"Lo que nos toca es profesionalizar el concierto"
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"Lo que nos toca es profesionalizar el concierto"

Álex Jerez — 12-07-2022
Fotografía — Archivo

Pimp Flaco está bastante jodido o al menos lo estaba antes de sacar el último álbum de Cupido. Le han dejado el corazón destrozado y Sobredosis de amor (Primavera Labels/Universal, 22) es algo así como su diario personal, sus stories de “mejores amigos”, su colega al que soltarle todo el dolor.

Sobredosis de amor , el segundo álbum de la banda, está cargado de despecho y frustración por una relación que ha terminado siendo bastante tóxica y de la que Pimp Flaco no se quiere despegar. Un cara a cara con él mismo para hacer frente a un amor “adolescente” que se balancea constantemente entre las ansias de no querer que la otra persona rehaga su vida y asumir que toca pasar página. Junto a todo este batiburrillo literario, Solo Astra siguen construyendo melodías pop redondísimas y estribillos impecables, bien puliditos, que se enfrentan a los versos de Flaco para abrazarlos y generar temazos que podrían llenar la radio fórmula sin ningún problema. Hablamos con Solo Astra sobre el segundo trabajo de este súper proyecto con la ausencia de Pimp Flaco por indisposición del artista.

¿Cómo surge la idea de crear un nuevo álbum?
El germen del álbum diría que es “La Pared”, un tema que nos encantaba tocar en los ensayos y pruebas de sonido. Así que al final se convirtió en el arranque de lo que ha llegado a ser el nuevo proyecto de la banda a nivel estilístico y sonoro. Luego salieron un par de singles que también podrían encajar, pero no han entrado en el disco. Eso sí, cuando quisimos seguir grabando cosas arrancó la pandemia y lo paró todo hasta que logramos más tarde volver a retomarlo.

"Posiblemente nos hemos dado un tiro en el pie por no haber seguido haciendo el sonido que tanto nos estaba funcionando"

Tras la acogida que tuvo el grupo con el primer disco juntos, ¿os habéis propuesto algún reto sonoro para este nuevo disco?
Posiblemente nos hemos dado un tiro en el pie por no haber seguido haciendo el sonido que tanto nos estaba funcionando. Un sonido que cuando empezamos a mover en España nadie estaba haciendo algo así en ese momento. Y ahora que justamente un montón de gente ha comenzado a adoptar ese sonido, cogemos nosotros y cambiamos de dirección. Ya tenemos a muchos fans diciendo que “ostia tío, esto no es como ‘Préstame un sentimiento’”. Pero bueno, la vida es así y no puedes tampoco hacer todo lo que te diga, o lo que vaya a gustar, porque no avanzas. Somos así, somos unos inquietos y es imposible saber qué nos deparará el futuro. A lo mejor en el siguiente nos apetece seguir explorando este sonido o cambiamos y nos apetece ramificarnos a otra variante para volver a los inicios. Hacemos lo que nos pide el cuerpo y la verdad es que creo que un poco esa es la clave del éxito que hemos tenido.

Aun así, seguís construyendo melodías redondas y estribillos muy pegadizos que podrían salir en la radiofórmula.
Sí, eso está ahí, y lo mismo con Flaco que tiene un Master en letras pegadizas y estribillos super pegadizos. La canción tiene que funcionar desde el principio. Para nosotros, tiene que funcionar con un piano y una voz, o con una acústica en un local. Luego ya aparecerá el tratamiento que requiera el tema en el área de producción y que muchas veces ya llega definido por la propia esencia de la canción. Mira “La Pared”, que te pedía un piano y un sonido muy crudo. Pero podríamos haberla llevado también a un terreno de sintes y de batería electrónica. Sin embargo, creo que habría sido un poco impostado.

