"Este disco es un regalo para nosotros en muchos sentidos"
EntrevistasCrim

"Este disco es un regalo para nosotros en muchos sentidos"

Gemma Puig Bru — 25-04-2021
Fotografía — Archivo

Crim se han convertido en una de las bandas de punk más importantes de nuestro país ampliando su radio de acción a buena parte del mundo. Ahora, hablamos con la banda de Tarragona sobre su disco colaborativo “10 anys per veure una bona merda” (HFNM, 21), un trabajo recopilatorio cantado en inglés para el que han invitado a una larga lista de amistades.

Adri Bertrán (voz y guitarra), Quim Mas (guitarra), Javier Dorado (bajo) y Marc Anguela (batería) se fueron a los estudios Cal Pau Recordings junto a Alexis Archs para grabar este material, que posteriormente han mezclado y masterizado los hermanos Santi y Víctor García en Ultramarinos Costa Brava durante la cuarentena derivada por la crisis de la COVID-19.

Bueno, para empezar, ¿por qué adaptar vuestros propios temas al inglés? ¿De quién fue la idea? ¿Cómo surgió?
(Adri) Bueno, principalmente para hacer vehicularmente posible las colaboraciones (risas).
(Marc) Todo salió de un concierto en un festival en Alemania y, bueno, ya hacía tiempo que lo pensábamos, pero… Es que el tema del inglés es un poco raro para nosotros (risas).
(Quim) Había gente de los sellos de fuera que nos lo había comentado alguna vez, pero nosotros no queríamos hacer discos en inglés. Aunque, algunas veces, cuando salíamos del país pensábamos que no sé, al final éramos un grupo en catalán cantando en Bélgica, Holanda o por ahí y era raro. Nosotros sabíamos que no queríamos hacer un grupo en inglés, pero pensamos que podríamos coger diez canciones que siempre estuvieran en el repertorio, hacerlas en inglés y así aprovechar el tirón de las giras por Europa y Estados Unidos. Fue un poco una prueba, a ver si salía bien. Y ha salido bien, así que perfecto.

"También se acerca gente que dice “no cantéis en inglés, queremos que lo hagáis en vuestra lengua de cavernícolas que no entiende nadie”.

Claro, porque vosotros habéis girado por Europa y Estados Unidos cantando en catalán...
(Quim) Sí, siempre que hemos ido fuera hemos cantado en catalán y bueno, pasa eso, que a veces te quedas con la sensación de que el concierto ha ido bien hasta que se te acerca alguien y te dice “genial el concierto, pero no entendemos una mierda. ¿Por qué no cantáis en inglés? (risas). Pero bueno, también se acerca gente que dice “no cantéis en inglés, queremos que lo hagáis en vuestra lengua de cavernícolas que no entiende nadie” (risas). Salió un poco por esto, pero llevamos ya cinco giras por el extranjero, así que podemos hacer un disco en inglés a ver si a la gente le gusta.

¿Cómo fue el proceso de traducción y adaptación de las letras? ¿Lo hicisteis vosotros solos?
(Marc) Bueno, las letras traducidas en todos los discos ya están, porque como también estamos en sellos extranjeros las hemos traducido para las versiones de allí. Pero estaban traducidas literalmente y, claro, eso significa que no son adaptables, es decir, que no se pueden cantar. Uno de los problemas que teníamos era que ese, que no sabíamos como adaptar las letras para que sonasen igual y las expresiones se mantuvieran de la misma forma. Así pues, en esta ecuación entró Pablo (Deadyard), que también forma parte de HFMN y canta en el disco la canción de “Dead Horses” (“Cavalls morts”). Pablo es una persona que se ha criado en un entorno con muchos amigos que tienen el inglés como lengua materna y, claro, domina muchísimo el inglés y, sobre todo, las expresiones en inglés. Solo faltaba ver si quería aceptar “el reto” de traducir las canciones haciendo que todo rimara, que las canciones sonaran guay y que las expresiones tuvieran el mismo sentido. Y sí, sí, el tío a la primera dijo que sí, que estaba encantado de hacerlo y casi nos garantizó que saldría todo guay. Y así fue, de la idea al hecho, porque tardó casi nada en traducir y adaptar todas las canciones y fue perfecto. Hemos modificado alguna cosa, porque al final las hemos adaptado a nosotros, pero casi nada. Si no hubiera sido por él, igual aun estaríamos traduciendo canciones (risas).

