De nuevo en la carretera

Muchos seguidores de los británicos The Cult han quedado más que satisfechos con “Choice Of Weapon” (Cooking Vinyl/Pias, 12), lanzado a principios de verano. Normal.

Decíamos que eran muchos los que están disfrutando con “Choice Of Weapon”, el nuevo trabajo de The Cult. Es comprensible, porque el grupo ha recuperado el mojo. Incluso los que no son tan fans no han podido evitar dejarse llevar por el rock en mayúsculas que asoma no pocas veces entre sus canciones, y es que después de la reunión-separación-reunión y del correcto "Born Into This", aún confiábamos en ellos. “Este no es sólo el mejor, sino también el disco más importante que hemos grabado”, asegura Ian Astbury vía telefónica. “Por eso espero con todas mis fuerzas que nuestros fans puedan escapar de la actual forma de consumir álbumes, y se detengan a oírlo con cariño, que le echen tiempo para captar los detalles, como se hacía antes”. Cinco años han pasado desde su último larga duración, tiempo más que suficiente para hacer repaso de las prácticas de estudio empleadas con anterioridad, y, por tanto, para saber cuál era la idónea de cara a este nuevo trabajo. “Las ideas para las canciones siempre surgen con facilidad. Esa es la parte fácil -explica Astbury-. Después hay que buscar la forma de convertirlas en canciones, y ahí es cuando uno puede optar por establecer conceptos, objetivos que alcanzar, o por dejarse llevar. Esta vez sentimos que contábamos con una nueva energía que nos ayudaría a encontrarnos con las canciones de forma natural. Sin buscar un estado emocional concreto, sino esperando a que emergiera el ideal insistiendo una y otra vez en las canciones hasta que surgieran las interpretaciones perfectas. En el fondo así es como creo que debe funcionar la música: no eres tú quien decide cómo debe quedar la canción, es ella misma quien te lo dice”. Astbury, ya un icono entre los frontmen de la historia del rock, siente unas “ganas enormes de tocar este disco por el mayor número de países posible”, pero confiesa estar deseando volver a girar con Riders On The Storm. “Fue una etapa fascinante de mi vida. Hice ciento cincuenta conciertos con ellos y todo fue muy intenso, enormemente especial para mí. Aprendí mucho de Ray Manzarek y Robby Krieger. Cuanto más tiempo pasa, más cuenta me doy. Definitivamente, quiero hacerlo una vez más, estamos a tiempo antes de que se hagan demasiado viejos".