Corredor de fondo
EntrevistasDaniel Merino

Corredor de fondo

Redacción — 08-05-2008
Fotografía — Archivo

Daniel Merino ha militado en bandas tan como The Gravestones, Little Fish, Bedroom, Rubia o Smile. Y además, ha publicado dos discos en solitario. Si en el primero “Aventuras en la gran ciudad” (Hegar, 03) destacaba un tono agridulce e introspectivo, en “Malos tragos” (La Casa Con Ruedas) la melancolía se supedita al carácter rockero, aunque mantiene las coordenadas de siempre.

“En este disco he sido mucho más selectivo a la hora de elegir el repertorio, ya que compuse unas quince canciones de las que grabé trece y sólo diez han llegado a formar parte de ‘Malos tragos’. También me ha ayudado el hecho de que haya pasado un tiempo desde la grabación a su publicación, lo que ha determinado que únicamente estén las canciones con las que me sentía realmente cómodo tocando en directo, y que resulta que son las más rockeras o las más divertidas. El sonido también tiene más garra y fuerza. El productor Saúl Santolaria hizo muy bien su trabajo. Al final ha quedado un disco más corto y ameno, pero sin dejar de lado el romanticismo”.

"En este disco he sido mucho más selectivo a la hora de elegir el repertorio"

Un lastre que viene acompañando a nuestro personaje es el prejuicio mainstream que el público objetivo quiere ver en su obra, respecto a lo cual se defiende como buenamente puede. “A ese público al que tú llamas objetivo yo le llamaría subjetivo. Ellos ya tienen una opinión formada sobre lo que es auténtico y lo que no. Tienen muchos prejuicios pero a mí no me importa que me cataloguen como mainstream, también lo son los grupos que me flipan como los Rolling, Bruce Springsteen o Eagles. Todavía me acuerdo cuando tocaba en Bedroom en el año 96 y aquellos me decían que por qué hacía rollo americano si lo que molaba eran los sesentas y el garage, sin embargo ahora babean con Ryan Adams, Wilco y Jayhawks... En fin, si no les gusta mi música me parece bien, pero no me quita el sueño”. Tampoco se libra de la autogestión, un recurso cada vez más recurrente entre los músicos para librarse de intermediarios y distorsiones. El pequeño sello La Casa Con Ruedas le ha licenciado el disco. “Gracias a MySpace entré en contacto con La Casa Con Ruedas. Me encantó su logotipo: una furgoneta Volkswagen. Soy furgonetero y me dije ‘¿Qué será esto?’. Era un sello que publicaba buenos discos de rock en castellano. Su lema era: ‘lo más importante es la música y la creatividad de nuestras bandas, más allá de los beneficios que puedan generar’. Me pareció perfecto, ellos me conocían por mi primer disco y una cosa llevó a la otra”.

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