Corazón de león
EntrevistasFoo Fighters

Corazón de león

Don Disturbios — 08-11-2002
Fotografía — Archivo

“One By One” (Bmg, 02), cuarto discazo con su grupo, apoteosis a la batería de QOTSA, edición de material inédito de Nirvana... No cabe duda de que este hombre se encuentra de actualidad. Aunque lo cierto, y no sabemos muy bien cómo se lo monta, es que Dave Grohl siempre está de actualidad... y encima es guapo, rico, simpático y un buenazo. ¿Se puede pedir más?

Dave Grohl siempre ha tenido fama de ser “buena gente”. Quizás Courtney Love sea de las pocas personas con las que ha tenido problemas e incluso estos se han solventado (échale un vistazo a nuestra sección de noticias). Por ese motivo, si estás buscando algo de carnaza en esta entrevista, ya puedes pasar página. Dave no sólo responde de forma sincera, entusiasta y educada a nuestras preguntas, sino que además nos muestra un corazón tan grande como su sonrisa. Sólo por ello, y por su militancia en la banda más mítica de los noventa, ya merecía toda nuestra atención. Pero si a esto le añades que acaba de participar en el acontecimiento ROCK (en mayúsculas) que más dará que hablar durante los próximos meses (si todavía no has escuchado el último de Queens Of The Stone Age, no sé a qué demonios estás esperando) y que ha publicado un más que notable cuarto álbum junto a sus Foo Fighters, ya no hay discusión que valga. Dave Grohl es uno de los grandes y está aquí por méritos propios.

“Este disco sorprenderá a la gente porque es más rock y más agresivo”

Pero empecemos por “One By One”, un último disco que recoge las dos caras de este hombre. Por un lado su pasión desmedida por los riffs efectivos y directos, por el volumen, el guitarrazo y los estribillos correosos y, por el otro, su vena más dulce, apocada y romántica, trasmitida a través de medios tiempos llenos de una dulzura que, en ocasiones, puede rayar lo empalagoso. De todo eso hay en “One By One”. Tras un inicio demoledor con “All My Life” (el single), “Low” y “Have It All” que nos recuerda la fiereza de su segundo y más completo trabajo, “Colour And The Shape”, el disco va perdiendo intensidad hasta llegar a uno de los mejores temas que haya compuesto jamás “Lonely As You” para, tras algún tema algo anodino, finalizar con un trallazo hard rock de muchos quilates llamado “Come Back”. Un paseo a través de once canciones que añaden un importante valor cualitativo a su cancionero: “Lo bueno de nuestro grupo es que hacemos un disco cuando sentimos que es necesario. No lo hacemos ni para irnos de gira, ni para ganar más dinero o para salir en MTV. Hacemos discos cuando nos lo dicta nuestro corazón, cuando nos morimos de ganas por hacerlo. Y con este trabajo nos ha sucedido algo curioso porque cuando en octubre del año pasado sentimos la obligación de grabar un nuevo álbum, estuvimos tres o cuatro meses trabajando en ello hasta que nos dimos cuenta de que sonaba totalmente forzado, sin una gota de inspiración. Quedaba claro que lo estábamos haciendo por otros motivos que no eran los que te comentaba antes. No lo sentíamos, así que lo dejamos correr y lo tiramos todo. Tiramos todas las canciones que teníamos, todo el trabajo hecho y es entonces cuando me fui a trabajar con QOTSA. No fue hasta más tarde cuando tuve dos semanas de descanso durante la gira de Queens que noté a faltar a mi grupo, así que les llamé y les propuse ir al estudio a jugar un poco, a tocar, pero nada en serio, de forma tranquila y sin presiones. Fue durante esas dos semanas cuando grabamos el disco entero. Lo hicimos muy rápido, en unos diez días más o menos”. Dave Grohl es así; mientras otros buscarían la serenidad de una puesta de sol en Malibú para afrontar el desaguisado de unas sesiones que no conducían a nada, él prefiere tomarse unas vacaciones musicales y disfrutar como un loco aporreando parches y timbales con sus camaradas Josh Homme y Nick Oliveri, entrando a formar parte de la comunidad del desierto. Unas compañías que han dejado su huella...

