Pero me siento en el despacho de alguien capaz de reconocer que va a pocos conciertos porque se aburre y le duelen los pies (¡cómo yo!) y que ante la pregunta de por qué ha incluido en el disco tanta información sobre las canciones responde: “No, eso es sólo en la edición para la prensa. Es que estoy cansado de que siempre me pregunten qué significa este título o aquel tema”. Vaya, menos mal que yo soy de los que jamás muestro tamaña falta de originalidad; de lo contrario ya me habría sonrojado. Eso sí, es imposible hablar de “Entre lujos y otras miserias”, el segundo disco de este barcelonés, sin hacerlo del reconocido productor británico. “No me importa. Su nombre aparece en la portada por razones contractuales. Pero es que habiendo trabajado con alguien así hay que decirlo, además de que yo he colaborado en la producción.
| "Howie B. va tres galaxias por delante de cualquier otro" |
Es el primer genio auténtico que he conocido. Tiene una memoria fotográfica y va tres galaxias por delante de cualquier otro. No enseña ni dice nada, tienes que fijarte. Y no acepta parches, ni en voces ni en instrumentos: si algo sale mal, se repite desde el principio. Ha sido una suerte trabajar con él”. La toma de contacto del antiguo productor de U2 y con la música de Carlos Ann fue bastante habitual (“cuando vino con la gira de U2 que mezclaba pinchó en varios clubes. Estuvo en Moviedisco y me vio actuar. Le gustó y le fui enviando material durante un año hasta que encontramos el hueco para colaborar”) aunque quizás no tanto los motivos por los que decidió encargarse del trabajo. “A Howie esto le sonaba muy exótico. La electrónica en español presenta un gran vacío y tiene un enorme mercado potencial. Buscaba una especie de revival actualizado de Morrissey en español, con parecido cinismo y frescura. Howie dice que esta electrónica es la que se llevará dentro de cuatro años”. No seré yo quién le discuta a Mr. B lo que se llevará o no en el mercado electrónico... Ni desde luego el que compare a Morrissey con Ann. Pero es cierto que la electrónica pop que propone sólo se emparienta lejanamente con el pop electrónico de, por ejemplo, Carlos Berlanga. Con la diferencia de que Ann ha invertido las tornas haciendo predominar las ´cool electronics´ sobre el formato pop, la programación sobre la voz, el ´tema´ sobre la ´canción´, convirtiéndose probablemente en uno de los primeros autores de electrónica contemporánea ibérica. Todo ello combinado con algún agradable ritmillo slow-house y arreglos acústicos y, en algunos de los momentos menos regulares del disco, evidentes sombras y rimas techno-ochenteras y ebm (como cite a OBK no me deja entrar más a sus clubes...). En todo caso, es un proyecto bizarro y deliberadamente cutre-lux que ya se apresta a pasar la prueba del directo. “De mis conciertos podrás decir que te repugnan o te encantan, pero jamás que te dejan indiferente. Estoy harto de conciertos aburridos. A mí me gusta que el artista enseñe su mundo, aunque luego conectes con él o no. Estoy aburrido tanto de los conciertos anodinos como de la presunta actitud rock, corrompida tras veinte años de falsedad: Carlos Gardel tenía mucha más actitud que Orbital y Basement Jaxx, aunque entretengan, no tienen nada que hacer ante Jimi Hendrix”. Ni Paco Loco ante Howie B, creo, así que abran bien las miras y hagan un viajecito en el tiempo, que esto parece ser lo que se va escuchar en el mercado electrónico en 2006. Dice Howie.
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