En este nuevo proyecto discográfico os notamos más libres, que os habéis dejado llevar al cien por cien. Esta libertad está presente en el “Bobo Club” del que decís que es un sitio hecho para “toda persona que busque un espacio mágico de libertad y extravagancia”. ¿Cómo surgió el concepto de este disco?
(Albert) La idea es crear este “Bobo Club”, del que al principio hablábamos de club de idiotas porque nos consideramos un poco así. Hemos hablado siempre de que somos autodidactas y no nos consideramos unas estrellas del rock ni mucho menos, pero queremos que la gente entienda que está invitada a formar parte de lo que creemos que hoy en día es la sociedad. Gente que puede estar perdida o no tiene muy claro qué decir, pero, al final, está ahí y es la gente que representa a la sociedad actual. Todos somos lo mismo.
(Òscar) Cuando empiezas cualquier proceso creativo buscas inspiración y normalmente a nosotros nos suele venir de la actualidad. En un momento en que parece que cualquier cosa que opines va a tener una contra opinión o cualquier cosa que hagas va a ser mirada por lupa, queríamos crear o pensar en gente como nosotros, que nos diera igual qué opinar. Queríamos poder sentirnos libres, a gusto en un mismo espacio. Aunque tengamos nuestras idioteces, que todos pudiéramos ser bienvenidos a un club en el que, entre quien entre, será bienvenido.
Esta libertad coincide con vuestro discurso en la entrevista que os hicimos en 2018, dónde queríais dejar de ser comparados con el sonido de otras bandas y crear el vuestro propio. Parece que con este disco habéis plasmado ese discurso a la perfección.
(Albert) Siempre nos hemos considerado una banda de indie, pero sí que es verdad que, como todo en la vida, cambia y hay una nueva era. Creemos que la esencia del indie sigue en nuestra música, pero nos hemos reinventado con algo más disco, más pop y electrónico. Eso es lo que ha hecho que consigamos este sonido más personal. Sí que evoca mucho a otros tiempos, porque también es lo que hemos mamado en casa. Aunque de eso se trata también, no seríamos nosotros si no hiciéramos esta música.
"Poder decir que somos artistas y hacemos música es un regalo y bienvenido sea todo lo que podamos hacer".
Hablando del sonido, en el trabajo podemos comprobar que habéis dejado un poco más apartadas las fórmulas de rock más puro y os habéis guiado por otras más cercanas al baile. Un cambio de registro que escuchando el álbum te incita a dejarte llevar por el ritmo. ¿De dónde nace este nuevo registro? ¿Es algo que ya os habíais planteado antes o conforme ibais creando las piezas de este trabajo fue surgiendo solo?
(Òscar) El proceso ha sido bastante natural y sincero. No ha sido un cambio forzado. La evolución del sonido ha estado presenta en nuestras conversaciones, sobre todo en el momento de trabajar en la producción del álbum. Pero, a pesar de haberlo hablado, creo que ha sido muy natural y nada artificial para la forma en que nosotros entendemos el grupo. Creemos que es algo de valor cuando un grupo cambia y no es algo movido por la novedad, por lo que se está escuchando en ese momento.
(Albert) Una de las influencias que teníamos cuando hacíamos un indie más puro eran Franz Ferdinand, que también son para la fiesta. Y si ya hacíamos algo que queríamos que fuera bailable, también como músicos teníamos que hacer esta evolución para seguir y ofrecer mas baile aún del que ofrecíamos con anterioridad. Por eso las influencias siguen siendo las mismas, pero también nos hemos basado en otros grupos que responden un poco más a lo que buscábamos en nuestro momento actual.
Todo el disco sigue un ritmo bailable con ritmos altos y en medio de toda esta vorágine incluís “Sin”. Esta pieza es un oasis después de siete pistas frenéticas que continua con “La belleza que nos salvará” que aumenta brevemente las pulsaciones para terminar con “Versión final” sumergidos ya totalmente en la pista de baile. Con este final, ¿qué sensación buscabais que recibiera al público?
(Òscar) ¡Cuando sales a fumar fuera del club! (risas) No, mira, sinceramente a la hora de componer el álbum mientras salían las ideas de las canciones, sobre todo en medio de la pandemia, solíamos componer pistas de pulsaciones más lentas y son los dos temas (“Sin” y “LBQNS”) que han salido más así. Pero sí, podría ser una invitación a salirte por un momento y volver a entrar.
(Albert) La lista de canciones del disco responde a algo muy natural que podría ser el ritmo de un concierto o el de una noche en sí. Siempre hay la bajona o el momento en que te piensas que todo acaba, pero no, llega el clímax final. Supongo que con la historia del álbum en sí queríamos representar eso, después de toda la tralla llega un momento de calma. El mensaje de la propia pieza evoca a una despedida, pero al final no. Concluimos con “LBQNS” y “Versión final” que dan ese toque último que no llamaría épico, pero sí que acaba con la intensidad con la que queremos estar presentes en el sector de la música.
¿Ha habido alguna canción que os haya creado más problemas o que hayáis estado a punto de dejar fuera del disco?
