Colisión de culturas
EntrevistasDevotchka

Colisión de culturas

Redacción — 08-05-2008
Fotografía — Archivo

Aprovechando los quince minutos de fama que les brindó firmar la banda sonora de “Pequeña Miss Sunshine”, este cuarteto de Denver ha demostrado ser mucho más que el grupo de acompañamiento de Dita Von Teese o los teloneros de bandas tan dispares como Marilyn Manson o Gogol Bordello. Busquen la prueba en “A Mad And Faithful Telling” (Anti/Pias).

El rock está en un punto tal de repetición que debemos agradecer propuestas como las de Devotchka, que le ayudan a recuperar su credibilidad. Esa monotonía fue la “culpable” de su original fusión musical. “Estaba cansado de la clásica formula del rock que se hace en Estados Unidos y quería ampliarlo con otros estilos”, admite Nick Urata, líder, cantante y compositor de la banda, que según su biografía tiene raíces sicilianas y gitanas.

"Creo que al primer concierto que hicimos vinieron cuatro personas. Al segundo ya no vino nadie"

De hecho el ecléctico sonido de Devotcha tiene mucho que ver con su infancia y con el periodo que Urata vivió en Chicago. “Vivía en Cicero, un barrio donde hay una gran mezcla de hispanos y europeos del Este. La música se oye por las calles y eso me inspiró para los primeros discos. Luego me trasladé a Denver, allí hay una gran escena underground. Un lugar de tránsito y un buen sitio para recoger influencias”. Llegados a este punto es necesario explicar que su inclasificable música se mueve a través del rock melancólico de tintes románticos y dramáticos, enriquecido con melodías balcánicas y giros latinos, sobre todo del lado mejicano. Y que tras ese nombre extraído del Nadsat (diccionario inventado) del escritor de “La Naranja Mecánica”, Anthony Burgess, y que viene a significar “chica joven”, encontramos a cuatro virtuosos y eficientes músicos multiinstrumentistas. “Por la banda han ido pasando diferentes músicos. Empezó como una diversión entre amigos, pero cuando yo me lo tomé más en serio, algunos lo dejaron. Tardé como tres años en encontrar a las personas adecuadas”.

Diez años después, con tres discos y medio y con un buen número de conciertos a las espaldas, llegó su momento gracias a una película. “Creo que al primer concierto que hicimos vinieron cuatro personas. Al segundo ya no vino nadie (risas) y ahora viajamos a Europa y llenamos las salas. Sí, gracias a ‘Pequeña Miss Sunshine’ estamos aquí”. ¿Y cómo ocurrió el milagro? “Jonathan Dayton y Valerie Faris, que han dirigido clips de Oasis, Beastie Boys o Smashing Pumpkins, llevaban tiempo buscando canciones para su primera película. Un día escucharon ‘You Love Me’ de nuestro disco ‘How It Ends’ y tuvieron la visión de la furgoneta viajando por el desierto”. Tienen que darle las gracias a ellos, pero también a que sus directos no dejan indiferente. Urata se sitúa en el centro con su guitarra y un theremin que él mismo se hizo (más una botella de vino). A su derecha, Tom Hagerman con violín y acordeón. Detrás Shawn King a la batería y ¡trompeta!. Y a la derecha Jeannie Schroder con contrabajo y una tuba ¡adornada con múltiples luces tipo Navidad! Los cuatro juntos lo mismo te sorprenden con una melodía mariachi que con un tema de clima cabaretero o con ritmos de tradición gitana. Pero, por encima de todo, está la personal voz de crooner de Urata. Dicen que es un cruce entre Thom Yorke y David Byrne, pero nos atrevemos a decir que se quedan cortos. Aunque cuando le hablamos de referentes intenta escaparse diciendo. “La tristeza, el romanticismo, la fiesta”, y cuando le pedimos nombres, empieza señalando a compositores de bandas sonoras. “Me gustan… John Barry, John Williams, Ennio Morricone... y claro, también The Beatles, Tom Waits, Taraf de Haidouks... !Ah! y Alejandro Fernández”.

Dejando aparte su fina ironía, os recomendamos la escucha de “The Last Beat Of My Heart”, la excepcional versión de Siouxsie & The Banshees que aparece en “Curse Your Little Heart”. “Fue Win Butler, cantante de Arcade Fire y fan de la banda, quien nos sugirió que la hiciéramos. Luego se nos ocurrió hacer el Ep y la verdad es que teníamos muchas más, pero sólo hicimos seis. Hacer versiones de Velvet Underground o Frank Sinatra es un riesgo, porque te expones a quedar pequeño”. Pues justo ahí se ve la grandeza de su música y es donde demuestran que han encontrado su propio idioma. Ahora editan un nuevo disco, “A Mad And Faithful Telling”, que debería consagrarles y en el que ahondan en esa mezcla de aires mariachis (“Along The Way”, “Blessing In Disguise”), junto a grandes y preciosas canciones (“The Clockwise Witness”, “Transliterator”, “Undone”) o juegan a ponerse rusos (“Head Honcho”). Este mes les espera gran gira por Europa antes de participar en el Festival Coachella de este año. “Desde nuestro primer disco, ‘SuperMelodrama’, hasta ahora, nuestra música ha ido creciendo, pero siempre siguiendo la misma línea. Somos un cruce de culturas”.

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