Conexión asimétrica
EntrevistasGoldfrapp

Conexión asimétrica

Albert Alcoz — 09-09-2005
Fotografía — Archivo

Alison Goldfrapp y Will Gregory decidieron que estar colgados en las nubes contemplando utópicos paisajes montañosos no daba más de sí. “Felt Mountain” encandiló a muchos pero el siguiente paso desconcertó a otros tantos. El glamour, el electro, la provocación y el baile se asentaron en “Black Cherry” tal y como ahora ocurre con “Supernature” (Mute/Virgin).

En la terraza minimalista de un hotel barcelonés de diseño, Alison contesta seca y fríamente, escondida tras sus gafas de sol. El insistente sonido del viento, los ruidos de los obreros de la azotea y el rumor de los coches de la calle subrayarán su presencia a lo largo de la entrevista hasta convertirse en los verdaderos protagonistas de la grabación sonora. Las preguntas más directas quedarán suprimidas por miedo a herir la sensibilidad de una Alison baja de ánimos, pero surgirán en el insólito cruce de cables posterior. Valga como ejemplo su definición del nuevo disco. “Multicolor, con muchas capas, paisajes electrónicos… no sé, no tengo por qué definir el sonido, yo tan sólo lo creo”. Cada uno tendrá su propia opinión sobre la evolución sufrida musicalmente por Goldfrapp, pero lo que queda claro es que ellos siguen su trayectoria reafirmándola con el tercer disco. El segundo ya puso las cartas sobre la mesa desmarcándose del halo de trip-hop teatral y romántico de “Felt Mountain”. Ellos evitaron estancarse. “Pensamos que ya lo habíamos hecho y que ya no tenía ningún sentido repetirlo. Probablemente queríamos movernos e intentar algo diferente, y aquél fue justamente el momento de hacer el cambio”.

"El arte que estudié en la escuela me ayudó a formarme como artista y a saber cómo quería hacer música"

El planteamiento de los directos de Goldfrapp fue un punto clave a la hora de trazar el rumbo de estos dos últimos discos. “Creo que ayudó, que en cierta manera contribuyó a producir nuestra música de otra manera, pero no creo que fuera la única razón. La gente tiende a focalizarlo todo en el dance, pero éste no es necesariamente el porqué de utilizar el ritmo. En el tour de ´Black Cherry´ disfruté realmente con el contraste producido entre las canciones”. A publicar a finales de agosto, después de la presentación del single “Ooh La La”, “Supernature” sigue las mismas coordenadas que el disco anterior pero profundiza en otros aspectos. “Es similar pero es un poco más confidente que ´Black Cherry´, más simplificado en muchos aspectos. Pero sí, aún estamos utilizando muchos instrumentos electrónicos y mucha rítmica. Es más importante el uso de diferentes sonidos, de combinar instrumentos y arreglos de cuerda”. El significado implícito del disco según Alison es: “La idea del más allá de la vida, de la naturaleza über (entendido como algo operístico), de la vida über, la idea del ser humano contra la máquina, lo humano contra la naturaleza. Cosas que en realidad siempre inspiraron nuestra música y nuestro aspecto visual”. El diseño iconográfico de la portada del disco, de la página web y de los shows aún no está definido. Ella misma es quien se encarga de llevarlo a cabo, sus estudios de Bellas Artes la avalan. “Definitivamente, el arte que estudié en la escuela me ayudó a formarme como artista y a saber cómo quería hacer música. Probablemente sea el surrealismo el movimiento artístico que más me haya influido. Siempre he estado interesada en este estilo vanguardista incluso cuando era pequeña, porque mi padre era artista y es algo que siempre he tenido presente; así como la idea general de cómo crear y cómo escribir poesía”. De hecho fue una de sus instalaciones en la Universidad la que le abrió las puertas al mundo de la música, gracias a una visita de los hermanos Hartnoll que acabó con la proposición de incluir su voz en dos temas para el “Snivilisation” de Orbital. Su aclaración sobre el tema no desvela nada nuevo, como tampoco el hecho de que la simetría enigmática de la portada de “Felt Mountain”, creada por ella misma, tenga muchos puntos en común con los lienzos realizados por uno de los protagonistas del filme “El Dulce Porvenir” de Atom Egoyan.

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