¿Cómo escogisteis los temas del disco? Os habéis quedado con canciones que siempre están en los setlists de los conciertos.
(Quim) Sí, básicamente sí. A ver, siempre tocamos más de diez canciones, pero las diez que están en el disco siempre, siempre, están en el repertorio. Recuerdo haber pensado un poco sobre si alguna canción costaría más o menos de traducir o de adaptar. Por ejemplo, “La puta Copa del Rei” no la hubiéramos podido traducir, porque no tendría sentido, es un concepto demasiado concreto. Pero bueno, sí, generalmente son canciones que tocamos siempre y que creíamos que se podrían adaptar bien.
(Marc) Claro, al final, en un concierto igual tocamos veinte temas y doce de estos nunca salen del repertorio, así que hemos escogido diez y ya está. Pero también escogimos los diez temas que más nos gustan a nosotros, porque tal vez “Cavalls Morts” no es uno de los temas que más “lo han petado”, pero a nosotros nos gusta. No nos hemos fijado mucho en las reproducciones, porque, por ejemplo, “Verí caducat” es de las más escuchadas y no está.

¿Cómo fue la grabación? ¿Pudisteis reuniros con algunos artistas o fue todo a través de Internet?
(Marc) Fuimos a Cal Pau, que es una masía que hay en Olèrdola (Vilafranca del Penedés), y que tiene un pequeño estudio de grabación, locales de ensayo, habitaciones para dormir, cocina, etcétera, y que puedes alquilar solo una parte o todo. Ya habíamos estado allí grabando “Pare nostre que esteu a l’infern” en 2018 con Santi García (Ultramarinos) porque a Santi le gusta grabar las baterías en el comedor de esa masía. Con este disco también teníamos la idea de grabarlas allí, aunque al final no fue así. Era en pleno confinamiento y pensar en movernos de Cal Pau al estudio de Ultramarinos en Sant Feliu de Guíxols era imposible. Además teníamos que grabar el nuevo disco de Crim, que saldrá en 2022, otro disco de un grupo que tenemos Quim y yo... y bueno, al final decidimos ir a Cal Pau durante cuatro semanas a grabarlo todo.

"Llevábamos suficiente carrerilla para pensar que si seguimos haciendo cosas cuando volvamos estaremos igual que siempre".

¿Y entonces de las colaboraciones qué me decís?
(Quim) Realmente todos los que cantan son amigos nuestros. No hay nadie del disco que no conociéramos antes personalmente o con quien, incluso, hubiéramos hecho algunas birras. Es más, creo que hemos tocado con casi todos, menos con Guillermo (Angelus Apatrida), que es amigo personal. Todos son amigos, algunos más que otros, con colegueo de verdad. No hemos escrito a nadie en plan “vamos a escribir a esta persona a ver si nos contesta o nos hace caso”. De hecho, creo que teníamos el WhatsApp o correo de todos y hablamos directamente por ahí. Que cantase alguna persona que no conociésemos de nada no habría sido muy real, porque la idea de celebrar los diez años del grupo era hacerlo con amigos que hemos hecho durante este tiempo.
(Adri) Al final, queríamos colaboraciones en las que pudiéramos explicar de una manera cómoda que estuviéramos haciendo un disco en inglés, porque el anuncio parece un poco autobombo, pero buscábamos colaboraciones que fueran lógicas, coherentes, que estuvieran en nuestra realidad. No queríamos buscar grandes grupos para buscar publicidad.

Así pues este disco es un poco “Crim y amigos”, un regalo más para vosotros que para nadie más, ¿no?
(Adri) Sí, totalmente, es un regalo para nosotros y nuestros diez años, y los queríamos celebrar con amigos.

