En tiempos de confusión generalizada, tener las ideas claras es un tesoro. Y Agoraphobia saben a dónde van. Su enérgico rock alternativo de claroscuros con nítidas influencias de bandas anglosajonas de los noventa se defiende solo. Paula y Lucía están encantadas con este “Unaligned” y hablan de él (y del grupo) con entusiasmo contagioso.
¿Os planteasteis este segundo álbum como un salto adelante?
(Paula) No dijimos “hay que dar un paso adelante”, sino que nos salió de forma orgánica. Empezamos a componer a principios de 2018, más o menos, después de que saliese “Incoming Noise” (17), haciendo lo que nos salía de dentro. Luego sí que es verdad que nos marcamos el reto de que sonara a cañón. Tenía que sonar grande, contundente, pesado. Y en ese sentido, a lo mejor sí que lo enfocamos de alguna manera. Es lo que queríamos hacer. Una vez que lo acabamos, sí que notamos un paso adelante con respecto al primer disco. La pretensión era mejorar individualmente.
(Lucía) Fue saliendo solo: líneas más elaboradas, ha habido un avance de estudio personal, de técnica en cada instrumento. De todo un poco. Eso ha ido creciendo. Ha sido sin pensar, y ha salido solo. Es una evolución natural, no es que estuviera predeterminado.
Desde luego, habéis conseguido que suene muy contundente. ¿Cómo fue la grabación desde el punto de vista técnico? ¿Buscasteis un productor concreto para llegar a ese sonido?
(Paula) El productor del primer disco fue Iago Lorenzo. A partir de grabar “Incoming Noise” empezamos a girar con él, y lo lógico era contar también con él para este segundo disco. Nos compenetramos muy bien. Es que no es sólo productor, con él fluye la energía de otra forma: es capaz de guiarnos y estamos muy cómodas con él. Aparte, es capaz de crear las texturas que nosotras tenemos en mente, de cara a guitarras y cada instrumento. Cada uno tiene su chicha.
“Una vez que lo acabamos, sí que notamos un paso adelante con respecto al primer disco”.
¿Cuánta importancia le dais a reflejar en el disco la energía del directo? ¿O son dos ámbitos diferenciados? ¿Grabásteis en directo?
(Paula) Es muy importante. Hay canciones reivindicativas, que transmiten rabia, y queríamos que eso se notase en la grabación. Queremos que el directo sea muy fiel al disco, que suene así, porque es la forma en la que lo hemos concebido y así queremos que llegue a la gente. Grabamos por pistas, pero nos encantaría hacerlo todas juntas en algún momento. Lo planteamos así (por pistas) y estamos muy contentas. No es lo mismo que tocar juntas, pero para que todo suene muy clarito, de momento es la mejor fórmula que tenemos. Lo que sí es verdad es que hubo pocas tomas. Las baterías se tienen con tres tomas. A partir de ahí, según nos dice el productor, ya no vale la pena, porque no suena fresco y los parches se gastan. Hemos invertido mucho en parches y ese tipo de cosas, ponemos mucha atención en esos detalles. Pero no ha habido muchas tomas. Hemos estudiado previamente, eso sí.
Me da la impresión de que la elección del inglés es muy natural en vuestro caso.
(Lucía) Nos gusta más el resultado, sí. Fonéticamente. Estamos más acostumbradas a escuchar música en inglés y es lo que nos suena mejor. Nos preguntan que por qué no cantamos en castellano o en gallego, y respondemos que la razón es que quizá las palabras no se articulan de la misma manera. Te encaminan a otra historia, porque en castellano suena totalmente diferente. El resultado final nos gusta mucho más en inglés, desde luego.
(Paula) Es que la forma en la que usamos las palabras es para nosotras tan importante como un riff de guitarra. Al final, todo te lleva a un lugar u otro.
(Lucía) Es como escuchar flamenco en inglés: no suena a flamenco (risas).
(Paula) Hay gente que lo hace muy bien en español, lo respetamos mucho, pero a nosotras no nos sale de forma orgánica. No te digo que en el futuro no lo hagamos. Si sale de forma orgánica, nos molaría hacerlo en castellano, gallego, o lo que se ponga.
Hablando del inglés, acabáis de volver de una mini gira por Reino Unido. ¿Cómo ha ido?
