Con un trabajo más limpio y recitado íntegramente en castellano, consiguen de una manera certera transmitir lo que es el día a día de cualquier chaval de su generación. Celebración y melancolía a partes iguales a lo largo de ocho canciones con mucha melodía y ritmos complejos que componen este disco editado a través de B-Core. Una vez devorado el disco, nos sentamos con ellos para terminar de descifrar los enigmas de este “Éramos felices y no lo sabíamos” recién salido del horno.
Nos presentáis ocho cortes cuyos títulos y letras emanan melancolía, nostalgia y sólo en alguna ocasión, algo de alegría y de celebración. ¿Cómo de difícil es abrirse en canal y soltar todo lo que lleva uno dentro, por mucho que sean sentimientos enfrentados?
La verdad que no es tan difícil, diría que es sencillo, cuando tienes un problema, movida o tal lo fácil es desahogarse y nosotros lo hacemos componiendo los temas. Al final lo difícil es abrirse y expresar lo que uno siente y nosotros encontramos en la música esa facilidad.
"Lo que tiene la escena de Euskadi es que la necesidades emocionales y juveniles se han visto cubiertas de forma más politizadas o con sonidos de géneros más marcados"
Quizá sea percepción mía, pero, más allá de las letras, tengo la sensación que este “Éramos felices y no lo sabíamos” es algo menos oscuro, al menos musicalmente, que su antecesor. ¿Hay algo dentro de la banda que haya provocado este nuevo rumbo?
Bueno, más técnico y limpio seguro [risas], al final lo que buscábamos es que llegara más fácil a todo el mundo y se ve con las letras en castellano. Lo único que ha cambiado son las afinaciones (tocamos en afinación abierta), y tal vez por eso dé la sensación de más limpio y menos oscuro.
En vuestro anterior trabajo, no teníais problema en cambiar entre el castellano, euskera e inglés. Para este segundo disco, habéis preferido centraros únicamente en la lengua cervantina. ¿Hay algún motivo detrás de esta decisión? ¿Cómo de importante es para vosotros el lenguaje?
Como te comentaba en la anterior pregunta, lo que queríamos era que fuera más asequible para todo el mundo y al final en castellano era más fácil todo, tanto para nosotros como para los oyentes.
El disco tiene unas cuantas referencias a la cultura popular de vuestra era: videojuegos, manga, fiesta... ¿Qué papel juegan estos inputs del día a día a la hora de componer?
Eso pasa porque somos muy frikis [risas], unos viciados a las consolas, anime, etc y se ve en el título de alguna de nuestras canciones. Pero como tal solo están en los títulos, los encontrábamos graciosos y los pusimos [risas].
Leemos en vuestra ficha que os habéis autoimpuesto la “misión” de implantar el midwest emo dentro de nuestras fronteras. ¿Cómo de avanzada veis esta implementación? ¿Veis al consumidor de música promedio (y todo el mercado musical a su alrededor) preparado para esta invasión?
Bueno creemos que cada vez avanza más, al final hay muchas variantes en el emo y se ven grupos que chupan de ello como Rococo, Nogato, Meeky, Biela, Boys kissing boys, etc. Tal vez no sean midwest emo como tal (aunque estos últimos y Meeky sí) pero es lo que te comentaba, hay mucha variante en ello. Poco a poco el sonido emo como tal digamos que está sonando cada vez más fuerte, o eso es lo que creemos, y la gente lo escucha más. La gente no se si está preparada para esta invasión, pero deberían estarlo [risas].
¿Estamos, por tanto, ante un resurgimiento del emo en España o realmente siempre ha estado ahí pero no contaba con tanto apoyo y relevancia?
Realmente siempre ha estado ahí, pero como las modas, va y viene, y al final lo que tiene que hacer la gente es apoyar a los grupos emergentes y salir de la monotonía de escuchar siempre los mismos grupos. Al final la escena lo que necesita es apoyo y sí es verdad que cada vez se nota más.
Hay un elemento característico de este tipo de emo (y que también encontramos en vuestro trabajo) que son las guitarras arpegiadas y de estructuras poco convencionales. ¿Es necesario ese “virtuosismo” en este estilo u os sale natural componer vuestras piezas de esa manera?
No lo llamaría virtuosismo porque al final en el midwest se lleva mucho el tocar en afinación abierta y eso ayuda mucho a que lo que parece difícil de tocar en realidad sea muy fácil, al final lo difícil es componerlo.
Sigamos hablando de sueños. ¿Consideráis una aspiración poder llegar a tocar algún día en territorio estadounidense, cuna de este tipo de emo?
Por supuesto, nos encantaría llegar ahí, yo creo que con un poco de suerte llegaremos a tocar, ya que también estamos con un sello de USA Clever Eagle Records y eso ayuda. Además, te voy a contar una anécdota. Hace dos años estuvimos hablando con Keith Latinen que es el cantante de Empire Empire I was a lonely state (banda que ya dejó de tocar) y que ahora tiene otros proyectos para que viniera aquí a tocar. Estuvimos hablando de montar una girilla por con diferentes bandas de la escena, pero al final con las restricciones del COVID todo se complicó, y ahí se quedó todo.
Nos vamos a saltar la pregunta de bandas del estilo donde encontráis inspiración porque la respuesta es bastante clara. Así que prefiero formularla de otra manera. ¿Qué otros estilos, aunque vayan más allá de lo musical, os hacen germinar ese don compositivo cuando os encerráis en el local?
Pues mira, para componer las letras siempre me he puesto lo fi de fondo, es una música que no sé porque me abre la mente para todo, pero también el math rock el J rock…
Hablemos brevemente de vuestra escena local. En Euskadi es muy poco común encontrar bandas que practiquen este rollo (a excepción de unos pocos nombres, por supuesto). ¿Creéis que es más fácil “triunfar” o llegar a explotar como banda haciendo emo en otras capitales como Madrid o Barcelona?
Lo que tiene la escena de Euskadi es que la necesidades emocionales y juveniles se han visto cubiertas de forma más politizadas o con sonidos de géneros más marcados. Se ha establecido históricamente una escena musical que cubre las necesidades anímicas de la gente de forma grupal, mientras que nosotros y en el emo buscamos hablar de urgencias más individuales. Aun así, en la escena vasca, aun cuando grupos han usado sonidos más metaleros o punks siempre han tenido espacio en sus letras y acordes para las emociones y podemos encontrar grupos tan grandes como Berri Txarrak donde sus letras en gran parte hablan de desamor, sentimientos encontrados o ira alimentada no por situaciones sociales si no personales.
Para cerrar, siempre me gusta preguntaros por el diseño y arte que rodea el álbum. Vemos que el eje central de vuestros últimos singles y del propio LP giran en torno a la figura de la casa. ¿Es esto un guiño claro a American Football o realmente queréis reivindicar la figura hogareña como una parte importante dentro de Comic Sans?
La verdad de la portada es que Mundu (antiguo guitarra) nos mandó unas fotos de su casa en Finlandia y nos molaron [risas] y así decidimos utilizarla. Era el momento en el que estábamos justo buscando portada etc y nos moló a todos y dijimos: adelante.
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