No confidencial

Corizonas (Arizona Baby + Los Coronas) son sin duda uno de los matrimonios creativos más efectivos que se han dado en nuestro país, uno de aquellos que crece con la experiencia y con cada uno de sus directos. Ahora bien, veremos qué tal se defienden de nuestros ataques más sangrantes.

La vestimenta de ambos grupos es uno de vuestros rasgos más característicos. ¿Dónde os hacéis o compráis todo?

(Pardo) En las rebajas de Zara la parte Arizona y en las de H&M la parte Coronas. Lo peculiar es nuestra habilidad para combinar y lo estilizado y esbelto de nuestras figuras; qué le vamos a hacer.
(Vielba) También en los mercadillos de domingo hay complementos… siempre puedes encontrar un parche espaldero de Venom o un cinto de balas a lo Lemmy… típicas cosas que todo el mundo ha querido tener alguna vez.

Cada vez que os vemos en directo nos damos cuenta de que nos gustan más las versiones que hacéis que cualquiera de vuestros temas. ¿Significa eso que sois buenos eligiendo clásicos o que sois flojeras creando canciones?

(Vielba) Eso de “crear canciones” suena un poco moñas… más bien absorbemos, asimilamos y regurgitamos.

(Pardo) Sin duda uno de nuestros mayores méritos es la elección de las versiones. Luego está la habilidad para convertirlas en algo personal y que tengan sentido dentro de nuestro concierto. Elegir una buena canción, integrarla en un repertorio y tener el placer de tocarla todos los fines de semana delante de un público exigente, sexy e inteligente, como es el nuestro, es como decidir que quieres ser tenista y tener la posibilidad de entrenar todos los días con Nadal. Las primeras semanas te arrasa, al mes devuelves algún golpe y al año ya estás preparado para ponerle en apuros. ¡Ya nos queda muy poco para superar a las versiones con nuestros temas propios!

Diríamos que el apoyo de Chema Rey ha sido fundamental para Corizonas y Arizona Baby. ¿Le habéis pagado en dinero o en jamones?

(Fernando Pardo) Chema es un entusiasta y un iluminado y no nos acepta ningún tipo de pago ni regalías por todo lo que hace por nosotros. Cuando le presionamos para que acepte algo a cambio de su apoyo, pone los ojos en blanco y repite como una suave letanía con ritmo mántrico “yo sólo soy un peón en el juego de la vida, yo sólo soy un peón en el juego de la vida, yo sólo soy...”. Ya que nosotros no podemos pagárselo, espero que el destino o la posteridad le paguen lo que merece.

(Javi Vielba) Es el presidente de nuestro club de fans, como quien dice. ¡Todo un lujo!

En Subterfuge ha habido grupos con actrices fantásticas al frente como Najwa Nimri, Leonor Watling o Lluvia Rojo, ¿qué tenéis vosotros que ofrecer en lo que a sex appeal se refiere?

(Pardo) Nosotros somos el equivalente rudo, peludo y masculino de su sex appeal femenino, fino y depilado.

(Vielba) Creo que podríamos haber dado juego como actores de “peplum”, por el pelo en el pecho y lo torneado de nuestras piernas… ¡Qué vuelvan las películas de espada y sandalia!

Cuando veis las barbas de vuestro vecino cortar, ¿qué hacéis con las vuestras? Bueno, los que las llevan.

(Pardo) Las dejamos crecer aún más, no somos de los que siguen o hacen caso de su vecino. Es más, si vemos que nuestro vecino empieza a vestir cuero de negro, nos pasamos al tejido vaporoso de color morado.

(Vielba) ¡Eso, eso! Las dejamos crecer y nos las echamos a la espalda, sobre el tejido vaporoso ese…

Corizonas cuenta con un montón de músicos al unir a dos bandas. Si tuvieseis que hacer un ajuste de plantilla, ¿cuál sería la primera cabeza en rodar?

(Pardo) Uno de los guitarras, que somos muchos. Además, un show con un guitarrista sin cabeza quedaría muy teatral, le daríamos un toque “Sleepy Hollow” al concierto, más lúgubre y tenebroso, y con la cabeza metida dentro del bombo e iluminada como una calabaza en Halloween. Le voy a dar vueltas a la idea...

(Vielba) Podríamos completar la decoración con algún troll internetero y un par de promotores sin escrúpulos empalados a los laterales del escenario… una especie de mezcla entre “shock rock” y “grand guignol”.

Habéis pasado de tocar en recintos pequeños por separado a triunfar en el Actual frente a 4.000 personas o empezar vuestra carrera juntos con un sold out en la Joy Eslava. ¿Se han multiplicado las groupies en la misma medida?

(Vielba) El rock es una estafa: ni nos forramos ni nos hinchamos a follar… Ahora eso es cosa de futbolistas, supongo. Pero ojo, ¡haces unos amigos cojonudos!

(Pardo) Sí, yo soy más de frikis que de groupies. Eso sí, los frikis no han crecido, ya los conocía a todos.

¿Con qué grupo os gustaría hacer un trío?

(Pardo) Alguien que no tenga ni batería, ni bajo, ni guitarras y que a cambio tenga mucho sentido del humor e instrumentos raros, Les Luthiers por ejemplo. O que bailen bien como las Pontani Sisters.
(Vielba) Incluso no haría falta ni que bailasen o cantasen… Faemino y Cansado podrían ser perfectos.

¿Cuántas canciones del nuevo disco se han grabado bajo los efectos del alcohol?

(Pardo) ¿Alcohol? ¡Tú te has quedado atascado en el rollo ochentero de las biografías de Mötley Crüe o Slash ! Ahora se graba de maría hasta las ojeras (sí, has leído bien, ojeras que uno ya tiene una edad).

(Vielba) Yo, que soy más joven, hasta las orejas. Nos va más lo psicoactivo que lo peleón…

¿Qué canción os hubiese gustado componer y cuál odiarías haber escrito?

(Vielba) Hubiese sido unas risas haber compuesto “You Suffer”, de Napalm Death. Odiar haber compuesto... voy a pasar de bodrios obvios y voy a decir algo comprometido sobre un artista que me encanta… reconozco que el estribillo de “Changes” de Bowie me resulta irritante. Es algo muy personal y sin explicación… pero, ¡eh, cuidao! El resto de la canción me mola un huevazo.

(Pardo) Componer, “Somewhere Over The Rainbow” o “Moon River” y odiado componer, “This Charming Man” o “Karma Chameleon”.

¿Le romperíais las piernas a algún crítico musical de este país?
Pardo) Qué va, nosotros somos más de hacer el amor que la guerra: mejor nos follaríamos a su novia (Bukkake, bukkaaaaaaaaaaake!).

(Vielba) Y ya en un alarde de depravación absoluta, podríamos ponerle un buen bigote de nata al propio crítico en cuestión. Fffrrrttt!!!