“Lo que le gusta a la gente son las cosas que notan que son auténticas, que vienen del corazón”

“Pienso que este disco sorprenderá a la gente porque es más rock y más agresivo que el último disco. Pero, a la vez, cuando escucho canciones como ´Come Back´ o ´All My Life´, me acuerdo del primero disco de FF. Me acuerdo de canciones como ´Winnebago´, que es la cara B de ´This Is A Call´, o de una canción como ´Xstatic´ y, bueno, siempre me ha encantado el hard rock y siempre me ha gustado esa música agresiva. Creo que, en esta ocasión, Queens me inspiraron en mi actitud, tal vez me ayudaron a arriesgarme más, porque es precisamente de eso de lo que se trata con QOTSA, se trata de ir hasta los extremos. Con FF siempre he probado a hacer las cosas de forma más refinada. Me ha interesado más que hacerlo crudo y dejarnos ir del todo hasta el final. Siempre he puesto como una especie de freno y, después de tocar con QOTSA, me di cuenta que lo más excitante en la música es dejarse llevar al máximo, pero sobre todo dejar que las cosas vayan en una dirección natural. Es divertido porque mucha gente compara ´All My Life´ con QOTSA, no lo entiendo porque no suena como ellos, aunque puede que tenga puntos en común en lo que se refiere a la actitud... estaba inspirado para hacer música que fuera loca y más rock, pero en el sonido me resulta difícil encontrar comparación entre ambos grupos”. Una actitud que surge de la pasión sin freno por la música, la misma que invita a sentarse durante el atardecer del desierto e improvisar a ver si surge ese duende. Un espíritu que desmarca a este disco de su anterior trabajo... “Podría decir que ´There Is Nothing Left To Lose´ era reservado, suave y contenido porque, tras tocar ´Colour And The Shape´ durante los dos años que duró la gira, entramos en el estudio y decidimos que debíamos crecer un poco y no hacer de nuevo lo mismo. Quisimos acercarnos al disco de una manera diferente, así que cogimos una dirección opuesta a lo que habíamos hecho hasta el momento. Nos construimos un estudio y probamos hacer las cosas de forma más cruda, sin apenas producción, y en lugar de escribir canciones rápidas, canciones rock, empezamos a experimentar con la guitarra acústica, buscando a la vez sonar más complejos. Es muy fácil usar el pedal de distorsiones y gritar encima, lo difícil es coger la guitarra acústica, cantar y escribir una canción con una dinámica que no sea tan loca, una dinámica que se mantenga a lo largo de la canción y que te capture sin necesidad de ir enfureciendo el sonido a base de añadir instrumentos o velocidad”. Si hay algo que me está quedando claro en nuestra charla, es que Grohl ama su trabajo por encima de todas las cosas. Una pasión que le ha mostrado el camino correcto para estar en el lugar adecuado en el momento justo. Como si el destino fuera menos caprichoso de lo que parece y premiara a las personas que realmente se lo creen. Claro que también la suerte juega un papel importante... “No hay ningún secreto más que el de escuchar a tu corazón. Tienes que hacer las cosas que sientes que son correctas y, en ocasiones, debes arriesgarte. No puedes tener miedo por asumir riesgos, tienes que confiar en ti mismo y saber que estás haciendo lo adecuado. Desde luego no ha sido gracias a un plan de marketing o a un conocimiento profundo de cómo funciona el negocio. No es algo que puedes preguntarle a un manager o a un sello discográfico, es algo que sientes en tu corazón. Eso es lo que le gusta a la gente, las cosas que notan que son auténticas, las cosas que vienen del corazón. La gente conecta con eso porque sabe perfectamente cuando un ser humano les está hablando con el corazón. Esa sinceridad es lo principal, la llave de todo. Debes ser tú mismo escuchando lo que te dicta el corazón, sólo así irradiarás un entusiasmo capas de contagiar a quien escuche tus canciones”... Toma clase magistral de autoayuda. De un plumazo nos acaba de resumir
todos los manuales new age, condensándolos en el slogan de una simpática
valla publicitaria que adorna nuestras ciudades: “lo auténtico empieza
por uno mismo”. Aunque a más de uno le habrá sonado a Cienciología de
baratillo, pero así son los yanquis, puro entusiasmo, para lo bueno y
para lo malo. Sólo que, con tanto apelar a su corazoncito, supongo que
este muchacho tendrá muchas cosas de las que sentirse orgulloso. Para
empezar, como músico: “Como músico estoy orgulloso de haber aprendido
