“No nos hemos casado con nadie”

“Seres” (Warner, 15) es el nuevo trabajo de Correos, una nueva ración de pop donostiarra que recoge la cara más y menos accesible del grupo. Estas canciones destilan su esencia.

Será por la suave brisa del mar cantábrico, por su idílica bahía o, tal vez, por su innegable encanto burgués, pero Donostia no para de exportar música pop. Así ha sido desde los lejanos años 80, una tendencia que ha dado excelentes resultados (La Buena Vida, Family), discutibles (Duncan Dhu) y otros, ejem, carne de radiofórmula como La Oreja de Van Gogh o Álex Ubago. Hoy en día sigue siendo una fértil cantera que bascula entre la suave melancolía de grupos como Ama y Bassmatti & Vidaur y el certero indie de Havoc, entre otros. Los chicos de un nombre tan picante como Correos, por su parte, apuntaban maneras desde que en 2009 ganaron el certamen pop-rock Ciudad de San Sebastián. Ahora, con su tercer trabajo, “Seres”, se han convertido en una de las principales apuestas de la todopoderosa Warner. ¿Qué tiemblen Vetusta Morla, Supersubmarina y demás cabecillas de esta amable corriente del indie español? “Todavía no sabemos qué es el indie, si lo de cantar para dentro o lo de repetir la melodía de promesas que no valen nada en todas las canciones. En todo caso no competimos”, confiesan.

A los mandos de la grabación han contado con José Caballero -productor de cabecera de, precisamente, muchas de las bandas que podemos mirar en el espejo de Correos: Miss Cafeína, Izal, Second….-, con quien han hecho buenas migas -“es en buen amigo y es encantador”- y, lo más importante, han quedado plenamente satisfechos con su trabajo. “Es un tipo con conceptos claros y que nos ha dejado hacer el disco que queríamos. Sus recomendaciones y giros lo han redondeado.”

Tan accesibles como huidizas, comerciales, luminosas, oscuras… Las 12 canciones de “Seres” captan la esencia poliédrica y, por qué no decirlo, contradictoria del grupo. Definen el espíritu de Correos, otra nueva muestra del inagotable pop donostiarra. “Es un poco el resumen de nuestra vida como banda. No hemos querido ser un grupo monolítico nunca, ni nos hemos casado con nadie. Este disco es una reivindicación de nosotros mismos, nuestro grito en el desierto”.