“Bob Dylan escribió `Blowin´In The Wind´ a los quince años, Lydia Lunch compuso `Orphans´con diecisiete. Yo a esa edad estaba traumatizada con eso” |
“No puedes desligarte de tus canciones, pero yo tampoco quiero caer en los tópicos”, comenta con calidez. “Son muy personales y sinceras, pero tampoco se trata de crear de una forma estereotipada ni de tener una imagen de ti misma a través de tus composiciones. Lo preocupante es que la gente interprete que yo soy como mis personajes. No lo soy”.De entre esa colección de temas paridos en medio de una vida que ella define como desordenada (“cada día es diferente”), llegó a temer (o “llegaron”, pues su plural mayestático incluye a Frank Rudow, nuevo segundo miembro de Aroah tras la marcha de David Fernández, batería de A Room With A View) que faltase coherencia interna, algo que no sucede, en parte, gracias a los guiños internos del álbum: “Hay un montón. Me gustan mucho las ambigüedades, e incluso hay alguna letra con una palabra que no es pero sí es, cosas de esas”.Las fotografías, los recuerdos, los tránsitos entre lugares y los lugares de tránsito se interrelacionan hasta alcanzar gran importancia en su universo: “Me gusta el momento, la foto que es representativa de una cosa. Por ejemplo, las canciones de Nacho Vegas cuentan siempre una historia muy larga. Yo no he intentado hacer nunca una narrativa, me gusta más condensarlo todo”. Es difícil encontrar a muchos artistas con esa preocupación por captar momentos y querer conservarlos o con ese amor hacia la fragilidad de lo pasajero: “Siempre me han gustado mucho los aviones y los aeropuertos, que es algo que la mayoría de la gente odia. Yo quería ser controladora aérea: antes de tener diabetes pensaba hacer hasta tercero de carrera y luego eso. Es un poco difícil de explicar, me gusta que todo el mundo esté de paso. Para muchas personas es una experiencia agobiante. Ah, también me gustan las gasolineras”. Ignorante del factor inspiracional del gran Fernando Alfaro, Aroah asegura que, para ella, los acicates aún son otros. “Este disco está centrado en una vida más estática. Hay algo de viaje interno: lo que pasa alrededor, el pasado, el presente, el futuro... últimamente sí estoy tirando más hacia los diarios de viaje, tengo escritas muchas cosas en cuadernos sobre lo que veo, pero todavía no está dentro de las canciones”. Heredera hasta cierto punto de la filosofía riot grrrl, Aroah debería poder vivir en un mundo en el que ya nadie siguiera reproduciendo los mismos clichés sobre las mujeres que hacen música. Como no es así, se rebela con inteligencia: “Me fastidian las declaraciones estúpidas, como una que leí en Internet que decía ´otra chica pretenciosa´, y yo respondo: ´bufff, como hay tal cantidad de mujeres pretenciosas en el mundo....´. Son cosas muy soslayadas, la gente no se da cuenta de que están siendo misóginos con este tipo de opiniones”. Y con admiración: “Creo que hay un estilo femenino, por ejemplo, en la forma de tocar la guitarra de Mary Timony”. ¿En serio? “No creo que haya músicas masculinas y femeninas, pero muchas de las que lo hacen ahora tienen una personalidad en la que influye el que sean mujeres. La excentricidad en las canciones de Julie Doiron y Cat Power la relaciono con eso”. Aroah, que comparte esos valores con ellas, las gana además en juventud: “Ahora voy a cumplir veintidós, pero es simplemente un dato, aunque me siento orgullosa de haber empezado temprano. Bob Dylan escribió ´Blowin´ In The Wind´ a los quince años, Lydia Lunch compuso ´Orphans´ con diecisiete. Yo, a esa edad estaba traumatizada con eso. Escribía canciones bastante malas, pero, bueno, escribía”.
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