Como quien se acerca a la
luz del fuego para quedarse un rato absorta, sola con sus cosas y ante la
tesitura de arrojar alguna carta amarga, parece afrontar Amparo Sánchez su
nueva andadura. “Tucson Habana”
empezó a fraguarse cuando Amparanoia todavía estaba en activo y seguramente
cuando Amparo Sánchez empezó a notar el cansancio de un proyecto, grandioso,
que le había dado todo pero que también le había absorbido hasta el último
aliento. “Las canciones nacen en 2007,
un año que decido no hacer gira con Amparanoia, y tomármelo sabático e irme a
Granada, con mi familia. Allí, junto a Jordi Mestre y Carlos Díaz (Eskorzo)
grabamos una maqueta y empezamos a
plasmar con dos guitarras y voz la idea de este nuevo proyecto”. Aunque
Amparo ya llevaba tiempo barruntando este concepto musical más íntimo y
personal todo vino también por azar, y el germen de “Tucson-Habana”, como no podía ser de otra manera, también obedece
a los lances del destino. “Fue un
concierto en Canadá en el que coincidíamos con Calexico y en el que la mitad de
la banda no pudo llegar y tuvimos que dar un concierto acústico que gustó mucho
al público y a Joey y John
especialmente, hasta el punto que después en el hotel les enseño las
canciones que tenía hechas y ellos me proponen grabarlas juntos”. Todas las
piezas parecían encajar, por un lado Amparo encontraba los artífices perfectos
para dar forma a unas canciones que se adaptaban como un guante al timbre y la
sonoridad que los de Arizona imprimen, por otro se hacía realidad una
colaboración que estaba “cantada” desde hacía tiempo. Y es que la admiración
que siempre se han profesado ambas partes ha sido reciproca. La primera cita
era en Tucson, en los estudios Wave Lab, rodeados de cacharros analógicos,
reverbs de cinta, guitarras de madera añeja y la magia necesaria para impregnar
a esas canciones seminales, la sutilidad que Amparo buscaba en la producción de
Calexico. “Tienen el don de adornar de
una forma elegante y a la vez sofisticada todo lo que tocan. Aún así tuvieron
mucho respeto por lo que había ya grabado en las maquetas y se acoplaron
aportaron el broche final de la sonoridad”. Y es que pese a la desnudez de los temas, canciones como “Hoja en
blanco” o “Corazón de la realidad” suenan enormes y orquestales. Amparo
encontró allí esa nostalgia del desierto tejano donde se mezclan las músicas de
frontera, la ranchera mexicana, el bolero y el blues. Estos temas ocupan la
mitad del disco. Para la otra mitad, se vuelven a encontrar, pero esta vez a
propuesta de Amparo se desplazan a La Habana, otra meca soñada por los tres
protagonistas de esta especie de road
álbum. “Siempre habíamos coincidido
en nuestra devoción por el disco de Buena Vista Social Club así que les propuse
ir a Egrem. Esta vez era yo la que les invitaba a descubrir una ciudad, La
Habana, que ya conocía muy bien”. En
Cuba además se encuentra con Omara Portuondo quien participa en “La Parrandita
de las Santas”, “Si alguien me lo
hubiera dicho hace unos años no lo hubiera creído”, confiesa. El son
cubano, la brisa calida del caribe para estremecer el corazón y después venirse
arriba con temas como “Apagón en la Habana”. “Hay gente que después de los conciertos se me acerca y me dice que es
triste pero bonito. Son canciones con un ambiente triste pero hay algo de
esperanza”. La mujer guerrera también llora y lo hace en forma de perlas
que suenan como si te rozaran tímidamente. Y es que además de estos momentos
Polaroid vividos entre Tucson y La Habana, el álbum está profundamente marcado
por la época en la que su autora lo parió en el papel, sobre todo las canciones
grabadas en Tucson. “Las letras son
distintas en cada canción pero tienen como hilo conductor el tiempo en que
fueron escritas. Yo atravesaba un momento personal duro y quizás mi tabla de
salvación fue escribir estas canciones. Ahora, cuando las canto en directo, me
llena de orgullo. Me emociono muchas veces, porque son mis cosas, lo que a mí
me ha pasado. Me doy cuenta que he conseguido superar esa mala racha y a la vez
puedo animar a quien pasa por un momento parecido a salir para adelante”.
Tras una serie de conciertos de presentación en acústico, en pequeño formato,
Amparo Sánchez se encuentra ya
girando por Europa y tomando contacto de nuevo con los escenarios grandes. “La banda está sonando increíble ahora que
ya hicimos unos quince conciertos juntos. Hemos trabajado mucho los arreglos en
cada tema, los silencios y los vacíos y no estamos todos tocando en todos los
temas. El repertorio tiene una dinámica muy interesante en directo, muy
mágico e intimo. La idea era hacer siempre lugares pequeñitos, pero empiezan a
invitarnos a eventos que merece la pena aceptar”.
No te pierdas un extracto de esta entrevista con Amparo Sánchez en Mondo TV
jun28 la verdad es que la conservif3n que se hace de dolar a euro es la re ostia porque misteriosamente todos los precios que deberedan de ser menores acaban siendo iguales o superiores.Luego alegan que claro , es normal por el gatos de distribucif3n o de pasar el charco. Y luego descubres que de hecho les sale me1s barato enviarlos a Espaf1a que a estados unidos porque las fe1bricas las tienen aqued.con dos cojones vamos