Comando punto G
EntrevistasPeaches

Comando punto G

Redacción — 23-10-2003
Fotografía — Archivo

Merrill Nisker (Peaches) me mira directamente y me pregunta si conozco dónde tengo mi punto G. Dudo y, aunque he oído decir que está en un lugar oscuro al final de la espalda, contesto negativamente. Al menos no he disfrutado de él. Según ella los bluesman tenían muy claro donde estaba dicho punto, por eso decían constantemente "I´m the back door man". Ella quiere aprender a decirlo en castellano, por eso nos graba con una cámara de video al encargado de la promoción en Everlasting y a mí, hablando de este escabroso tema. Esa es la actitud y eso no es nuevo. Sí lo es el hecho de que en "Fatherfucker" se dedique a la lucha contra la imposición social de los roles sexuales y a discernir sobre las relaciones de género.

"Me gusta la sensación que se desprende del rock, esa actitud provocativa te hace sentir sexy"

"En este álbum quería cambiar un poco la esencia de los roles en la sociedad, estoy cansada de ver chicas en bikini o con poca ropa en la portada de todas las revistas, estoy harta de que se considere sexy a las mujeres y no a los hombres. Me da pena esa posición social del hombre, es como los vídeos de hip hop, los tíos salen siempre vestidos y las chicas prácticamente desnudas; quiero cambiar eso, por eso haré un video en el que salgo con mucha ropa como los raperos y me rodearé de tíos desnudos o en bikini. Por eso también hay una canción que se titula ´Shake Yer Dix´ -"Mueve tu polla"- un poco como respuesta a canciones del tipo ´Shake your ass´ -"Mueve el culo"- referidas a las tías". Por eso sale en la portada de su nuevo trabajo con barba y por eso se empeña en apuntar en la misma línea las diferencias entre sus dos trabajos y de paso le deja un recadito a las feministas combativas. "´Teaches Of Peaches´ era un disco sobre sexo explícito, este habla más sobre relaciones de género y sobre los roles, lo que son las mujeres, lo que son los hombres y sobre lo que no debería preocuparte ser. Las cosas no han cambiado. Aunque las riot-girls lo pretendieron en su momento, aquellas tías acabaron convirtiéndose en Spice Girls sometidas al poder del pintalabios y el rímel, en este momento los únicos que pueden hablar de sexo sucio son los raperos. Todo sigue basándose en roles establecidos". El concepto polémico está servido y está claro, pero sobre la relevancia musical de sus discos tengo mis dudas. Estoy de acuerdo en que lo que hace es novedoso, aunque los ochenta, con algunos visionarios del post-punk, ya dejaron huellas de algo muy parecido. Pero no empapa. Admito en cambio que su segundo trabajo es bastante más interesante que su predecesor y además es un paso más en un concepto musical debidamente vertebrado. "Una de mis influencias es el hip hop porque en él todo es minimal, pero lo que más me gusta es la cara de chungo de algunos raperos, eso es poderoso. La segunda influencia es la nueva electrónica de hace unos años, Autechre por ejemplo, el ruido blanco cargado de sonidos locos y extraños, lo malo es que luego les veías en directo y se dedicaban a pulsar botones. Eso me aburre demasiado, aquello se convirtió en una modernez insustancial, por eso decidí no ser aburrida y no quise tirar por ahí. La tercera es el rock´n´roll, esa sensación agresiva de los gestos y sobre todo los riffs repetitivos como los de AC/DC. Me gusta la sensación que se desprende del rock, esa actitud provocativa te hace sentir sexy, me gusta eso de rock´n´roll. ¿Sabes que esa expresión significa follar en el asiento de atrás de un coche?". Lo dicho, en sus trece. Admite además que en su música hay un componente de actitud punk que en realidad siempre me ha hecho pensar que es el valor más claro de Peaches junto al tema de la provocación. Supongo que es porque no estoy acostumbrado a que una chica en bragas me diga desde un escenario que mueva la polla o que chupe y suelte. Es la actitud lo que más interesa. "Si lo que hago es algo tan nuevo y tan sorprendente no es algo que yo decida, es la gente la que me lo dice y es a ellos a los que le parece todo tan provocativo, lo único que yo puedo hacer es dejar que se hable de ello. Sólo hago lo que quiero, de la forma que quiero y lo que me alucina es que a la gente le alucine. Me da igual que en el futuro se hable sólo de eso, eso no depende de mí". Teniendo en cuenta que su lista de fans la encabezan Marilyn Manson, Trent Reznor, Michael Stipe, Jon Spencer o Brian Molko (al que echaron de un concierto suyo "Por divertirse demasiado"), las mismísimas Madonna, Britney Spears y Christina Aguilera (protagonistas del affaire lésbico más conocido de la temporada, quién sabe si inspirado en la misma Peaches) o el fibroso Iggy Pop (colaborador en "Kick It" el mejor tema del disco), queda claro que lo suyo es contagioso y, por tanto, trascendente en la actualidad. Gracias al seguro éxito de "Fatherfucker" entre sus fans, ella podrá disfrutarlo a lo grande.

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