecía haber un mejor substituto que Navarro para una banda como Red Hot Chili Peppers. "Creo que ningún músico encaja bien en más de una banda, es muy raro. Para mí Dave Navarro nació para estar en Jane´s Addiction, entonces pensaba que era el mejor, pero en los Chili Peppers no tenía ninguna química". ¿Por qué cree Frusciante que Navarro dejó la banda? "Iba en otra dirección comop
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