¿Creéis que de este disco habrá alguna gira?
(Quim) Bueno… El tema es que cuando toquemos en Catalunya no vamos a cantar en inglés, porque no tendría sentido. Tal vez anecdóticamente, si en algún concierto aquí viniera alguno de los grupos que forman parte del disco y se quisieran subir a cantar una canción, pues tal vez sí que la haríamos en inglés. Pero no, aquí no. La idea es que si el disco funciona en Europa tal vez toquemos alguna canción en inglés y ver la respuesta de la gente. El disco es más una frikada que más que nada queríamos hacer para celebrar estos diez años.
(Adri) Crim sigue siendo el mismo grupo, así que esto es un regalo para nosotros en muchos sentidos y espero que también para la gente que nos acompaña y nos sigue. Esperamos (risas). El caso es que el resultado nos alucina y es exactamente lo que queríamos. Además, lo que haremos después no es algo que vaya a tener en cuenta este disco. No pondríamos como patrimonio del grupo el tocar temas en inglés, porque las canciones se hicieron en catalán y conseguimos todo esto gracias a la gente de aquí. Este disco es algo que, tal vez, servirá más para engordar nuestro nombre como grupo que para suponer algún cambio en la banda.

Hablando de conciertos, en enero ofrecisteis un concierto en streaming para celebrar estos diez años. ¿Cómo vivisteis esa actuación?¿Es tan raro como parece cantar y tocar sin público?
(Adri) Pues fue... raro (risas).
(Quim) (risas) No nos gusta, lo que pasa es que esta es la única manera ahora mismo de ofrecer un concierto. Aunque como siempre hemos estado predispuestos a hacer cosas y seguir hacia delante, por eso lo hicimos, porque la única manera de seguir ahora mismo es hacer esto. Además a mí personalmente no me gusta nada hacerlo en streaming. Durante el confinamiento he visto un montón de conciertos en ese formato, incluso de grupos que creo que si viniesen a tocar aquí no iría a verlos, pero estaba en casa y pensaba “Hoy toca tal. Venga, me conecto a verles porque es viernes y así me hago una birra”. Tampoco tenía nada mejor que hacer, pero aunque no no le guste a nadie en realidad, ni a quienes estamos detrás de la pantalla, ni a quienes están delante, también es una manera de apoyar al sector.
(Adri) Claro, es que eres consciente de que estás tocando en un escenario para nadie, aparentemente, y también hay personas que están viendo a nadie, aparentemente, desde su casa (risas).
(Quim) Súmale a eso que a nosotros siempre nos ha costado muchísimo hacernos fotos, grabar videoclips, etcétera. Somos lamentables en ese aspecto (risas). Y hacer un concierto cuando solo hay una persona que te esta grabando de cerca, encima, intimida un poco (risas).
(Adri) Además es que ahora tenemos muy poca interacción social, y saber que en teoría te está viendo mucha gente, pero que no tienes nadie frente a ti, es psicológicamente fuerte. Es mejor no pensarlo, simplemente entrar, tocar y creer que esto hace feliz a alguien. Y nada más, porque si no... (risas).

En noviembre teníais que ofrecer un concierto junto a La Inquisición, este sí que con público real, en Tarragona, vuestra ciudad, pero se aplazó. Anunciasteis que será el 18 de abril, pero es seguro que se tendrán que mantener las medidas sanitarias, de distanciamiento, seguridad y todo eso. ¿Cómo afrontáis un concierto en la “nueva normalidad”?
(Quim) Uf… Casi igual a lo que te acabamos de decir sobre los streamings. Es una manera de actuar que no nos gusta nada, pero es la única que hay ahora mismo. Y realmente tenemos muchas ganas de tocar en directo, pero también las tenemos de que la gente esté de pie y liándola (risas). Y ahora no puede ser. Eso sí, nos anima mucho que la gente nos diga que tiene ganas de ir a un concierto nuestro sea cómo sea, que les da igual estar sentados. Ojalá no fuera así, pero para que un grupo no se muera se tiene que mantener activo y si ahora se tiene que hacer así, pues no hay más. Lo que está claro es que no será al ritmo de antes. No podemos tocar cada fin de semana con la gente sentada y con mascarillas. Podemos hacer tres o cuatro de aquí al otoño y así nos quitamos el gusanillo nosotros y la gente que quiere ver música en directo. La verdad es que, en este caso, en noviembre ya no estábamos muy seguros de hacerlo porque ya tenía que hacerse así, pero el hecho de que se vendieran las entradas en diez días nos animó mucho. Eso quiere decir que la gente nos quiere ver sea como sea.
(Adri) Si es que incluso si algún día entra alguien mientras estamos ensayando ya nos intimida, porque tocar delante de alguien intimida (risas), aunque la gente esté sentada estamos todos allí intentando reivindicar el acto en si. Queremos la vida de antes, porque si la vida fuera así, si los conciertos fueran así siempre, seguramente no existirían, porque hacer punk rock de esta forma... Por suerte tenemos memoria y esperanza de que al final todo volverá a ser como antes.

