COWBOY SOLITARIO

BOSTON ES UNA CIUDAD ATÍPICA, NO CUMPLE LAS CARACTERÍSTICAS DE LO QUE LA MAYORÍA ENTENDEMOS POR URBE AMERICANA. DE TODOS MODOS, LLEGÓ A SER CENTRO NEURÁLGICO DEL PAÍS: EL PUERTO MÁS IMPORTANTE DE LOS ESTADOS UNIDOS, LA UNIVERSIDAD DE HARVARD Y UN EQUIPO DE BALONCESTO PRÁCTICAMENTE IMBATIBLE.

Ahora, perdido todo eso, por lo menos nos queda un músico como la copa de un pino, un individuo llamado Todd Thibaud que acaba de publicar su tercer largo, "Squash" (Dock, 00). La numerosa colonia irlandesa establecida en América tomó, ya hace mucho tiempo, la capital de Massachusetts, y mira por dónde nuestro protagonista parece encajar perfectamente en el prototipo de chico apacible y modesto que caracteriza a la zona. Aunque esté por primera vez de promoción por España, nos lo imaginamos en su ciudad natal, pinta en mano contando batallitas de su niñez o detallando minuciosamente como empezó en esto de la música. Tras aquel impactante "Little Mistery" ahora nos llega "Squash". "Este ha sido un disco más espontáneo, grabado con menos medios y con una menor cantidad de dinero, pero no obstante creo que eso es interesante para mí de esta manera no te sopesas tanto las cosas, y te sale algo más fresco. Estilísticamente, este es un álbum diferente, no quería hacer lo mismo que había hecho anteriormente, eso no es bueno para un músico. 

Definitivamente es una obra más íntima. Lo que también ayudó a que esto fuera así, es el hecho de haberlo grabado al lado de casa, no es lo mismo acabar tu jornada y tener que meterte en un hotel que estar a cuatro pasos de casa y poder gozar de la tranquilidad que te proporciona tu propio hogar". Adam Steinberg es el nuevo productor y eso se nota, "Squash" es un disco más rico en matices y sonoridades. "Creo que Adam Steinberg ha sido clave en la resolución de este trabajo, porque él no es simplemente un productor, además es un excelente guitarrista que también toca el dobro, el mellotron o el piano, y por lo tanto tiene una amplitud de miras que quizás no puedan tener otros. Jim Scott es un fantástico ingeniero de sonido, pero no es músico, y eso se quiera o no cambia las cosas. Puede entender perfectamente cuál es la idea que tengo en todo momento en la cabeza y en las manos, y es capaz de sacarla automáticamente a relucir". Parece impensable como un artista de ese talento tiene tantísimos problemas para distribuir sus discos en su país origen. "Es un problema que tienen muchos sellos. El nuevo rock americano no tiene muchos seguidores, a excepción de Jayhawks, y no es fácil que en países grandes nuestros discos lleguen a todos los rincones. Por eso es fundamental tener una web, porque mucha gente puede conocer tu música a través de la red, además es una forma ideal de distribución. Aunque en Alemania no lo necesitamos porque allí, además de formar parte de la escudería de Blue Rose -sello alemán para más datos- , solemos hacer giras de cuatro semanas, llenar todos los conciertos, vender muchos discos y además contamos con una base fiel de fans que nos apoyan". Más o menos como en España, un país en el que resulta prácticamente imposible ver conciertos de bandas de neo-country. Suerte que, en el caso de Todd Thibaud, contamos con tres directos (uno de ellos acústico) editados para poder disfrutarlo en directo. De los Boston Celtics hablaremos en otra ocasión.