Definitivamente toca moverse. Es posible que los últimos pasos de los iconos de la electrónica y el baile, no estén a la altura de su brillante pasado. Pero también es posible que el umbral de sorpresa de la masa que los engulló, se haya subido disparado. Lógico. Prodigy están en el limbo, Underworld se han esforzado a medias, Orbital están atrapados en sus hábitos, y Chemical Brothers, se han parapetado en todos los aciertos conseguidos para dar un nuevo paso. Parecen sinceros cuando dudan sobre la fecha de publicación de «Surrender». Pero les importa poco, porque el tercer largo oficial de la pareja feliz va a ser, para muchos, su mejor disco. Aunque siempre haya quien recuerde que los Chems deben ser el grupo perfecto para mantenerse en el centro geográfico de los amantes del cuatro por cuatro, y de los indies vocacionales. No hace falta hacer memoria. Está demasiado presente en el colectivo inconsciente que «Exit Planet Dust» (1995) significó para muchos el despertar y la pérdida de prejuicios ante una jugosa pista de baile que se prometía llena de esquinas nuevas por descubrir. Además, los habituales del club los recibieron con los brazos abiertos. De pronto, todos amigos. Hasta el más grunge se había aburrido del rock de siempre, y amaba de lejos a Meat Beat Manifesto, y a Andy Weatherall, y se sabía de memoria la discografía particular de Paul Oakenfold. Y todo, en gran parte, gracias al extremo que habían conseguido Chemical Brothers, y que antes frecuentaron con resultados diferentes Happy Mondays, o Primal Scream. Por fin existía el mestizo legítimo de dance y rock, listo para que todos lo hiciesen suyo. El engranaje ya estaba engrasado: «Dig Your Own Hole», en abril de 1997, desaparecía de las tiendas en cuanto se colocaba en el estante.Sin embargo, 1999 se levanta con resaca de demasiados sonidos aprehendidos en poco tiempo, y hace falta algo nuevo para seguir teniendo contentos a todos los que han gozado con los beats químicos hasta la nausea. «Surrender» es un secreto a voces del que se extrae «Hey Boy, Hey Girl», un single muy pegadizo, pero con menos gancho que «Block Rockin’ Beats». ¿El manantial se ha secado? En absoluto. Chemical Brothers han jugado su carta con inteligencia, y han continuado donde lo dejaron en el final psicodélico de «Dig Your Own Hole». En resumen, mucha más música para escuchar, y un poquito menos de baile canalla.(Tom Rowlands) «Con «Dig Your Own Hole» encontramos la estructura perfecta que debería tener un disco. Lo que hacemos es guardar los aciertos y evolucionar, manteniendo la fuerza y la energía que hemos conseguido. Es cierto que hay cosas que no cambian, pero porque no nos arrepentimos de nuestra manera de ver la música. Es algo que pasa incluso con las bandas de blues, que parece que siempre hacen el mismo disco».(Ed Simons) «Titulando el disco «Surrender» (rendición), queremos que la música te lleve a un estado mental especial, y que participes en una rave continua. «Surrender», la canción, la hemos llamado así porque es diferente de todo lo que hemos hecho antes, y funciona como si tuviese instrumentos orgánicos, que están llevados por una batería techno. Igual que hicimos con «Dig Your Own Hole»».hemical Brothers han dado con varias fórmulas perfectas de las que no quieren apearse, aunque, los tiempos del big-beat parecen quedar lejos: (Tom) «No nos hemos cansado de eso. Es posible que al principio hiciésemosalgo parecido al big-beat, pero en siete años pasan muchas cosas… De todos modos hay algo más cabreante que el recuerdo del big-beat, y es cuando aún alguien dice que hemos hecho trip-hop. Eso nos vuelve locos». Hay que tener en cuenta que hablamos de una música que está sufriendo una reetiquetado constante y confuso, y ellos deberían ser más conscientes que nadie. (Tom) «Sí, porque no nos podíamos imaginar que llegaría un momento en el que, en ciertas tiendas de discos, hubiera una sección de `Chemical Beats´. Es muy curioso, por que nuestra manera de enfocar la música es única». Cierto. Por muchos Fatboy Slim o Propellerheads que se hayan apuntado al carro, el big-beat (dance-rock, o como quieras), suele andar por otros derroteros más