Cuero, punk y chupas tejanas
EntrevistasTurbonegro

Cuero, punk y chupas tejanas

Roger Estrada — 09-07-2003
Fotografía — Archivo

Turbonegro han vuelto. Le han prendido fuego a sus propias cenizas para alumbrar "Scandinavian Leather" (Burning Heart/Mastertrax, 03), gloriosa continuación del espíritu del inolvidable "Apocalypse Dudes". Simpatía por el tejano.

Hotel Princesa Sofía, Barcelona. Sr. Recepcionista, preguntando por teléfono: "Oye, ¿sabes dónde están esa panda de jevis suecos?". Así, tal cual, demandando info por la vía rápida. Un tipo ataviado con camiseta de Division Of Laura Lee pasa por mi derecha. "¿Será del servicio de habitaciones?", pienso aterrorizado. Cruce de miradas: "¿Buscas a Hank? Ahora baja, se acaba de levantar". Mirada rápida al reloj: 15h. Como en los viejos tiempos. Ambiente de lujo, hilo musical para la ocasión (Luis Cobos meets Yanni) y camarero atento a mis necesidades ("Cortado, por-fa-vor"). Un ascensor se abre al fondo del hall: gafas oscuras, camiseta de fútbol americano, andar cansino, pitillo en ristre -"Hola, ¿cómo te va?"- y legañas. Play/rec.

"Mucha gente cree que nos convertimos en una banda grande porque nos separamos. No o creo"

"Esto no es ningún comeback tour. Los tres shows que dimos el pasado verano, como el del Bizarre Festival, sí que podían considerarse como un regreso; pero tras entrar en el estudio y publicar un nuevo disco, veo esta gira como una continuación natural, como si estos años de silencio no hubiesen existido. Tenemos más energía que en el 98, tocamos mejor y disfrutamos aún más cada vez que nos subimos a un escenario". Según cuentan quienes estuvieron, los bolos de su última visita fueron un desastre, con un Hank Von Helvete absolutamente ido y esclavo de sus vicios que carcomía los pilares de una banda caótica y juerguista, pero a la vez cohesionada y profesional hasta la médula. Decidieron acabar con ese carrusel autodestructivo camino de Italia y, en los cuatro años que siguieron, mientras Hank se desintoxicaba, el mito de Turbonegro fue creciendo. "Mucha gente sugiere que nos convertimos en una banda grande porque nos separamos. No lo creo. Nos convertimos en algo importante porque ´Apocalypse Dudes´ era un disco muy bueno. Habíamos creado un monstruo que no éramos capaces de matar y la presión fue tan fuerte y nos pilló en un momento tan malo, que tuvimos que dejarlo. Fue muy triste. No queríamos hacerlo, pero lo más importante era seguir con vida. Podríamos haber continuado con esa gira, pero mantener ese circo tan decadente no era algo digno de Turbonegro, los fans no lo hubiesen permitido". Y es que pocos seguidores hay en el planeta rock tan fieles y organizados como los de la banda noruega. Entra en www.turbojend.net y adhiérete a la secta de adoración de los Denim Demons. La página principal lo dice claro: "Hank Wants You!". Pero recuerda: "sólo puedes ser miembro del selecto club si posees una chupa tejana cien por cien Turbojend". Si te desenvuelves como un auténtico devoto del credo helvetiano y declaras que defenderás al presidente de la sociedad con fiereza, puede que entres a formar parte del cuerpo de élite, Ass Squad. ¡Pompis fuera! Sí, grises lectores míos, para pillarle el punto al universo TBNGR debéis tener sentido del humor, aceptar su rollo gay, la pirotecnia, la lluvia de plumas, los petardos en el culo y los baños de Tang de fresa. Como Alice Cooper al salir del cole. Porque como decían Backyard Babies: "¿Aún está permitido reír?". En Burning Heart, su nuevo sello, se están partiendo el culo viendo como "Scandinavian Leather" arrasa en Escandinavia y de qué forma está respondiendo la gente a la nueva gira mundial. "En cierto modo nos lo esperábamos, porque concentramos todo nuestro empeño en conseguir un número uno. ¿Por qué volver a medio gas y pidiendo permiso? ¿Por qué tener miedo? No estamos sorprendidos, pero sí muy felices. Quizá más satisfactorio que la gran acogida del disco ha sido comprobar la frescura con la que afrontamos su grabación, ver cómo este tiempo de descanso nos ha permitido tomar distancia con el grupo y regresar a él sabiendo cuál era el papel de cada uno de nosotros y cómo debíamos trabajar para aportarle a la grabación aquello que nos demandaba en cada momento". Y por ello "Scandinavian Leather" cruje con la esplendorosa virulencia de unos Turbonegro orgullosos de sí mismos y en perfecto dominio de un sonido que, a día de hoy, sólo les pertenece a ellos. Todo Dios fusila. Todo está inventado. Pero simplemente los hay que lo hacen mejor. Ahora que todo vuelve, Turbonegro aplastan a los nuevos cachorros con la garra, el genio y la madurez del veterano. Como Hellacopters. Como Soundtrack Of Our Lives. Como Dictators. Una serpiente rabiosa con su propio esqueleto: el maestro Klaus Voorman regresa. El autor de la mítica portada del "Revolver" de los Beatles y amigo de los Fab Four a raíz de su estancia en Hamburgo ha vuelto a hacerse cargo del diseño de la cubierta de un disco, sólo que treinta y siete años después. "La cosa fue así. Turbonegro adoramos a Randy Newman y sabemos que Klaus Voorman había tocado el bajo en su disco ´Little Criminals´. Nos ponemos en contacto con Guido, jefe de Euro Ralph Records y Ministro de Información de Turbojend en Hamburgo, para que llame a Voorman y le pregunte si quiere diseñar la portada del disco. Klaus cree que se trata de otro pesado fan de los Beatles, pero Guido le dice que no, que le llama porque es fan de Newman. Y el maestro le espeta: ´¡Demuéstralo!´. Joder, me gustaría tenerlo grabado porque Guido le tarareó algunas melodías de Randy hasta que Klaus se dio por satisfecho (risas). Le dimos libertad absoluta, ¡qué menos!, y verle crear esa fantástica portada fue algo alucinante". ¿Y la portada de "Ass Cobra" parodiando el "Pet Sounds"? "Adoramos a Beach Boys, aunque pueda sorprenderle a alguna gente. Turbonegro somos amantes de la música, de cualquier música. Nunca he entendido a esas bandas de punk-rock que sólo escuchan punk-rock en sus furgonetas. Nosotros desconectamos del ajetreo de los shows escuchando cosas como los Byrds, Glenn Campbell o Daft Punk".

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