Todo encaja, como si alguien se encargara de cuadrar al milímetro la agenda de Albacete. (Joaquín Pascual) “No hace falta tanta planificación, lo de Chucho y Mercromina sólo han sido finales. Lo único que ha surgido es lo de Surfin’ Bichos y Travolta, pero lo hemos llevado muy bien porque no hemos grabado las canciones de Travolta hasta el final del verano, y cuando empezó la gira de Surfin’ Bichos ya teníamos las canciones prácticamente hechas y estábamos probándolas para tener un repertorio para disco. Ha venido todo un poco rodado”. En octubre de 2005 me comentaba Joaquín: “Carlos (Cuevas) y yo seguimos viéndonos y llevando la misma vida que llevábamos antes sin grandes cambios. Sigo componiendo y todos saben que mi idea es que si llego a tener buenas canciones en algún momento, las grabaremos juntos”.
"No me siento mal si un día no cojo la guitarra y no toco. Me da igual" |
Habla de todos los Mercromina. “No tengo que tocar con otra gente porque hayamos dejado Mercromina, es algo absurdo. Esa es la idea que tenemos, pero con mucha tranquilidad. No me siento mal si un día no cojo la guitarra y no toco. Me da igual”. Sin embargo, en los primeros meses de 2007 ya se empiezan a programar en la radio las canciones de “El efecto amor”... La cabra tira al monte. “Pero porque no hay que darle muchas vueltas a las cosas, yo empiezo con mi rutina a tocar y a componer, y cuando vi que tenía algunas canciones bonitas con las letras acabadas, Carlos me animó para que grabáramos alguna batería y todo surgió de forma un poco lógica, sin correr ni mucho ni poco”. Y eso que Joaquín, Carlos y José Manuel Mora (Surfin’ Bichos, e invitado a tocar el bajo en el disco) se han pasado gran parte de 2006 embarcados en la gira de Surfin’ Bichos. “Aunque en la gira no sabíamos cómo iba a reaccionar el público, o si iba a ser público de siempre o caras nuevas. Estábamos un poco a verlas venir”. Compatibilizándolo todo se materializa un grupo nuevo con personal nuevo y mucha más relevancia de las canciones en comparación con la preocupación por el sonido de Mercomina. “Precisamente en Mercromina era muy importante la sónica y en Travolta, si seguimos haciendo discos puede que llegue un momento en el que lo sea también, pero ahora son más importantes las canciones, porque las he compuesto sin ningún condicionante, sin pensar en tocarlas con un grupo, hechas en casa con un instrumento y la voz. Tienen una sencillez distinta”. E incluso, las metáforas de sus canciones conocidas se desnudan de pronto y todo recupera su nombre. “Eso es una cuestión de aprendizaje. Es un disco tranquilo en el que no me he puesto a probar arreglos hasta que las canciones no han estado completamente hechas, y eso hace que tengan ese aire un poco reflexivo, aparte de que el hecho de haber escrito canciones durante tanto tiempo te lleva a tener menos prejuicios a la hora de hablar de ti mismo. Tocar y cantar estas canciones en público me transmite una sensibilidad especial que antes no notaba tanto, una sensación como de tranquilidad personal, de remanso y de pureza conmigo mismo muy grande. Estas canciones en directo me hacen sentir un cierto grado de espiritualidad especial porque no esconden ninguna tapadera ni metáfora que pueda llevar a una segunda interpretación. Hay canciones de otros discos míos en las que se ha tapado muchas veces lo que pienso cuando las canto. Incluso hay canciones que he dejado de tocar porque llega un momento en el que no las he entendido, o no me he reconocido tocándolas. Estas sin embargo, son todo lo contrario”. Curioso que cuanto más se muestre más se libere, a pesar de que “El efecto amor” requiera más escuchas que otros discos anteriores. “Eso me parece un riesgo enorme, pero este disco es así y es algo que no puedo evitar. Es un disco que lucha contra la inmediatez sin que sea de una manera premeditada. Falta un poco de romanticismo en las escuchas de los discos, y este tiene una cadencia más quieta, parece que el tiempo no pasa y que se ha caído en una especie de bypass. Sé que es una sensación un poco compleja porque si no estás dispuesto a experimentarla, no la vas a encontrar, y en el mundo en que vivimos es un poco complicado llegar a vivir eso”.
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