(Albert) Te diría que “¿Dónde estás?”, pero no porque no nos gustara. Ha habido momentos en que, espero que cualquier artista haya pasado por ellos, no sabes muy bien por dónde van los tiros o incluso que te puedas sentir perdido, pero creo que la recuperamos bien. Se cerró en el momento de la grabación. El resultado nos gusta y si hubiera quedado fuera no sería porque no esté bien hecha, sino porque de lo que hablaba se quedaba un poco lejos de nuestro discurso. Pero pudimos acabar la letra y redondearla bien, con lo que al final es un tema que habla de la ansiedad y la depresión y también está bien ser realistas y poner este tema sobre la mesa y representar a esa gente que también puede entrar en este “Bobo Club”. Aunque no es un disco que irradie felicidad, es melancólico y un poco oscuro en cuanto a letras, pero sería mentirnos a nosotros mismos si no hubiera estado esta canción.
Dentro del álbum encontramos dos colaboraciones, pero ambas son de gran nivel. Por un lado, los tres miembros de Sidonie y, por otro, Julián Saldarriaga de Love Of Lesbian y Mi Capitán. ¿Cómo surgen estas dos colaboraciones?
(Òscar) Ensayamos todos en los mismos locales, así que no son personas nuevas para nosotros. Han ido apareciendo en diferentes puntos de nuestra trayectoria y sus consejos siempre nos han hecho crecer musicalmente. No estaban programadas, cuando entramos en el estudio y empezamos a ver como estaban quedando las canciones pensamos “Hostia, aquí podrían encajar Sidonie” o “Esta canción con unos toques de guitarra de Juli podría acabar de empaquetarse bien”. Simplemente fueron propuestas y tuvimos la gran suerte de que ambos se animaron a entrar y han quedado dos delicias. Pero no estaban pensadas antes de grabarlas, todo salió sobre la marcha.
En este disco hay algo que es inevitable no preguntaros. Se trata del cambio de idioma. Tras dos proyectos completos en inglés, os aventuráis en este con el español. ¿Qué es lo que os lleva a cambiar de idioma?
(Albert) La respuesta es muy fácil, llegar mejor a la audiencia a la que ahora podemos llegar, que es la del territorio nacional. No fue un cambio difícil, aunque sí que nos lo tuvimos que replantear y nos sentamos para decidirlo bien, porque casi toda nuestra influencia musical es anglosajona o americana. Al final, responde a una decisión profesional porque, si queremos seguir creciendo, tenemos que llegar a más gente y supongo que eso implica cambiar el idioma. Si de aquí sale todo de puta madre y tenemos que cantar otra vez en inglés para llegar a más gente, pues ya haremos el cambio. Por ahora, hemos dado este pequeño paso.
¿Creéis que por este cambio podría ocurriros algo similar a lo que vivieron Love Of Lesbian con “Maniobras de escapismo”?
(Òscar) No lo creemos, pero sí que te digo que estamos cien por cien preparados para coger lo que venga. Para nosotros ya hace mucho tiempo que, encima en un país como España, poder decir que somos artistas y hacemos música es un regalo y bienvenido sea todo lo que podamos hacer. Así que estamos preparados para lo que venga. Muchas veces lo hablábamos en la grabación, la música hay que entenderla como una carrera de fondo y muy pocos grupos tienen la suerte de vivirla al principio como un sprint. En una carrera de fondo no hay que descansar, hay que seguir y ahí estamos, listos para lo que tenga que venir.
(Albert) La ilusión está porque creemos que el proyecto tiene mucho más peso que hace algunos años. Está producido, algo que no habíamos hecho hasta el momento, entonces vemos que suena más maduro y está mucho más pensado que lo que hemos hecho antes. La ilusión está, eso es inevitable. Obviamente no es algo que pueda pasar de hoy para mañana, pero los cuatro estamos ilusionados de que puede pasar algo más intenso de lo que ha pasado hasta ahora. Pero seguiremos como hasta ahora, corriendo y esperemos que algún día veamos la meta, y si no, seguiremos corriendo hasta verla.
"Los cuatro estamos ilusionados de que puede pasar algo más intenso de lo que ha pasado hasta ahora".
De momento, hemos visto que habéis lanzado el presave para las plataformas digitales, pero no habéis anunciado una edición física. ¿Entra en vuestros pensamientos sacarla o de momento, tal y como está la cosa, se quedará así?
(Albert) Habrá vinilos, sí. Todo está tardando un poco más por la situación que estamos viviendo. El presave del álbum en versión digital ya está y la idea es que, en breve, no sé decirte una fecha en concreto, sí que va a ser segurísimo. Habrá vinilos. Es una ilusión para nosotros porque nunca los habíamos hecho.
Sobre esto os quería preguntar, porque esta pandemia ha arrasado con todo, y con la música no ha sido muy diferente, ni mucho menos. ¿Cómo os ha afectado en la creación de este trabajo?