grasientos, a pesar de que, «Hey Boy, Hey Girl», parezca sacado de una sesión de madrugada de Bentley Rhythm Ace. Por otra parte, durante 1998, más de uno avisó de que existían fisuras debidas a discusiones sobre el estilo de lo que tenía que venir. (Ed) «Eso es que no nos conocen demasiado. Es verdad que hemos alternado con mucha gente, pero para grabar este disco no hemos querido ninguna influencia. Es posible que la gente sepa que no podíamos seguir trabajando de la misma manera, pero no nos peleamos en absoluto». Cierto o no, Tom y Ed (engullidores compulsivos de fruta), mezclan respuestas de hoja promocional con risas tontorronas y bromas particulares. Igual es que se llevan bien. Así han salido las cosas, porque si «Exit Planet Dust» fue la sorpresa, y «Dig Your Own Hole», el del baile canalla y la psicodelia; «Surrender» sale un poco de la pista de baile, y se instala en un terreno mucho más épico. (Tom) «Porque te puedes sentir mucho mejor escuchando este disco, aunque sea muy difícil de definir». No les gusta lo de la escucha más atenta, y el baile más calmado. (Tom) «¡No hay reglas fijas con Chemical Brothers, puedes escuchar cualquiera de los temas nuevos en un club, y verás cómo funcionan!»… Se calma. «De todas maneras, me encanta que nuestra música pueda vivir ahora también fuera de los clubes. Igual se había quedado un poco atrapada dentro». Aún así, hay temas como «Got Glint?» que mezclan un bajo clásicamente funk con unas bases house que podían haberse grabado hace quince años. (Ed) «Incluso más, porque tiene unos elementos deep house muy antiguos, pero nosotros le hemos puesto nuestro sello». «Hey Boy, Hey Girl» también rescata modos de D.A.F. (Tom) «Los escuchaba mucho cuando era joven, pero te equivocas, me acordé de D.A.F. cuando hacíamos «Out Of Control» (con Bernard Sumner y Bobby Gillespie)» . Vaya. Lo que sí es curioso es que «Sunshine Underground» les haya salido tan ampuloso, tan cercano a Mercury Rev (dentro del sonido químico), y que Jonathan Donahue sólo aparezca en «Dream On». (Tom) «Porque hemos querido recrear los temas que grabamos con Beth Orton del primer disco, pero sin voces».on estas nuevas propuestas han renunciado definitivamente a los lugares pequeños, en beneficio de los festivales o los estadios. (Ed) «Con la música que hacemos, no es difícil estar cerca de la gente y transmitir nuestra fuerza. Ya no creemos necesario actuar en clubes pequeños en los que puedes notar la reacción de la gente a cada pequeño movimiento que hagas. Por eso, nuestros preferidos son Benicàssim y Glastonbury. Y es que nos encanta la manera de hacer las cosas en España. Antes de ir a actuar allí la gente se planteaba nuestra música de una manera muy intelectual, hasta que nos vieron y empezaron a tomarse nuestras actuaciones como una celebración. Desde la primera vez que fuimos a Benicàssim, nos dimos cuenta de que había una conexión muy especial. Es posible que parezca un poco cómico este año cuando sepan que vamos otra vez. ¡Otra vez! Y lo seguiremos haciendo, porque es un festival que se plantea de una manera mucho menos fría, para nosotros, que otros. Por lo que sea, Benicàssim nos da un sentimiento especial». Media hora de conversación que termina invariablemente en Benicàssim, y en la firma ingenua de un disco. Perfecto para volver sobre lo andado, y plantear dudas sobre el presente del dance. (Tom) «Es posible que algunos de los que se apuntaron estén empezando a aburrirse, pero sigue habiendo el mismo underground de antes. Lo que hacen Orbital, Underworld, o nosotros, es fresco. Nosotros somos el baile. ¡Nosotros somos los campeones! Nada de Basement Jaxx. ¡Joder! No puedes juzgar la música sólo porque sea nueva, o porque genere más o menos atención. Y sino, fíjate en lo que siguen moviendo Springsteen o Dylan. .Vale que digas que haya ciertas bandas que se sientan cansadas y que no
hagan música fresca, pero nosotros aún no hemos sacado nuestro mejor
disco. La gente que empezó con nosotros es ahora más mayor, pero
nosotros seguimos sintiendo la fuerza de los que nos escuchan». Ojalá
sea así.«Surrender» será publicado por Virgin.
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