(Paula) Muy bien, ha sido en realidad la segunda gira por allí. Surgió porque cuando tocamos en Mad Cool, resulta que entre el público había un programador inglés, que se puso en contacto con nosotras. La primera gira, que fue con “Incoming Noise”, fue para nosotras un punto y aparte. Vimos que el público estaba muy entregado a este estilo y quedamos muy contentas. Volvimos y tuvimos la misma sensación. Nos decían: “En España debéis tener muchísimo público” y nosotras: “Bueno…” (risas). Hasta la sala más modesta tiene muy buenos equipos y muy buen técnico.
(Lucía) Se nota, ¿eh? A la hora de hacer esto… no les sorprende tanto, te comentan otras cosas. Es un público como más respetuoso, que lo valora más. Y eso te da un subidón.
El contraste entre melodía y furia que os ha salido tan bien en este disco, ¿llega también de forma natural?
(Paula) Surge naturalmente, dependiendo de lo que queramos contar. En este disco la voz principal tiene un matiz más rasgado, gritado, pero también es verdad que es un disco más reivindicativo, con más rabia e ira. Entonces, es lo que tiene sentido. Después, tenemos canciones como “Smokescreen” más nostálgicas, y la melodía es mucho más suave y melódica. Depende de la canción. Aunque sale de forma orgánica, sí que es deliberada la intención de transmitir lo que nos proponemos.
¿Me podéis contar algo del título del álbum?
(Paula) Lo estuvimos pensando mucho. Suele ser lo que dejas siempre para el final. Es una palabra que aparece en una canción que nos encanta a todas, “Remain Unchanged”, y define perfectamente cómo nos sentimos: fuera de la línea de lo establecido, de “lo que se supone que…”. Desde que nos dedicamos a esto, nos encontramos totalmente en ese camino. Es un sinvivir, un desconcierto constante.
(Lucía) Creo que las canciones transmiten bastante bien ese momento de rabia que luego se apacigua, y luego vuelve otra vez. Las personas somos muy cambiantes, también.
(Paula) Es como la vida misma.
Habéis dicho ya varias veces que es un disco “reivindicativo”. ¿Teníais un tema o varios temas concretos en la cabeza cuando os pusisteis a componer?
(Paula) Por lo general, que no siempre, empezamos componiendo la música, y en función de la sensación que nos da, decimos “podemos hablar de esto o de lo otro”. A veces nadie dice nada, pero alguna empieza a hacer la letra, porque le sugiere algo. No es que digamos: “Vamos a hacer un disco reivindicativo”, pero sí que a través de cosas concretas que hemos vivido surgen pensamientos colectivos. Nosotras pensamos así, pero tú puedes pensar así, alguien de la otra parte del mundo puede pensar así, porque somos iguales, somos una sociedad, y todo está podrido. Por ejemplo, “The World Is Dying” surgió de algo que nos pasó, pero nos llevó a hablar de algo más grande, comunitario. “Salvation” está en el mismo camino.
(Lucía) Siempre decimos que hay que reivindicar los sentimientos. Esto es lo que sentimos en estos momentos, y tenemos pleno derecho de sentirlo y expresarlo sin ningún tapujo. No se tiene que ver como algo raro.
(Paula) Y luego, las letras son una parte de la canción. Pueden expresar tanto como un riff de guitarra o un redoble de batería. Nuestras madres, que no saben inglés, pueden entender que “Salvation” es reivindicativa, y eso es lo que nos mola. Lo bonito es que lo pueden interpretar a su forma, con sus propios sentimientos. Yo creo que eso es lo bueno de la música, al fin y al cabo.
“No vemos a las nuevas generaciones muy rockeras, pero no cambiaríamos lo que hacemos por ninguna moda”.
Por lo que habéis comentado hasta ahora, entiendo que no os repartís las tareas del grupo, sino que todas hacéis de todo.
(Paula) Nada en esta banda está asignado. Ella es la bajista y me puede decir: “¿por qué no pruebas a hacer con la batería no sé qué?” y me lo canta, y yo le respondo: “pues haz eso con el bajo”. La canciones son de Agoraphobia, si una trae una idea y esa idea se transforma por todas, es de Agoraphobia. No tiene por qué ser solo trabajo de local. Este año descubrimos el maravilloso mundo de las tarjetas de sonido (risas). A lo mejor se me ocurre algo y lo envío. El trabajo de local es muy importante, pero luego se te ocurren cosas en tu casa o cualquier sitio. Algunas letras nos llevan un día y otras nos pueden llevar meses porque estamos atascadas y no estamos contentas. Cada cosa tiene su tiempo. Nunca sabes si una canción te va a llevar un día o un año.
