En su quinto disco, “LIGHT+” (Play It Again Sam, 23), el amor y la espiritualidad siguen presentes hoy más que nunca, pero también una vuelta a sus orígenes más bailables y menos comerciales.
Cuando suenan los primeros acordes de “We Got Hope” bien podría ser 2011 y que fuera la primera vez que escucharas “X-tatic Truth”, dejándote llevar por esa pulsación primaria, sobre la cual se construyen capas de armonías vocales pastorales y un beat infeccioso y duro como las luces encendidas del club a las seis de la mañana. Puede que ahora salgas menos (o no), pero sigues moviendo los hombros rítmicamente y de vez en cuando cerrando los ojos, entregándote a eso -sea lo que “eso” sea-, que se apodera de ti cuando suena un hit. Crystal Fighters saben hacer hits. Saben también cómo traspasar la delgada línea que separa lo indie de lo comercial y cómo escribir canciones que podrían sonar en el anuncio de cerveza estival. En “LIGHT+” hay canciones de anuncio, como “Lovex3” o “Carolina”, que parecen destinadas a una verbena. Pero hay también una reverencia innegable a sus inicios, a ese “Star Of Love” mucho más bailable, más provocador y experimental. “Intentamos recrear las mismas sensaciones que con el primer álbum: tocar hasta altas horas de la madrugada, coger trozos de una demo y mezclarlos con otros temas y sobre todo estar juntos”, explica Gilbert Vierich, guitarrista de la formación británica. Su disco anterior, “Gaia & Friends”, quedó sepultado bajo la pandemia, al igual que su gira de presentación. “Durante ese tiempo vivíamos en continentes separados, escribíamos en horas distintas… Hubo un momento en el que nos planteamos si podríamos seguir haciendo música”, recuerda el guitarrista y añade: “Perdimos todo nuestro impulso”.
"Nosotros queremos traer más luz, más amor a la música. Que nos unamos en estos tiempos oscuros y que haya ‘LIGHT+’”.
“Querríamos haber publicado algo mucho antes, pero escribir así era complicado. Al final, a pesar de lo duro del momento, supimos que no queríamos dejarlo. Sabíamos que teníamos un deber, una tarea que hacer”, confiesa Vierich. Esa responsabilidad a la cual se refiere, ese objetivo marcado, consiste en “hacer llegar nuestra música al mayor número de gente posible, repartir amor y alegría a través de las canciones. Ayudar a que la gente sane y recuerde la belleza que existe en esta vida. Todo esto forma parte del núcleo de ‘Love+’”. Diez canciones en las que también hay lugar para experimentar, como en la deliciosa y psicotrópica “Manifest” o “Multiverse” y en las que las colaboraciones se dan a un nivel más sutil y más orgánico, a diferencia de su predecesor. “La idea era volver a nuestras raíces, así que contamos con los productores de ‘Star Of Love’, porque al ver qué canciones eran las más populares, nos dimos cuentas que todas estaban producidas por Charlie Hugall, además de tener una gran sintonía con él. La idea era recrear esa magia. Y lo mismo pasó con Luke Smith. Contamos con Ghost Culture como nuevo colaborador, así como Nick Littlemore (Empire Of The Sun, Pnau) en el tema ‘Multiverse’. De hecho, ya hicimos algunas sesiones juntos en 2017 y puede que sea una de las canciones que más me emocionan del disco, porque no es la típica canción de Crystal Fighters”, afirma Vierich.
Recrear la magia. Volver a las raíces. ¿Son estas más rentables? ¿Más auténtico el debut? “Nos gusta ver que formamos parte de la banda sonora de la vida de la gente y era importante centrarse. Así que hemos compuesto como solíamos hacerlo: solo para nosotros, porque entre tantos discos, conciertos, festivales, es fácil perderse. Hemos intentado producirlo nosotros tanto como fuera posible. No se trata tanto de recrear, cómo de emular las dinámicas del primer disco, capturar esa vibe de rave de nave industrial, pero también de días soleados y vaporosos”, puntualiza el guitarrista y añade: “creemos que es la mejor música que hemos hecho hasta ahora”. ¿No dicen eso todos los músicos? “Amamos lo que hacemos. Si reniegas de algún disco tuyo, es que eres idiota, porque tienes que reconocer lo que te ha llevado hasta aquí. Cuando eres músico, siempre te gusta lo que haces, aunque solo sea en ese momento, porque sien caso contrario no lo publicarías. Y por ello siempre pensamos que los álbumes son buenos. Pero es que ‘LIGHT+’ es incluso mejor que nuestro debut, porque es un viaje sonoro que va expandiéndose. Y esperamos que esta sea nuestra mejor versión de la banda, porque queremos seguir. Tenemos nuevos planes y colaboraciones a la vista y deseamos volver con fuerza, aprovechando el impulso y con pasión”.
En un momento en el que el mundo parece abocado al conflicto constante, ya sea a una escala micro o macro, ¿queda tiempo para bailar? ¿Para sentarse a contemplar la belleza? “Ahora más que nunca necesitamos tiempo; tiempo para considerar quiénes somos, qué podemos ofrecer. Más que nunca, es un momento para pensar y no actuar; lo cual es difícil porque nos movemos constantemente y estamos ocupados. Nosotros queremos traer más luz, más amor a la música. Que nos unamos en estos tiempos oscuros y que haya ‘LIGHT+’”.
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