A nivel emocional con este disco entráis en un bucle terrible de desamor adolescente muy jodido.
Bueno, las letras son todas de Flaco y él no ha podido estar hoy aquí porque está pachucho. Espero que pronto te lo pueda contar mucho mejor. Aun así, yo creo que todos los amores son adolescentes o deberían serlo un poco en cierto sentido. Hay que encontrar esa chispa, esa pasión de la adolescencia. No vale con mantener una relación y terminar convirtiéndose en un un matrimonio. Recuerdo cuando me enamoré con diez o doce años, y me gustaría sentir esas cosas de nuevo. Tiene que ser un amor inocente y estúpido; un amor como un niño.

Bueno y no solo se refleja en las letras, también en las melodías. Solo hace falta escuchar ese inicio del álbum tan vulnerable.
Está claro que es un disco menos alegre. Todo lo que ha pasado con la pandemia nos ha dejado esa sensación como agria, melancólica, que ha estado todo el rato en el ambiente este año. Así que posiblemente también haya afectado al disco de una manera involuntaria.

"Nosotros estamos en un punto extraño en el que no saben dónde situarnos"

Sí, es cierto que hay bastantes referencias a que otro tiempo fue mejor, a esa nostalgia y esa melancolía constantes.
Bueno, es que otro tiempo fue mejor. Ahora estamos tirando para adelante como podemos post pandemia, pero joder qué bien estábamos antes de la pandemia. Todavía no me creo que nos estemos recuperando y, bueno, si hablamos ya de la industria musical es increíble lo que costando volver a la normalidad. Así que sí, otro tiempo pasado fue mejor pero supongo que es un poco lo de siempre: quiero lo que no tengo.

¿Y cómo os veis ahora mismo dentro de la industria musical?
Creo que somos un grupo rarísimo. Ahora los artistas están divididos en dos bloques: los que tienen repercusión en lo digital y los que llenan conciertos. Es complicado encontrar gente que funcione en ambos y nosotros estamos ahí peleando por los dos sitios. Nos llaman los festivales indies, nos llaman los festivales urbanos… Y con las bandas pasa igual todos los grupos indies y urbanos quieren colaborar con nosotros. Bueno, en realidad todos no, que ha sonado muy chulo [risas]. Pero vamos, a lo que nos referimos es que no hay un límite. Tú ves a grupos como La M.O.D.A. increíbles en concierto que llenan un estadio e imagino que tendrán menos reproducciones que muchos artistas a los que habitualmente les cuesta llenar una Costello. Por eso, nosotros estamos en un punto extraño en el que no saben dónde situarnos. Como no tenemos prejuicios para hacer música al final da igual, que nos cataloguen donde haga falta.

Cerráis el disco con eso de “este será el último verso”. Pero, ¿tenéis más material o no sabéis hacia dónde va Cupido?
Material siempre hay, porque al final estamos todo el día con la guitarra, con los teclados, y salen cosas de la manga. Aunque la verdad es que no creo que podamos meternos a grabar de nuevo muy pronto porque lo que nos apetece es salir a la carretera a tocar, disfrutar las canciones nuevas y también dar a las antiguas el hueco que se merecen. Nos apetece ir a sitios donde no pudimos, visitar Latinoamérica. Pero bueno, lo mismo en unos meses te digo “Dios mío, estoy cansadísimo de girar en la furgoneta, vamos a meternos en el estudio”.

¿Qué ideas tenéis para llevar este disco al directo?
Estos temas son más fáciles de llevar al directo que los anteriores. Pero lo que sí queremos es dar un saltito más en la producción del show y que Cupido sea una experiencia muy especial. Nos lo vamos a currar para que sea una experiencia bonita.

Lo bueno es que las propias canciones ya te generan una energía que te invita a entregarte y que acabes muy dentro de la propuesta.
Yo siempre he dicho que la mayor virtud de Cupido es su repertorio. Es una pasada. No hay un tema que se cante menos que el siguiente en un concierto y eso es una cosa increíble. Así que ahora lo que nos toca es profesionalizar el concierto a nivel sobre todo a nivel estético y visual. Hay que poner la guinda del pastel para que cuando estés alucinando por alguna canción también lo hagas visualmente y ese sea ya el remate para una experiencia inolvidable.

 

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