Os definís como un grupo de “rock alternativo”. Rock cañero, en todo caso. Hay precedentes ilustres (Babes In Toyland, Sleater Kinney, Hole parcialmente, Bikini Kill…), pero me da la impresión de que sigue habiendo pocos grupos de “rock” femeninos, ¿no?
(Paula) Yo creo que cada vez hay más. Siempre hubo, y de calidad, pero no llegan a grandes radios ni a grandes festivales. En la escena en que nos movemos siempre hemos tocado con grupos con integrantes femeninas, o integrantes masculinos y mujeres. No lo vemos tan raro.
Me refería a un sonido más duro, más rockero, y sólo de chicas.
(Paula) Mira, ahora venimos de Inglaterra y cada día tocábamos con dos o tres bandas. En todas había alguna chica tocando, grupos de todo tipo: indie y cosas más duras. Yo creo que hay muchas, y sin especificar grupo mixto o femenino: están ahí y hacen lo que quieren. Lo que les mola es la música y ahí están. Estadísticamente es verdad que hay menos mujeres en bandas que se programen en festivales. Eso es real. Pero nosotras sí que las vemos. En muchos festivales de rock duro la mayor parte son mujeres.
(Lucía) Yo creo que quizá te refieres más históricamente: quien hacía rock eran los chicos, que podían estar fuera de casa y nadie les decía nada. En cambio, las chicas tenían que estar en casa cuidando a su hermano, haciendo la comida a su padre, o no sé qué. A lo mejor todo ese peso, que ha ido desapareciendo, ha influido en que no haya la misma involucración dentro del rock. Quizá, no lo sé.
(Paula) Puede ser. Mi percepción es un poco distinta porque nos movemos en festivales de pequeño formato, y siempre vemos chicas, y más en estos últimos años, lo cual mola muchísimo. Y las vemos tanto en pop en el Sonorama como rock en el Resu. Sobre todo, cantantes.
¿Creéis que el público joven de ahora está igual de conectado con un grupo guitarrero como el vuestro, o le cuesta más y predomina el hip-hop?
(Paula) Más bien eso. No veo a las nuevas generaciones muy rockeras. No es lo que está de moda, no es lo que les llega a través de los medios con los que conectan, y los veo más volcados a la música latina, hip-hop y trap. Eso parece que es lo que más pega.
Pero mola ir a contracorriente, ¿no? Lo digo por sacarle un lado bueno al panorama.
(Paula) Hombre, eso mola, O sea, nosotras no cambiaríamos lo que hacemos por ninguna moda. Pero es cierto que ahora la música latina, aunque sea una moda pasajera, te posiciona. Dicho esto, no me imagino a Agoraphobia haciendo reggaetón (risas).
¿Y cómo se puede destacar cuando hay tantísimas cosas ahí afuera?
(Paula) Nadie tiene la fórmula. Si alguien la tuviera, estaría obsoleta, porque la conocería todo el mundo. Para empezar, tienes que ser tú, porque no puedes ser algo que no eres, y confiar en lo que haces. Tocar muchísimo y escuchar muchísima música distinta. Si la gente lo percibe y no te creas tu personaje, siempre acabas encontrando a gente que es como tú. Creo que encontrar gente afín se hace de esa forma. Es la forma chunga porque es una forma lenta, podríamos ir de divas…Tienes que estar más contento con tu trabajo que lo que te puede venir de fuera. Es bueno escuchar las opiniones de los demás para hacer autocrítica, pero al final tiene que valer tu propio criterio de si lo que haces te hace sentir orgulloso. Si te hace feliz o no.
(Lucía) Y siempre, con la ambición de mejorar. Como grupo, y personalmente también.
¿Cómo os tomáis el directo y cómo vais a mover el disco?
(Paula) Pues nos lo tomamos muy en serio. Desde que lo tuvimos en nuestras manos, nos dijimos que vamos a ir a por todas, y estamos currando muchísimo: primero, a nivel personal. Queremos ser mejores instrumentistas e intérpretes individualmente, porque para sonar bien juntas, tenemos que ser técnicamente mejores. Entonces, ensayamos mucho individualmente, y en banda. Y cada dos o tres semanas tenemos la suerte de poder ir a Coruña al estudio de nuestro técnico José Puga. Somos unas privilegiadas, porque nos cede el estudio para grabarnos y que, cuando llegue el momento en directo, todo suene enorme. Y estamos muy, muy contentas y orgullosas, porque lo que va saliendo es muy fiel al disco.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.