(Òscar) Nos cortó el proceso de composición que habíamos empezado. Es un álbum que empezó a componerse antes de la pandemia, luego tuvimos un parón por esta, nos adaptamos y empezaron a salir cosas y, cuando volvieron a abrir después del confinamiento estricto, nos encontramos los cuatro y pusimos ideas en común y vimos que es lo que había surgido. Yo, a nivel personal, no lo he vivido como algo negativo, si no como una forma nueva de componer y compartir música. Hay que adaptarse, no hay otra salida.
(Albert) Está claro que la pandemia ha intercedido en el proceso. Yo creo que una de las conclusiones importantes que sacamos de este álbum es que, incluso todo lo que pueda pasar a nivel de sociedad a raíz del COVID, seguimos firmes con nuestro mensaje de que queremos que la música sea bailable y que, esperemos, algún día formemos parte de las fiestas de la gente. Es una de las mejores conclusiones que podemos sacar. Aunque la pandemia haya afectado de alguna forma u otra, el resultado sigue siendo fiel a lo que queríamos hacer.
Antes de este “Bobo Club”, lanzasteis “Conttra” y el EP “2050”. Ha pasado bastante tiempo entre vuestro álbum debut y este segundo trabajo. ¿Cómo ha evolucionado vuestra forma de componer desde entonces?
(Òscar) ¡Hace tanto tiempo que ni me acuerdo ya! (risas). Todo lo cocinamos a fuego lento, tenemos unos procesos bastante largos. Seguro que algo ha cambiado. El primer álbum salió en el local de ensayo tocando los cuatro a la vez y hasta que no había una línea melódica divertida no nos poníamos encima. Ahora ha sido mucho más individual y pensado desde el principio. Quizá mucha gente no lo sabe, pero llevamos diez años tocando juntos, Conttra no es algo que haya nacido hace dos años. Nos conocemos mucho y hemos madurado y el proceso compositivo también ha evolucionado.
(Albert) No hemos podido estar en locales de ensayo compartiendo horas y horas hasta que salieran las cosas. Muchas han salido de casa, estando encerrados. Pero, al final, la parte positiva de esto ha sido que cada uno podía estar más pendiente de su instrumento y de cómo podía encajar lo que hacía en las canciones que iban saliendo. Esto es algo que se nota en el álbum, eso es lo que nos ha hecho más maduros, el hecho de no vomitar lo que hacíamos en los ensayos tal cual. Encontrarnos solos y ver cómo sin la ayuda de nuestros compañeros podíamos avanzar, nos ha hecho crecer como músicos.
Después de esos dos discos anteriores y “Bobo Club”, ¿qué es lo que viene ahora?
(Albert) Somos de ir a fuego lento. Ahora no podemos pensar en otro álbum cuando no sabemos qué vamos a hacer con este. Tampoco te sabría decir cuál es la hoja de ruta. Ojalá te pudiera confirmar que hay conciertos y que a partir de aquí estaremos cien por cien enfocados en que sean espectaculares. Te mentiría si te dijera que pensamos en lo que está por venir más allá de trabajar y explotar el nuevo disco.
Ahora es el momento de poder presentar estas canciones delante de vuestra gente. Aunque la situación no es la mejor, parece que cada vez se reactivan más eventos. ¿Cómo afrontáis los más que posibles nuevos directos?
(Albert) El formato actual no sería el más adecuado para nosotros. Nos encantaría estar seguros de que el estreno pueda ser en una sala llena de gente, con una pinchada antes y después, y que todo acabe siendo una fiesta en la que estemos todos. Pero si queremos trabajar un directo en las condiciones actuales, tendremos que adaptarnos a la realidad. Una de las cosas que seguramente hagamos es un formato más de club, respondiendo también al nombre del álbum, no tanto un concierto en directo. No sé muy bien cómo explicar este concepto… Sería parecido a los clubes de los años sesenta, con la orquesta detrás y la gente sentada haciendo unas copas. Eso sería una buena forma de representar el directo que tenemos en mente que, con los sonidos y canciones que hacemos, no sería nada raro que fuera así. A nosotros nos encantaría que fuera rollo club o cabaret.
Ronda Rápida
Un artista nacional
(Albert) Zahara o Lori Meyers
Un artista internacional
(Albert) Parcels
Un disco para escuchar en el coche
(Albert) “The Slow Rush” de Tame Impala
Un disco que todo el mundo debería escuchar
(Albert) “El Madrileño” de C. Tangana
Una canción para llorar
(Albert) Cualquiera de las recomposiciones de “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi hechas por Max Richter
Una canción para bailar
(Albert) “Lost In Music” de Sister Sledge
Colaboración Soñada
(Albert) Yo creo que para Òscar sería Bruce Springsteen; para Guille, Alex Turner: para Martí sería Leonard Cohen y para mí David Bowie o Michael Jackson.
Vuestra mejor canción
(Albert) “Forecasted Storm 2050”
Un lugar para escuchar vuestra música
(Albert) En Hondarribia o en tu lugar favorito de casa
Describíos en una palabra
(Albert) Intensidad (en todos los sentidos)
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