a tocar música sin tomar clases de ningún profesor. Aprendí de oído,
siguiendo lo que me dicta el corazón. No surge de mi mente, viene de
dentro de mí mismo. No soy el mejor guitarrista del mundo y tampoco soy
el mejor batería, pero hago mi trabajo y nunca he tenido a nadie que me
dijera cómo hacerlo, cómo se escribe una canción, cómo se toca la
guitarra o la batería... lo aprendí sólo y estoy muy orgulloso de ello”
. Ya, pero siempre has estado muy bien acompañado... “Aprendí
de todos con quienes toqué. Con el guitarrista de mi grupo cuando tenía
dieciséis años, con el bajista de Scream cuando tenía dieciocho, con
Kurt y su manera tan sencilla de componer, con Josh Homme. Pero es un
aprendizaje inconsciente, te influye sin formarte. Porque, cuando tienes
un profesor, te marca un límite, mientras que yo he actuado como una
esponja que absorbe algo de cada músico que la rodea. Por eso tocar en
un grupo como Nirvana fue muy interesante, porque hasta ese momento yo
había estado en grupos e hardcore punk, con lo que de Kurt aprendí cómo
ir más despacio, a hacerlo simple y a tocar la batería pensando en la
canción. Allí es dónde empecé a desarrollar realmente mi sentido de la
composición”
. Bueno y, como tiene pinta de buen chico, que nos diga también de que se siente más orgulloso como persona. “Uff!,
de muchas cosas. Estoy orgulloso de estar cerca de mi familia y de
tener buenas relaciones con ellos, también de no tomar drogas. Sí, estoy
orgulloso de eso porque para mí es algo muy importante. Dejé de fumar
hierba cuando tenía veinte años y nunca he tomado cocaína, heroína o
speed, de hecho nunca me han gustado las drogas. Hace trece años que
dejé de tomar cualquier tipo de sustancia y eso que me muevo en un
ambiente en el que las hay a diario. Cuando estás metido en el mundo del
rock, es algo casi inevitable. Los músicos son personas que siempre
parecen estar escapando de algo, son soñadores y es fácil que esa misma
actitud acabe conduciéndoles a las drogas. Yo, sin embargo, estoy
orgulloso de tener limpia la nariz. Me encanta tocar la batería y si
toco duro no es por la cocaína, sino porque me encanta hacerlo, porque
grito y me vuelvo loco cuando lo hago. Para mí, la energía que me
proporciona la música es la mejor de las drogas y fue precisamente esa
energía la que me hizo seguir tocando después de Nirvana. Cuando Kurt
murió dudé sobre si podría seguir creando música, pero lo que me ayudó
fue precisamente tocar. La música tuvo un efecto muy positivo, hizo
cicatrizar todo, y ahora me siento muy feliz de estar aquí”
. Vaya,
pues va a resultar que todos estamos la mar de contentos: tú por no
tomarlas y yo por seguir haciéndolo. Aunque también es cierto que, con
la edad, se vuelve uno más responsable hasta el punto de tomar
conciencia de que el abuso ha sido más cosa de idiotas, infelices o
inconscientes... pero retomemos el hilo de la conversación, porque no
deberíamos olvidar que este hombre, que constantemente apela a lo que su
corazón le dicta, ha formado parte de Nirvana. Y estamos hablando de
una banda que marcó un punto de inflexión, tras el que surgieron
centenares de grupos que buscaron el éxito a través de su sonido, hasta
el punto de que alguna resultó ser más bien una mala fotocopia... “Respeto
mucho a todos los músicos. Para mí, cualquier persona que escribe un
tema y se sube a un escenario a interpretarlo ya merece todo mi respeto.
Piensa que cantar algo tuyo, algo íntimo delante de la gente, no es
nada fácil. Se necesita valor. El mismo que necesita la gente cuando va a
cantar a un karaoke y se tiene que emborrachar para vencer sus miedos.
Pues es un poco lo mismo cuando tocas en un grupo. Y de los grupos que
citas
(Puddle Of Mudd, Silverchair... ndr.), hay algunos que me
gustan, pero creo que muy pocos suenan como Nirvana. Es cierto que
algunos tienen la misma actitud en lo musical, pero, cuando nosotros
estábamos en Nirvana, también teníamos miedo, éramos Pixies, sonábamos
demasiado como ellos o como Dinosaur Jr. o Hüsker Dü. Esos grupos eran
el precedente de lo que Nirvana iban a ser, así que opino que toda
música abre una nueva puerta a otra música y eso ocurre porque necesitas
unos referentes con los que sentirte seguro. No es que suenes
exactamente igual, pero es un buen camino para sentirte bien y poder
avanzar”
. Sí, pero no me vas a convencer de que no los haya que tiran de espalda.

Un comentario
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