Además es que, antes de que empezara la cuarentena y se paralizará todo el sector cultural, estabais viviendo un muy buen momento como grupo (festivales importantes, giras internacionales, etcétera). ¿Creéis que la parada del sector os ha afectado respecto a la repercusión que teníais y la que tenéis ahora como grupo?
(Quim) Yo creo que ha afectado a todo el mundo, pero también creo que está mucho en las manos de cada grupo que te afecte más o menos. Porque nosotros hemos aprovechado la ocasión, en lugar de renegar y pensar que menuda putada y ver cuándo tocamos. A nosotros obviamente nos afecta en nuestra vida personal y profesional, pero nos hemos mantenido ocupados. No hemos parado nada e incluso nos han faltado días para hacer cosas. Hemos grabado dos discos, estamos preparando un documental sobre los diez años… La cuestión ha sido plantearse “vale, tenemos que parar sí o sí, porque no hay otra, vamos a hacer otras cosas para que el grupo siga activo”. Piensa que, si no hubiera pasado todo esto, igual este disco no hubiera salido, porque el disco que saldrá el año que viene tendría que haber salido este, pero para nosotros no tenía sentido sacar un disco si no lo podemos presentar. Aunque nada es forzado, ni una estrategia de marketing. A nosotros este parón no nos ha gustado, pero le hemos sacado provecho.
(Adri) Y llevábamos suficiente carrerilla para pensar que si seguimos haciendo cosas cuando volvamos estaremos igual que siempre.

Porque ¿vosotros vivís exclusivamente de la música?
(Javi) Vivir de la música haciendo punk rock es imposible. La gente tiene la música y, además, otras cosas para sobrevivir. La putada de la pandemia es que, antes de que llegará, todos teníamos unos conciertos y unos trabajos y una idea de cómo pasar el año, pero llega la pandemia y, claro, todo se cancela o se mueve de fechas y es más difícil.
(Adri) A los cuatro nos ha pasado que nuestras vidas se basaban en tocar los fines de semana y trabajar en otras cosas durante la semana. Y claro, estos trabajos también se han parado por culpa de la pandemia y eso ha acabado repercutiendo verticalmente en nuestras vidas. Pero el que no se sepa cuándo va a terminar todo esto, ha hecho que el Estado cree pagas para ayudar a la gente que nos dedicamos a la cultura. Y, aunque hayan sido un desastre, más o menos han llegado y hemos conseguido tener un poco de seguridad, aunque sea momentánea y cutre (risas).

También habéis comentado varias veces lo del documental. ¿Tratará exclusivamente sobre los diez años de vuestra carrera como grupo?
(Adri) Sí, hace un poco de recorrido por quién somos, quién trabaja con nosotros, etcétera. Resume la historia del grupo explicada desde diferentes puntos de vista. Con este documental no queremos parecer una gran corporación, ni algo muy pensado, porque Crim sale de la nada, de cuatro tíos a los que nos han pasado cosas (risas). Es que además, casualmente, tenemos bastante material de todas las cosas que hemos hecho, porque por un motivo u otro siempre ha habido cámaras y bueno, al final, la excusa de los diez años hace que nos tomemos un poco más en serio todo esto que ha pasado y pensemos “venga, vamos a reunirlo y explicarlo y a quien le interese bien”.

Bueno y también es un buen recuerdo para vosotros…
(Adri) Sí, sí, totalmente. Ha sido un año en el que, aunque haya habido una pandemia, nos hemos dado mucha importancia (risas).

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